Muere el expresidente de la Balona Andrés Tomé, un hombre bueno

La Real Balompédica llora este Viernes Santo a uno de sus expresidentes más sufridos, el empresario linense -aunque nacido en Málaga- Andrés Tomé Pérez, quien se ha marchado a los 82 años después de sufrir los rigores de una dura enfermedad. El expresidente fue, por encima de otras muchas consideraciones, un hombre bueno, siempre abierto al diálogo.

Andrés Tomé ejerció a comienzos del presente siglo hasta dos veces la presidencia de la Balona. Por un lado de manera breve, en una gestora, tras la marcha de Antonio González Aragón y por otro como relevo de Ángel Serrano, de cuya directiva había formado parte, una operación que acabaría con la llegada de Alfredo Gallardo al cargo.

En esta segunda etapa tomó el mando de manera conjunta con un representante del Ayuntamiento, Dani Muñoz, en aquel periodo previo a la fantasmagórica aparición de la empresa Lance, con Luis Luño a la cabeza, que le costó no pocos quebraderos de cabeza.

Tomé tuvo la mala fortuna y el arrojo de afrontar aquellas campañas difíciles económicamente en la que la sombra de la desaparición y de los descensos por impagos planeó sobre el conjunto de La Línea.

El finado se caracterizó siempre por su talante dialogante y por su excelente relación con los componentes de la plantilla, muy especialmente con el entonces entrenador, Gabriel Navarro Baby. La imagen de Tomé, en calidad de presidente, cocinando en la caseta para una plantilla que estaba encerrada por la falta de cobro dio a la vuelta al panorama futbolístico nacional.

A nivel empresarial sus inicios se remontan a la aparición del Bar Choni, en la calle Sol, aunque más tarde inició el proyecto de La Campana, en la calle Carboneros, que se constituyó en un hostal y en un bar en el que se ofrecían menús económicos. Un negocio que ha sido heredado por sus hijos.

El cuerpo sin vida de Andrés Tomé está siendo velado en el Tanatorio de Servisa, en la calle Cartagena. El acto de la incineración del mismo tendrá lugar este sábado.