La Balona recurrirá la expulsión a Ale Hernández tras el partido con el Xerez Deportivo

La Real Balompédica Linense ha anunciado este lunes que va a presentar recurso en el Comité de Competición para las categorías no profesionales de la Real Federación Española de Fútbol contra la cartulina roja que el colegiado balear Thierry Torres Rodríguez refleja en el acta que mostró el pasado domingo al jugador albinegro Ale Hernández al término del encuentro que el equipo de La Línea disputó en Jerez frente al Xerez Deportivo, correspondiente a la decimotercera jornada del grupo IV de la Segunda Federación, que concluyó con victoria visitante y con incidentes dentro y fuera del terreno de juego. Los albinegros sostienen que las imágenes demuestran que el canario en ningún momento trató de agredir al adversario alguno y que, por el contrario, fue el futbolista local Charaf Taoualy el que se dirigió a él con actitud amenazante.

El Xerez Deportivo-Balona va a colear. Este lunes el árbitro Thierry Torres Rodríguez hizo pública el acta en el que recoge que una vez terminada la contienda expulsó al local Charaf y al balono Ale Hernández, en ambos casos, con la misma redacción: “Una vez finalizado el partido, pero encontrándose aún sobre el terreno de juego, por dirigirse hacia un adversario, con ánimo de confrontación, de forma violenta, teniendo que ser sujetado por varios compañeros de equipo, sin estar el balón en juego, iniciando una tángana entre ambos equipos".

La Balona sostiene que las imágenes que adjuntará a su recurso demuestran que en el caso de su futbolista esa acción no se produjo y que las imágenes demuestran que es el futbolista rival el que arremete contra él.

El club no se pronuncia sobre las acusaciones de Charaf (tanto ante el árbitro como en rueda de prensa) en las que asegura que Ale Hernández provocó a su adversario llamándole "moro de mierda", ya que entiende que se trata de una afirmación infundada, toda vez que no fue oída por ninguno de los presentes, como el propio colegiado recoge en el acta.

La entidad de La Línea denuncia la agresión de que fue objeto su delegado, Paco Gavilán, y entiende que todos los acontecimientos del final tienen su origen en la decisión de la Federación Española de permitir que un partido al que ya de antemano se sabía que iban a acudir más de 5.000 espectadores (finalmente fueron 5.232) se dispute en un escenario como el Pedro Garrido (antiguo La Juventud) que ni por instalaciones ni por las condiciones del terreno de juego está en situación de albergar un partido de Segunda Federación.