La Balona es el segundo equipo con más expulsiones del grupo IV de Segunda Federación
Las dos polémicas rojas a jugadores albinegros en las dos últimas jornadas ponen el foco en el rasero de los colegiados con los linenses
De las seis exclusiones del presente curso, cinco se han producido desde la llegada de Javi Moreno al banquillo
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Después de ver dos tarjetas rojas como poco muy discutibles en las dos últimas jornadas, la Real Balompédica Linense ha pasado a convertirse, con seis expulsiones, en el segundo equipo más castigado del grupo IV de la Segunda Federación después de catorce jornadas. Sólo dos conjuntos entre los 90 que compiten en la cuarta categoría del escalafón nacional, Cádiz Mirandilla y Atlético Baleares, ambos con ocho, ha sufrido más castigos de estas características. Seis escuadras, entre las que se encuentra el Cacereño del exbalono Julio Cobos, aún no tienen una sola expulsión en su expediente del presente curso.
No se trata de denunciar conspiración judeo-masonica alguna en contra de la Balona -porque, posiblemente, nadie piensa eso- pero sí de poner el foco sobre si al equipo de La Línea se le está midiendo con el mismo rasero que a sus rivales y muy especialmente desde la llegada de Javi Moreno al banquillo. Es cierto que los albinegros han aumentado su intensidad, pero ningún analista ha dejado muestras de creer que se conduce con modos violentos o siquiera que juegue al límite del reglamento.
La realidad es que en las seis jornadas en las que Miguel Rivera estuvo al frente de la Balona su equipo solo sufrió una expulsión y fue la de David Hernándezen la visita a la Deportiva Minera, que se produjo en el minuto 66. La única de las seis de los linenses soportada por una doble cartulina amarilla.
Pero fue desembarcar el técnico de Silla en el banquillo y la situación dio un giro radical. De hecho el primer daminificado fue el propio entrenador, expulsado con roja en el minuto 75' por el colegiado plasentino Pablo A. Gargantilla Fernández, en el encuentro de su debut, en casa ante el UCAM Murcia,
Dos rojas en los cinco primeros minutos
Una semana después la Balompédica disputó su desafortunado partido en Estepona (4-0), en el que, con independencia de otros muchos factores que ya fueron más que denunciados en su momento, tuvo mucho que ver la expulsión de Carlos Cano en el minuto 4.
“No habían transcurrido más que cuatro minutos cuando Carlos Cano se fue al suelo para abortar lo que ahora se denomina ataque prometedor. No lo hizo de manera violenta, pero sí un pelín temeraria. Y es como poco discutible que Sergio Chica no pudiese llegar en su ayuda. Una de esas jugadas grises en la que casi cualquier decisión merece ser aceptada y que si se transforman en expulsión se antoja muy rigurosas para el castigado, sobre todo cuando apenas el cronómetro había comenzado a andar. Pero para el árbitro canario Tomé Alonso sí que mereció la roja. El zaguero se fue a la caseta rechistar, así que algo de culpa sí que sentiría”, analizó Europa Sur en su crónica.
Dos semanas después la Balona se marchó hasta Puerto Real para medirse al Cádiz Mirandilla (0-1). Arbitraba el grancanario granacanario Javier Guillán Mateo. Y vuelta la burra al trigo.
“Apenas habían transcurrido cinco minutos cuando un disparo mordido de Álex Hernández llegaba mansamente a las manos de Víctor Aznar. Hasta seis segundos tardó el cancerbero en poner el balón en juego con un saque largo. De Ale Palanca en ese momento nada se sabía. Se había quedado en zona de nadie, tomando aire. Sergio Chica quiso ir a taponar el carril huérfano que había dejado su compañero, pero gestionó mal la situación y acabó por derribar a Borja Vázquez, que había roto hacia dentro y se hubiese quedado mano a mano con Álex Lázaro. El propio futbolista balono cayó de rodilla preparándose para ser ajusticiado. Roja sin debates”, sostuvo este periódico.
Una versión, por cierto, con la que discreparon tanto el club como el propio futbolista expulsado, que insistían en que el atacante había fingido y que el contacto, de haber existido, no le impedía seguir hacia el marco.
La tangana de Jerez
Después llegó lo de Jerez. Tras una monumental tangana provocada por un sector del público y del Xerez Deportivo, la desafortunada redacción del acta por parte del ibicenco Thierry Torres Rodríguez dio pie a que los dos conjuntos fuesen sancionado de igual manera, dos partido para un jugador por bando, el local Charaf Taoualy y el balono Álex Hernandez, lo que enturbió la satisfacción por la victoria albinegra (1-2).
El centrocampista canario juró y perjuró que no había protagonizado los hechos que se le imputaban. Pero su declaración de inocencia ni el recurso del club sirvieron para nada.
El pasado domingo otro balear, Ángel López del Amo Franco, expulsó, en el minuto 78 del Balona-Villanovense (3-1) al marroquí Moha Hamdoune por golpear de manera fortuita a un adversario, al que ni siquiera vio llegar, cuando trataba de hacer una chilena.
Lo desafortunado de esta decisión se argumenta mediante una comparativa. Un día antes en el duelo entre Barcelona y Las Palmas de Primera división se produjo una acción muy similar (la principal diferencia es que el futbolista blaugrana sí que vio al rival) entre Gavi y Viti. Adrián Cordero Vega ni siquiera amonestó al centrocampista local y los amarillos reclamaron la amarilla... ni un solo medio habló de la posibilidad de expulsión.
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