(0-2) Así hemos contado la derrota de la Balona ante el Xerez Deportivo

La Real Balompédica Linense ha encajado este domingo una nueva derrota en el Ciudad de La Línea, en el que no conoce el triunfo desde que comenzó 2025. El equipo albinegro ha caído 0-2 a manos del Xerez Deportivo que con este resultado iguala al Almería B en la quinta posición.

Este marcador, sumado a la victoria del Cádiz Mirandilla sobre el Recreativo de Granada el sábado (2-0) y al empate que han firmado Xerez DFC y San Fernando (0-0) deja a los albinegros en la decimoquinta posición del grupo IV de la Segunda Federación. a cuatro puntos de la escuadra de la Isla de León, que ocupa el puesto de promoción y que además tiene la ventaja del golaveraje.

La Balona, que parece empeñada en descender a Tercera Federación, encadena su quinta derrota. Cinco jornadas en las que no ha sido capaz de marcar un solo gol. Tres derrotas (cero goles a favor y cuatro en contra) desde que se produjo el último relevo en el banquillo y Antonio Ruiz Romerito llegó para ocupar la plaza de Javi Moreno.

Los linenses salieron con algo más de intensidad y presionando más arriba que en anteriores encuentros. El primer tiempo dio para poco. El juego se detenía constantemente. No hubo ocasiones. Pero como a perro flaco ya se sabe, una falta lateral al filo del descanso dio pie a una carambola que acabó con Fran Moreno anotando en propia puerta el primer gol visitante.

Tras el intermedio la Balona ofreció otra vez su peor imagen. Apenas puso en apuros al bloque jerezano. Cuando los linenses se quedaron con diez por la autoexpulsion de Sergio Chica (abucheado cuando se dirigía a vestuarios) el Xerez buscó la sentencia. Primero se le escapó de los dedos a Diego Domínguez, quien momentos después aprovechó un despiste de Toni Jou e hizo el 0-2.

Después de eso el público comenzó a abandonar el estadio y otro sector se revolvió contra el palco. El propietario, Andrés Roldán, tuvo un acalorado cara a cara con alguno de ellos.

A falta de cuatro jornadas, da la sensación de que, salvo milagro, la suerte está echada.

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