La Balona y la 'maldición' de los 'refuerzos' de invierno

Real Balompédica Linense | Segunda Federación

Los albinegros no mejoran en la segunda vuelta las cifras de la primera parte de la competición desde la campaña 2016-17

La Balona 2016-17 celebra su permanencia en la caseta del Iberoamericano de San Fernando
La Balona 2016-17 celebra su permanencia en la caseta del Iberoamericano de San Fernando

La Real Balompédica Linense ha vuelto a ser esta temporada víctima de un pésimo manejo del mercado de invierno. Los linenses, que a falta de dos jornadas apenas tienen 1,49% de opciones matemáticas de lograr la permanencia en la Segunda Federación, no suman más puntos en la segunda vuelta que en la primera desde la campaña 2016-2017. De por medio, una infinidad de fichajes que no terminaron de cuajar -aunque muchos triunfaron posteriormente en otros clubes- y de cambios de entrenador. El balance de esta temporada, el que va camino de condenar al equipo de La Línea al descenso, es realmente llamativo: de los 22 puntos de las 17 primeras jornadas a un máximo de 14 en las restantes. Y para eso los que entrena Antonio Ruiz Romerito tendrían que ganar los dos duelos que aún tienen pendientes.

Habrá que empezar a valorar la posibilidad de que cuando se hable de reforzar en invierno una plantilla se añada algo así como “excepto si se hace referencia a la Real Balompédica Linense” ya que de un tiempo a esta parte la entidad albinegra se empeña en disminuir el potencial de su primera plantilla durante el mes de enero. No es una opinión, lo dice la fría estadística, que demuestra que las segundas vueltas (es decir, las que se juegan una vez transformado el plantel) han sido sistemáticamente peores que las primeras desde nada menos que la andadura 2016-2017.

Aquella campaña de hace ya casi una década, el añorado Alfredo Gallardo decidió destituir a Manolo Ruiz en noviembre después de un revés en Mérida que suponía la primera derrota en nueve jornadas. Le relevó Juan Mari Sánchez (recientemente renovado como preparador del Mons Calpe de Gibraltar), de quien se dijo que no era “un entrenador interino”, pero que fue relevado un mes después en beneficio de Julio Cobos, quien acaba de garantizarse la presencia en el play-off con el Cacereño.

Los albinegros prescindieron en enero de 2017 de Javi Gallardo y Álex Santaelices, además de ceder a dos canteranos que habían tenido presencia como sub-23 en el equipo de Segunda B: Álex Trujillo y Antonio González.

Llegaron Mario Gómez (que acaba de ascender a Primera Federación con el Pontevedra), Rafa Navarro y Luis Madrigal. La Balompédica había sumado 21 puntos en la primera vuelta. Hizo 31 en la segunda y acabó garantizándose la permanencia en la penúltima jornada con un triunfo en San Fernando merced a un tanto de Sergio Molina, que se había incorporado con el mercado de invierno ya cerrado, después de desvincularse del Real Jaén, que le adeudaba tres nóminas.

Los mercados estériles

Después de aquello comenzó la serie de temporadas en las que la Balona no lograba atinar en invierno. La siguiente campaña (2017-2018) no fue precisamente la peor, por cuanto la diferencia de puntos entre las dos mitades del curso (25 y 23) fue mínima.

Mucho, muchísimo más señalado fue el balance de la 2018/19. El conjunto de La Línea acabó la primera vuelta con 33 puntos, en la quinta posición, a tres puntos del play-off. Apenas hizo 13 en la segunda mitad del curso.

Una formación de la Balona en la andadura 2018-19
Una formación de la Balona en la andadura 2018-19

Dejaron el equipo tras la primera parte de la competición hombres como Abel Suárez y Juan Delgado y llegaron otros como Carlos Expósito, Tarsi Aguado o Buba Bacari. Fue aquella andadura en la que, con Jordi Roger en el banquillo, los linenses cerraron la temporada con ocho derrotas consecutivas.

Las dos temporadas posteriores fueron especialmente particulares de cara a este análisis. En la 2019-20 es imposible realizar una comparación por cuanto la competición fue detenida en marzo como consecuencia de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19.

La plantilla de la Balona festeja en Murcia su ascenso a Primera RFEF
La plantilla de la Balona festeja en Murcia su ascenso a Primera RFEF

La 2020-21 se jugó con aquel sistema tan particular de dos fases en las que se arrastraban los marcadores. Por establecer una semajenza, la Balona sumó los mismos puntos (19) en los doce primeros partidos y en los doce últimos, pero el ecuador no coincidió con el mercado invernal. Aquella campaña el equipo que entrenaba Antonio Calderón (a un paso de proclamarse subcampeón del grupo IV en el Juventud de Torremolinos) se ganó el derecho a estar entre los equipos fundadores de la entonces denominada Primera RFEF.

La primera andadura (2021-22) en la categoría de nuevo cuño tuvo un arranque prometedor. La centenaria escuadra albinegra era sexta con 29 puntos al término de la primera vuelta. El actual técnico de los linenses, Romerito, fue relevado por Alberto Monteagudo tras una derrota en Cornellá el viernes 19 de febrero. De la jornada 20ª a la 38ª los linenses sumaron 18 puntos.

Muy al estilo del expresidente Raffaele Pandalone, aquel mercado de invierno fue especialmente movido. La Balona llevó a cabo siete contrataciones, además de dar de alta en el primer equipo a un jugador del filial y concedieron siete bajas.

Fueron inscritos el meta Alberto Varo (sin equipo), los defensas Serge Leuko (sin equipo), Connor Ruane (Lokomotiv Plovdiv de Bulgaria) y Nico Delmonte (UD Melilla), los centrocampistas Sergi Monteverde (Cádiz B) y Santi Samanes y como delanteros el linense Manu Toledano (Universidad de Creighton en la División I de la NCAA estadounidense), además del algecireño del equipo B Álex García.

Por el contrario se marcharon: Óscar Arroyo (Tarazona), Mamadou Cham (UD Melilla), Lavela (Juventu de Torremolinos), Ignacio Jáuregui (Atlético Saguntido), todos ellos en calidad de cedidos, como ya estaban en la UD San Pedro desde semanas antes Alu Koroma y Jorge Djandi. Además se desvincularon de la entidad Fito Miranda, Abdoul Bandaogo (Real Betis) y Jeremy Saygbe. La Balona logró la salvación con la recordada victoria sobre el Andorra de la última jornada.

La campaña siguiente tuvo tres entrenadores (Alberto Monteagudo, Rafa Escobar y Víctor Basadre) en invierno se marcharon futbolistas como Damian, Víctor Mena (a un paso de ascender con La Unión Atlético) o Nacho Heras y llegaron otros como Joel del Pino. Un empate en Ceuta en la última jornada condenó al descenso a los albinegros, que habían sumado 24 puntos en la primera vuelta, por sólo 18 en la segunda.

La andadura pasada, ya en Segunda Federación Baldomero Hermoso Mere y Antonio Fernández Rivadulla (que lucha por salvar al Xerez DFC) dirigieron a una Balona que entre finales de diciembre y comienzos de enero abrió la puerta a Manu Toledano, Santi Jara y Rodri Gea, mientras que Víctor Olmo era dado de baja por lesión de larga duración. Pitu, Nando Copete, Rafa Ortiz, Moi Parra y el inédito Adri González apuntalaron un plantel que acumuló 26 puntos en la primera vuelta por 21 en la segunda.

En la presente temporada, como la del último ascenso, la Balona ha tenido tres entrenadores (Miguel Rivera, Javi Navarro y Romerito) y en invierno llegaron Luis Martínez, Fran Tena, Toni Jou y Dani Villa, mientras que se marcharon José Antonio González, Fran Serrano y Alberto Martín.

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