Baby: todo menos efímero
Real Balompédica Linense | Segunda Federación
La Peña Balona rinde homenaje este sábado al entrenador que más veces se ha sentado en el banquillo albinegro: 454 en dieciséis temporadas
Baby, eres el más grande

Jugadores, miembros de cuerpos técnicos, dirigentes de todas las épocas, aficionados y responsables de los más altos estamentos del fútbol andaluz se reunirán este sábado 15 de febrero a partir de las 13:30 en las instalaciones de la Peña Balona, en la calle Clavel de La Línea, para tributar un más que merecido homenaje a Gabriel Navarro Baby.
Aunque las causas para desmonterarse ante el preparador serían infinitas, el pretexto que han encontrado los responsables de la entidad que ha resucitado Julio Vega -constituida desde que llegó la actual directiva en la depositaria de la memoria de los albinegros- es que el algecireño es el entrenador que más partidos ha dirigido a la Real Balompédica Linense. Nada menos que 454 en dieciséis temporadas diferentes. Pocas veces los términos icono o mito se utilizan con tanta justicia para explicar lo que un profesional significa para una entidad deportiva.
Más de 35 años, en concreto 12.900 días, habrán transcurrido el sábado desde que Manuel Monteagud (conducido por el recordado Benigno Gómez y por el actual director deportivo albinegro Mario Galán) tomó la decisión de entregarle por primera el mando técnico de la Balona a Francisco Gabriel Navarro González (Baby). Junto a otros dos preparadores que están en el altar de cualquier buen balono, Carmelo Cedrún y Rafa Escobar, el técnico que más veces ha sufrido desde el banquillo la marcha de la centenaria escuadra. Uno de los axiomas más repetidos por el técnico es aquel que reza que en el fútbol "todo es efímero y cambiante". Paradójicamente, si alguien ha conseguido vencer al tiempo y constituirse en el entrenador eterno por antonomasia es, precisamente, él.
El algecireño llegaba por primera vez a La Línea para relevar al peruano Osmán Bendezu y comenzó su andadura el 22 de octubre de 1989, en la octava jornada. Un duelo en el que el Mérida venció en el Municipal, rompiendo una racha de trece meses de imbatibilidad en casa de los albinegros.
Fue una temporada especialmente difícil, en la que los balonos esperaron hasta el penúltimo desplazamiento para marcar fuera de casa -en Telde, donde perdieron 4/3- y un gol de Manolo Ahumada a pase de Antonio Pacheco en la última jornada les dio, en El Palmar de Sanlúcar, la única victoria a domicilio y, con ello, la permanencia.
Los mayores logros
Entre los innumerables numerosos éxitos de Baby en su paso por el vestuario del entonces estadio Municipal destacan sobre todo cuatro.
El primero el de la campaña 1991-92, en la que logró como cuarto clasificado de la extinta Segunda división B el billete para la fase de ascenso a Segunda división, en la que compitió, por el sistema de liguilla, con los ahora europeos Villarreal y Girona y con la desaparecida UD Salamanca. Aquella fue la andadura en la que Baby conquistó a la afición de La Línea. Un equipo hecho sin demasiados medios rompió todos los pronósticos e hizo soñar a una grada que llevaba años adormecida.
En la temporada 2003-04 Baby tomó el testigo de Diego Rodríguez. Alfredo Gallardo anunció el regreso del sempiterno entrenador balono en el transcurso de una asamblea que recibió la noticia con una salva de aplausos.
Con el preparador de Algeciras al mando la Balompédica puso rumbo a la cuarta plaza y una victoria en Cartaya con un gol de Izco en la penúltima fecha del calendario abrió la puerta de la clasificación, refrendada con un triunfo sobre el Portuense en la última jornada (2-0), que acompañado por el revés de San Fernando y Coria, le permitió acabar tercero. El Díter de Zafra apeó a la Balona en la primera ronda de la liguilla (1-1 y 2-1).
Otro de los grandes momentos se remonta al 15 de junio de 2008. Baby, que se había convertido en el as en la manga recurrente del añorado Alfredo Gallardo, había relevado a Carlos Ríos en diciembre de 2007. Un triunfo (2-3) en el San Rafael de Los Barrios permitió a los albinegros la clasificación para la fase de ascenso a Segunda B como terceros clasificados del grupo X de Tercera.
Su primera víctima en las eliminatorias fue el Anguiano. La segunda y definitiva, el Mirandés (ahora asentado en Segunda división). Después de empatar en casa en el último minuto merced a un golazo de Isaac Luis Chico (Copi), los linenses firmaron tablas en Miranda del Ebro, pero a tres, e hicieron valer el valor doble que por entonces se concedía a los tantos logrados a domicilio.
Baby, expulsado, no vio el final del encuentro. Uno de sus inseparables, David Rico, tuvo el mando en los últimos instantes bajo un auténtico diluvio.
No sería justo olvidar tampoco su papel entre bambalinas en otro ascenso a Segunda B, el que la Balompédica consumó el 30 de junio de 1999 después de empatar a dos goles en casa con el Hellín Deportivo. Baby, que había comenzado la andadura en el Algeciras (junto al Cartagena, el otro equipo de su vida), ejerció de asesor de Argimiro Márquez. Es obvio que sus consejos no cayeron en saco roto. Los protagonistas de aquel salto de categoría fueron objeto el pasado diecisiete de noviembre por parte de la Peña Balona, que conmemora este 2025 su medio siglo de vida.
Los descensos
En el currículum balono de Baby también aparecen dos descensos. Dos de esas temporadas en las que el club echaba mano de sus servicios cuando la situación era delicadísima y en las que el míster, que nunca intentó evitar que se sentía más que identificado con su afición, era incapaz de decir que no.
El primero de esos golpes se produjo en la 20021-02, poniendo fin a un periodo de tres años en Segunda B. La delicada situación económica dio pie a una desbandada general en el mercado de invierno. El equipo compitió en la segunda vuelta plagado de prometedores canteranos y logró mantenerse vivo hasta la última jornada, en la que cayó en el Luis Sitjar ante el Mallorca B con un arbitraje más que parcial en beneficio del filial bermellón.
El otro se remonta al curso 2008-09. Baby relevó a Burgueña el primer día de diciembre de 2009. Para entonces habían transcurrido 15 jornadas y los albinegros no conocían el triunfo.
“Baby consumó su exorcismo; otro algecireño, Copi, ejerció de maestro de ceremonias ante el Antequera y la Balompédica volvió a ganar 196 días después”, relataba Europa Sur sobre el desembarco del ahora homenajeado, que por cuestiones burocráticas tuvo que ver el encuentro desde el túnel de vestuarios.
Pero el camino por andar era demasiado amplio y a pesar de ganar en la penúltima jornada al Cádiz (1-2), cuando saltó al césped de Carranza ya se había consumado su descenso, merced al triunfo del Lucena (4-0) sobre el Rácing Portuense.
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