Alberto Fuentes y la 'clásula del miedo'

Real Balompédica Linense | Segunda Federación

El Juventud de Torremolinos cerró en verano el fichaje del algecireño y condicionó su desembarco en la Balona a que no se alinease en los dos duelos ligueros entre sí

Los albinegros afrontarán con siete u ocho bajas el encuentro con los malagueños

Alberto Fuentes, durante un entrenamiento
Alberto Fuentes, durante un entrenamiento / Vanessa Pérez

A perro flaco… la Real Balompédica Linense, colista del grupo IV de la Segunda Federación, recibirá este domingo 27 de octubre (17:00) al Juventud de Torremolinos en el Ciudad de La Línea con hasta siete bajas. Los albinegros no pueden contar con cinco de sus jugadores por lesión, uno por sanción (a la que se une la que soporta su técnico, Javi Moreno) y otro por una cláusula del miedo que si siempre resulta peculiar, en este caso lo es aún más.

El conjunto de La Línea ya acudió en cuadro al duelo del pasado domingo en Estepona, donde cayó 4-0. Faltaban el meta José Serrano, víctima de un accidente doméstico, los defensas David Hernández, Fran Moreno y Fran Serrano y los atacantes Carlos León y Fran Carbià.

De todos los antes mencionados, solo existe la posibilidad (y tampoco es que esté garantizado) de que vuelva David Hernández. Porque el cuerpo técnico tenía fundadas esperanzas de que Carlos León estuviese al menos para unos minutos y este miércoles ha tenido que abandonar las sesión al resentirse de nuevo de unas dolencias. No está confirmado al cien por cien, pero se antoja complicado que vaya a arriesgar. Tampoco se puede garantizar la presencia del último fichaje, el centrocampista franco-mauritano El-Hadji Ba

A estas cinco ausencias se suma la de Carlos Cano, sancionado tras ser expulsado en el San Fernando de Estepona y la del algecireño Alberto Fuentes, maniatado por la denominada cláusula del miedo, que en este caso tiene unas connotaciones especiales, por cuanto el futbolista ni está cedido ni ha vestido jamás la camisola del rival.

El caso es que Alberto Fuentes cerró en junio un acuerdo con el Juventud de Torremolinos (que también coqueteó con el meta Álex Lázaro) antes de recibir la llamada de la Balompédica. El delantero, ante la posibilidad de vivir junto a su casa y defender los colores del equipo de La Línea forzó la ruptura de ese acuerdo, para lo que también medió el propio conjunto albinegro.

Después de unas semanas de negociación, las partes llegaron a un acuerdo: el jugador disponía del permiso para poder fichar por la Balona, pero con dos condiciones. Por un lado, en caso de que la Balona traspase al algecireño, un porcentaje de ese ingreso sería para el conjunto malagueño. Por otro, la Balompédica se comprometía a no alienar al punta en los dos encuentros que le enfrentarán al Juventud de Torremolinos.

En ese momento, las consecuencias de ese pacto parecían pequeñas, pero las circunstancias ahora no son exactamente las mismas, dada la escasez de efectivos con las que afrontará el duelo la escuadra de Javi Moreno, que cumplirá su segundo partido de inhabilitación y tendrá que dirigir a su equipo desde la grada.

Ojo al reglamento

Las limitaciones obligan a que el banquillo tenga que tener un ojo puesto en el reglamento, que obliga a que en todo momento estén sobre el campo siete jugadores de la primera plantilla y la Balona, con las bajas mencionadas, alcanza a duras penas la docena, con varios casos de futbolistas que se desenvuelven en las mismas demarcaciones.

Entre los más que posibles citados para esa contienda, el meta suplente Álex Orozco, el tarifeño Ale Cantera, el internacional marroquí Mohamed Hamdoune (Moha) y el algecireño José Aguilera -que debutó la pasada semana- comparecerán con licencia del filial o, en el caso del último, del juvenil

Vaya, que a la dificultad que ya entraña la situación clasificatoria del equipo (que acumula siete jornadas sin vencer) y afrontar el encuentro con tantas bajas se une la necesidad de controlar que estén sobre el terreno de juego siete jugadores con ficha de Segunda Federación. Es más, en estos casos los entrenadores optan porque sean ocho, para evitar que si son solo siete y ven obligados a realizar los cinco cambios, una expulsión posterior les pueda llevar a incurrir en alineación indebida.

stats