Iriondo no quiere confianzas en su San Fernando: "La goleada de la Balona en Almería ya es pasado"

Real Balompédica Linense

El experimentado entrenador azulino se muestra convencido de que el plantel linense "ha reaccionado" durante la semana a esa abultada derrota

Los isleños, que suman dos empates, afrontan el viaje a La Línea con tres bajas y la duda de Airam Cabrera

Las fotos del entrenamiento de la Balona previo al partido con el San Fernando

Antonio Iriondo, entrenador del San Fernando, en rueda de prensa
Antonio Iriondo, entrenador del San Fernando, en rueda de prensa

Antonio Iriondo, entrenador del San Fernando CD, recalcó este viernes -en su rueda de prensa previa al encuentro de este domingo 15 de septiembre (19:00) con la Real Balompédica Linense en el Ciudad de La Línea correspondiente a la tercera jornada del grupo IV de la Segunda Federación- que la derrota cosechada por el equipo albinegro el pasado domingo a menos del Almería B (4-1) “ya es pasado”. “No sé cómo habrán reaccionado, pero seguro que lo han hecho”, dijo en referencia a los futbolistas del conjunto albinegro, del que confía en que no protagonice un repliegue intensivo extremo, como entiende que hicieron sus otros rivales. Los azulinos afrontan el encuentro con tres bajas: Omar Santana, Álvaro Arnedo y Kike Ríos, que tendrá que pasar por el quirófano para restañar uno de sus meniscos, y la posible vuelta (solo posible) de Airam Cabrera, ausente desde la pretemporada.

El bloque azulino, recién descendido, viaja a La Línea después de saldar con empate sus dos primeros compromisos y en medio de un ambiente preñado de críticas contra el arbitraje. El preparador explica las causas por las que a su equipo le está costando arrancar: “Han ocurrido cosas: jugadores que han llegado tarde y tienen pocos entrenamientos, otros que se han lesionado. Cuando estamos justos de efectivos es más complicado, pero creo que estamos recuperando jugadores y, al mismo tiempo, el equipo mejora cada día”.

El veterano entrenador, nacido en Moscú -que cumple en La Línea 150 partidos en ese banquillo en diferentes etapas, que incluyen dos ascensos- pasó por muy encima de las preguntas referidas a su próximo contrincante: “Hay una gran incertidumbre antes de que comience un partido. Puedes tener un análisis del equipo rival, pero en este partido, por diversas razones, pueden cambiar y jugar de otra manera. Entonces, todos tus planteamientos no tienen que depender completamente de lo que haga el rival. Puede ser una referencia, pero luego pueden hacer otras cosas, y los jugadores no pueden estar como en un futbolín, dictados por lo que hace el contrario. Tienen que tomar decisiones, y para eso se trabaja mucho. No sabemos lo que ocurrirá antes de un partido. Creo que el fútbol nos gusta tanto porque está rodeado de incertidumbre. La certidumbre te da seguridad relativa, pero la incertidumbre es lo que nos engancha a todos en este deporte”, dijo, casi sin responder.

“La Balona cuenta con jugadores buenos, pero no vamos a darle más importancia de la que tiene. Sabemos que son buenos y que hay que taparlos. Algunos dirán que les metieron cuatro goles el domingo, pero eso es pasado. No sé cómo ha reaccionado ese equipo durante la semana, pero seguro que lo ha hecho. Imagínate que te digo un nombre de un futbolista destacado y su entrenador lo deja fuera porque no le ha gustado como jugó. Eso es parte de la incertidumbre. Yo preparo a mis jugadores para que sepan afrontar cualquier situación, juegue quien juegue”, agregó.

Iridondo tampoco quiso incidir en la labor de los árbitros, que tanta polémica ha dejado en la Isla: “Normalmente los árbitros se equivocan, igual que yo o que los jugadores. Claro que sus fallos pueden ser muy significativos y cambiar el rumbo de un partido, pero en una temporada de 38 o 40 partidos, unas veces te sientes perjudicado y otras veces no, porque consideras que ha sido justo lo que han hecho. Al final, se reparten los aciertos y los errores. Es raro que siempre te toque el error arbitral en contra. No está en nuestro control, así que ojalá acierten en todos los partidos. Aquí tenemos la desventaja de no contar con el VAR, que aunque a veces es polémico, soluciona situaciones. Aquí el árbitro tiene que acertar y, lógicamente, se equivoca, igual que yo”.

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