Ale Palanca: compás de espera
Real Balompédica Linense | Segunda Federación
Los médicos de la UD Las Palmas recomiendan esperar a que baje la inflamación de la rodilla del lateral de la Balona antes de hacer un diagnóstico definitivo de la lesión que sufrió en La Unión
La Real Balompédica Linense no conocerá el alcance exacto de la lesión de su lateral derecho Alejandro Rodríguez (Ale Palanca) hasta que la semana próxima someta su articulación dañada a una resonancia magnética, que ayude a los médicos a realizar su diagnóstico. El zaguero tuvo que ser relevado nada más arrancar el encuentro que su equipo disputó en la localidad minera de La Unión (0-1) el pasado domingo con un problema de rodilla. Ale Palanca viajó a Canarias, donde de antemano tenía previsto para pasar estos días de vacaciones, pero no por ello desatendió su posible recuperación. El lunes se sometió a un primer análisis por parte de los servicios sanitarios de la Unión Deportiva Las Palmas, el club que tiene sus derechos deportivos y por el que está cedido en La Línea. La inflamación en la zona impide, de momento, que los galenos ofrezcan una opinión definitiva y para ello emplazan a una resonancia que se producirá la semana próxima.
Preocupación máxima en la Balona por la situación de Ale Palanca, aunque después de susto mayúsculo que protagonizó una semana antes Fran Carbià y que quedó en nada, la consigna dentro de la entidad es no hacer valoraciones oficiales hasta tanto no haya un pronunciamiento por parte de los médicos. No provocar alarmas.
El propio jugador, que al principio confesó que sintió inestabilidad en su rodilla -un síntoma que se podría entender como una pésima señal- habló luego de mejoría, así que es mejor no pronunciarse y confiar en que pueda estar con sus compañeros lo antes posible.
La primera plantilla de la Balona regresará a los entrenamientos el próximo lunes día 30, lo que significa que el domingo 29 jugadores y técnicos ya deberán estar de regreso en la ciudad. El club ya trabaja para que Ale Palanca pueda someterse lo antes posible a las pruebas preceptivas para conocer el alcance exacto de su lesión y a partir de entonces, obrar en consecuencia.
Ale Palanca llegó a la Balona cedido por la Unión Deportiva Las Palmas, con cuyo primer equipo había tomado parte en la pretemporada, tras un año sin apenas protagonismo en la Ponferradina de Primera Federación, donde jugó hasta enero. La falta de minutos le llevó a jugar la segunda vuelta en el filial de los amarillos.
Se incorporó para completar la plaza de lateral derecho del conjunto linense en la que el primer espada era David Hernández, que además llegó avalado por el entrenador que comenzó la temporada, el malagueño Miguel Rivera. Pero primero una sanción y más tarde una lesión de éste han permitido a Ale Palanca jugar once partidos, nueve de ellos como titular. Tras un comienzo titubeante se afianzó en el puesto y rindió a un nivel más que aceptable.
El pasado domingo las ausencias de los dos jugadores que se desempeñan como laterales zurdos, Connor Runae, lesionado, y Fran Moreno, sancionado, le llevaron a ocupar el costado zurdo de la retaguardia, pero solo pudo jugar tres minutos. El césped sintético del Municipal de La Unión le jugó una mala pasada y su rodilla realizó un mal movimiento. Tuvo que ser relevado.
Ahora se abre el lógico compás de espera, porque el alcance de la lesión de Ale Palanca condicionará para bien o para mal la forma en la que la Balona afronte los cambios en el inminente mercado de invierno. Que igual son hasta más de los esperados. En los planes del club no estaba descartada la incorporación de un central, pero ahora, sin conocer la fecha exacta de la vuelta de Connor Ruane, que no hay que olvidar que sufre un fractura de peroné, y con Ale Palanca en alero, igual los objetivos son otros. O, en lo que respecta a la defensa, sencillamente se amplían.
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