(3-1) Esta casa ya no es una ruina

Real Balompédica Linense - FC Villanovense | La crónica

La Balompédica logra su segundo triunfo como local del curso y se sitúa a un punto de la zona de permanencia

Fran Carbià, Jack Harper y Moha Hamdoune, expulsado injustamente, anotan los goles de los de casa

Los linenses cuajan su partido más completo y solo la actuación del meta José Andrés les priva de una victoria más amplia

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João Pedro celebra, con un 'selfie', la victoria con la afición de la Balona
João Pedro celebra, con un 'selfie', la victoria con la afición de la Balona / Erasmo Fenoy

La Real Balompédica Linense hace camino al ganar. Los albinegros lograron un triunfo inapelable -corto a tenor de sus ocasiones de las que disfrutaron- ante el que hoy por hoy se acredita como un rival directo en la pelea por la salvación, el FC Villanovense, que por algo no gana fuera de casa desde abril. Si los albinegros continúan en la línea de los últimos encuentros más pronto que tarde esos paseos por las cloacas de la clasificación del grupo IV de la Segunda Federación serán solo un angustioso recuerdo para su sufrida afición. De hecho ya están los de La Línea -que sería bueno no olvidar que fueron colistas- a un punto de la zona de permanencia directa. Un resucitado Fran Carbià, Jack Harper y Moha Hamdoune, al que ya solo le faltaba marcar (vaya temporadón el del central marroquí) anotaron los tantos de los de casa, que celebraron (efusivamente) su victoria, pero que, en un gesto que tiene mucho más significado del que pueda parecer, lo hicieron desde el centro del campo, cuales toreros saludando desde los medios.

Ya llueve menos, mucho menos. Javi Moreno ha conseguido -aunque igual ha necesitado más tiempo del que él mismo se pensaba- que aquella Balona sin estructura, deshilachada, que concedía todo y más y que era incapaz de articular juego se vaya pareciendo cada vez más a un equipo de fútbol. No a un equipo fantástico, pero al menos a uno que gana. Tampoco se puede pedir que una plantilla que está atenazada por la clasificación y que afronta cada choque con cuatro o cinco bajas haga florituras en una categoría que da más de lo que da. Pero seguramente éste ante los de Villanueva de la Serena haya sido el partido más completo en lo que va de curso.

Afortudamanente los números, que además en este momento son los único importante, hablan por sí solos: los albinegros encadenan tres jornadas sin perder, dos victorias consecutivas, han encajado dos goles en 270 minutos y han anotado cinco en los últimos 180. Ha tardado, pero ésta es su segunda victoria como local desde aquella de la primera jornada sobre el Atlético Antoniano hace ya noventa días. No hace más que un mes todo eso hubiese parecido una utopía.

La Balompédica salió al campo como lo hacen los conjuntos que saben que están en uno de esos partidos que suponen un cruce de camino: o permiten atisbar tiempos mejores o te colocan en el caldero del infierno. Los linenses se fueron a por el rival. El míster transformó el sistema. Con un trivote en el centro, soportado por Carlos Cano y con Fran Carbiá y Alberto Fuentes como lanzaderas. Arriba, Adri Carrasco y João Pedro ocupaban las bandas y Jack Harper hacía de Jack Harper. La variante descompuso a los Villanos, incapaces de leer el guión.

Fran Carbià festeja su gol, el primero de los locales
Fran Carbià festeja su gol, el primero de los locales / Erasmo Fenoy

Tres saques de esquina y cuatro lanzamientos hacia portería en diez minutos dan fe del arranque del choque. Y en el 12' Jack Harper decidió dejar de hacer de sí mismo, cayó a banda y centró a las entrañas del área, para que Fran Carbià ejerciese de prestidigitador, le robase la cartera a Álvaro Domínguez y lanzase un obús al marco. El 1-0. No es descabellado pensar que si el tarraconense no se hubiese enfrentado a tantas lesiones en el arranque de la competición igual la Balona no hubiese pasado por tantos sinsabores. Marca la diferencia.

Paradójicamente después de asestar el primer golpe fue cuando más dudó el equipo de casa. Aquello de que no sabía si so o arre. El Villanovense se lo fue creyendo, se marchó arriba y en el 23' acarició la igualada: Joaquín Rodríguez se encontró con el esférico en el borde del área pequeña y fusiló a Álex Lázaro, pero el meta balono se hizo grande, inmenso, y acertó a desbaratar lo que parecía un gol cierto.

Ni el aviso sirvió. La Balona estaba incómoda y los serones encontraron premio en el 35'. Abreu lanzó desde la frontal del área con mucha mala leche, pero es que además el balón rozó en un zaguero que se había tirado a tratar de taponar, tomó una parábola perfecta y se fue a la escuadra. Vuelta a empezar.

En ese momento fue cuando quedó cristalizada la metamorfosis que está experimentando este equipo. Hace 40 días la más mínima adversidad era un golpe letal, porque era incapaz de sobreponerse. Esta vez fue todo lo contrario, el gol alertó y despertó a los linenses, que justo antes del intermedio y en un córner se pusieron por delante. Jack Harper golpeó entre una nube de defensores y puso el 2-1.

Jack Harper tras anotar el 2-1, al filo del descanso
Jack Harper tras anotar el 2-1, al filo del descanso / Erasmo Fenoy

El tópico del gol psicológico, que no siempre se cumple, se hizo esta vez realidad. El equipo de Javi Moreno recuperó el timón tras el intermedio. Lo normal es que el resultado se hubiese hasta disparado, pero Fran Carbià, João Pedro (que otra vez cuajó un partido magnífico, tan generoso en defensa como ingenioso en ataque)... se fueron estrellando en el meta José Andrés, que protagonizó al menos cuatro paradas de esas de gol/gol y se erigió en el mejor del conjunto extremeño. De largo. De muy largo.

Pero con 2-1 ya se sabe que el partido seguía en el aire. Y un lanzamiento de Farrell desde la frontal, que recordaba bastante a la jugada del empate, tocó la red, pero por fuera, muy cerquita del marco.

Antes de que la cosa fuese a mayores en el 66' llegó la sentencia. Otra vez en un saque de esquina y en una acción de estrategia. Y Moha Hamdoune que estrenó su faceta de goleador, como si sintiese la necesidad de añadir cada semana algo más a lo mucho que ya aporta.

Ya solo podía pasar que fuese la propia Balona la que tirase por la borda lo que tenía en la mano. Y aunque en el 73' un centro de Rubén Lobato se paseó por el área pequeña sin encontrar rematador, parece claro que la caseta albinegra ha exorcizado los miedos que le perseguían y ahora cree en sí misma y defiende manera solidaria.

El árbitro, cortito por no utilizar otro calificativo más inapropiado, se cargó el final del encuentro. A la vista de lo de las dos últimas semanas da la sensación de que el Colegio Balear no da para mucho. Lo que parece claro es que Ángel López del Amo Franco tiene más apellidos que conocimiento.

La acción que supuso la expulsión del albinegro Moha Hamdoune, que golpea al visitante Viti
La acción que supuso la expulsión del albinegro Moha Hamdoune, que golpea al visitante Viti / Erasmo Fenoy

Como si quisiese proporcionar emoción al tramo final expulsó a Moha Hamdoune por golpear de manera accidental a Viti cuando trataba de rematar de chilena. El marroquí ni había visto llegar al canterano del Villanovense. Toda la vida de Dios eso ha sido una tarjeta amarilla. Y en el 88', seguramente porque no tenía la conciencia muy limpia, hizo lo propio Christian Díaz, que apenas tocó a José Antonio en el centro del campo.

En ese disparate en el que convirtió el trencilla con su ineptitud el desenlace de la contienda, Fran Moreno evitó sobre la línea de meta el 3-2 (93') y los Villanos reclamaron un penalti por una mano de que de existir (que está por ver) hubiese sido con la misma apoyada en el suelo. Fue de las poquitas decisiones en las que acertó el presunto árbitro durante toda la mañana.

La Balona sigue con su peregrinar hacia la tranquilidad y lo hace a base de humildad. Lástima que apenas acudieran 1.623 espectadores. Si esto sigue así, pronto muchos recuperarán la fe que justificadamente habian perdido.

Ficha técnica

Real Balompédica Linense (3): Álex Lázaro, Ale Palanca, Sergio Chica, Moha Hamdoune, Fran Moreno; Adri Carrasco (Fran Serrano, 78') Carlos Cano, Alberto Fuentes (José Antonio González, 74'), João Pedro; Fran Carbià y Jack Harper (David Pecellín, 64').

FC Villanovense (1): José Andrés, Iván Robles (Viti, 69'), Placi, Ruymán, Álvaro Domínguez (Rubén Lobato, 26' -Cristian Collazo, 76'-), Pablo Guerrero, Joaquín Rodríguez (Óscar Muñoz, 75'), Abreu, Benji, Christian Díaz y Farrell.

Árbitro: Ángel López del Amo Franco (Palma de Mallorca), auxiliado en las bandas por Víctor Manuel Morey y Adrián Corbelle Hellín. El peor árbitro de largo que ha pasado por La Línea esta temporada. Se inventó, al menos, dos expulsiones. Con mucho interés por ser protagonista.

Tarjetas: Amarillas a los locales Alberto Fuentes (20'), Sergio Chica (43') y Fran Moreno (73') y para los visitantes Iván Robles (29'), Joaquín Rodríguez (37') y Abreu (42') Expulsó con roja directa al albinegro Moha Hamdoune (78') por golpear en la cabeza a Viti cuando trataba de hacer una chilena, así como a los visitante Christian Díaz (88') por una feísima entrada sobre José Antonio González, así como a su compañero Rubén Lobato (80'), cuando se encontraba en el banquillo tras ser sustituido.

Goles: 1-0, Fran Carbiá le roba la cartera a Álvaro Domínguez y remata un centro desde el costado de Jack Harper (12'). 1-1, Roberto Abreu lanza desde el borde del área, el balón toca en un defensa y se va a la escuadra (38'). 2-1, Jack Harper, a la salida de un córner (46' del primer tiempo). 3-1, Moha Hamdoune, también tras un saque de esquina (66').

Incidencias: Encuentro de la decimocuarta jornada en el grupo IV de la Segunda Federación, disputado en el Ciudad de La Línea en horario matinal ante 1.623 espectadores.

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