(1-0) La Balona tropieza en lo más llano

La Real Balompédica Linense se fue hasta el inacabado Linarejos para recibir un amargo baño de realidad. Los albinegros sucumbieron 1-0 contra, el Linares Deportivo, el peor equipo de los dos últimos meses en el grupo IV de la Segunda Federación, en un partido infame por ambas partes. Esta derrota supone una forma como otra cualquiera para advertir que salir de las catacumbas de la clasificación no le va a resultar tarea fácil a los de La Línea. Utilizando ese tópico tan estúpido como recurrente, se podría decir que dependía de sí mismos para abandonar las plazas de descenso, pero tropezó en el momento más inoportuno. No caben paños calientes, lo hizo con justicia, después de olvidar en la caseta las señas de identidad que le habían permitido recuperar la confianza de su hinchada. La Balona fue en este penúltimo desplazamiento de 2024 un equipo sin identidad, sin chispa, sin ambición. Un mal equipo, que extravió su ADN. Por eso perdió ante un rival muy cortito, pero que hizo más para ganar.

El preparador balono decidió cambiar el sistema. Ante un enemigo que por mor de las lesiones carece de nueve puro -o para ser más exactos que solo lo empleó en el último ratito del partido- Javi Moreno colocó una línea de tres centrales, dejando espacio a sus laterales; formó un centro del campo con José Antonio González, João Pedro y Alberto Fuentes, todos jugando por dentro. Arriba, Fran Carbià y Jack Harper.

La realidad es que el invento no se tradujo en nada positivo, por mucho que una clara oportunidad para Fran Carbià en el minuto nueve pareciese anunciar lo contrario. Es verdad que el catalán tuvo en su mano cambiar el rumbo de los acontecimientos. Tan cierto como que ésa fue casi la única aparición con peligro de los visitantes por el área de Ernestas en el primer periodo.

Aunque sin someter mucho al rival, porque tampoco está precisamente para tirar cohetes, era el Linares el que tenía siempre el balón. En el 13' estuvo a punto de encontrar fruto, pero Álex Lázaro realizó una colosal parada, sacando la mano arriba, tras un disparo de Isra Cano desde la frontal.

El gol y la polémica

El dominio azulino se iba intensificando. En el 29' un despeje desafortunado obligó de nuevo al meta balono a sacar lo mejor de su repertorio. Y dos minutos después llegó el 1-0, cargado de polémica. David Alfonso centró desde la izquierda del ataque, el balón se paseó por el área y el exalgecirista Juanjo Mateo remató en el segundo palo.

Los linenses se quejaban amargamente de que ni el árbitro ni los rivales hubiesen detenido el juego a pesar de que Fran Carbiá estaba tendido en el suelo cerca del área contraria, esperando para ser atendido. Los locales se pueden amparar en que la decisión corresponde al colegiado.

La realidad es que a los que faltó pericia fue precisamente a los afectados, que permitieron hasta dos ataques del Linares sin hacer una falta o intentar un despeje a la carretera. Esto es fútbol y cuando lo que está en juego es la supervivencia no cabe esperar gentilezas, sino actuar con listeza.

El gol noqueó a la Balompédica, que desapareció hasta el descanso. El Linares tuvo el tiro de gracia y acabó pegándoselo en el pie. Álex Escardó encaró a Álex Lázaro, que estaba a medio salida. Lo fácil parecía una vaselina, pero el atacante se ofuscó, condujo el balón, trató de regatear al guardameta y éste le arrebató el esférico de los pies.

Pésimo segundo tiempo

El segundo tiempo fue insoportable. Zarapastroso a más no poder. Por parte y parte. El Linares puso todo lo que estaba a su alcance para que así fuese y la Balona no supo zafarse.

El conjunto de casa salió decidido y avisó por dos veces. Ahí se le acabó la mecha. Hacia el cuarto de hora Javi Moreno llevó a cambio un campo múltiple. No solo entraron Adri Carrasco y David Pecellín en lugar de José Antonio y Jack Harper sino que el sistema giró a un 1-4-4-2 más tradicional.

Adri Carrasco aportó alguna cosilla en banda incluso un disparo que estuvo a punto de sorprender al guardavallas local (61'). Poco bagaje en ataque para un equipo que aspiraba a evitar la derrota. Y es que cuando esta Balona tan mediocre no compite al 120% ni siquiera compite.

Los minutos iban pasando entre una sucesión de faltas, tarjetas, cambios... pero sin fútbol. Los de casa, que una semana antes habían caído en el añadido, acabaron por parapetarse atrás y montaron una defensa con cinco para evitar un nuevo accidente. La Balompédica nunca dio la sensación de poder profanarla a pesar de la reaparición de Carlos León, la única noticia positiva que dejó este duelo para los forastero.

La derrota y lo que es peor, la imagen ofrecida, dejan a la Balona tocada muy tocada en una credibilidad que parecía estar reconstruyendo. Por lo pronto ya sabe que ni ganando la semana próxima (12:00) al Recreativo de Granada (otro que tal baila) saldrá de las plazas ésas que acaban por mandar a la innombrable Tercera RFEF. Qué poquito dura la alegría en casa del balono. Especialmente de un par de años hacia acá.