(1-1) ¿Quo vadis, Balona?
Real Balompédica Linense - Xerez DFC | La crónica
Los linenses protagonizan su enésima petardada en casa y firman tablas ante un rival directo, pero quedan en zona de permanencia

La Línea/La historia interminable/insoportable. No se puede escribir aquello de que la Real Balompédica Linense aburre a las ovejas porque no existe ovino que tenga el atrevimiento de ponerse a sufrir un partido en casa de los de La Línea. Porque no se ven, se sufren. Son sencillamente indigeribles. Los albinegros firmaron un patético empate, otro en el Ciudad de La Línea, con un Xerez DFC al que, si lo salva, Fernández Rivadulla habrá hecho méritos sobrados no para que le renueven, sino para que lo canonicen. Por su situación clasificatoria y por el escaso armamento de que dispone. Los linenses podrán utilizar como defensa aquello de que se mantienen en la zona de permanencia. Como si eso, en esta Segunda Federación que debe ser lo más similar futbolísticamente al Calvario, tuviese mucho mérito.
No pudo la Balona con el Xerez DFC. Tampoco con el Xerez DFC. El triunfo albinegro en Don Benito de la pasada semana no es que fuese un espejismo, es que los calabazones continúan militando en esta categoría, pero ya se saben jugando dentro de unos meses en una categoría inferior. Ver jugar a esta Balompédica en casa produce desazón. La afición ni siquiera se enfada. Es más, esta vez se mostró más entusiasta que en las semanas precedentes. La grada ha normalizado, asumido, que su equipo carece de fútbol, de desborde en bandas, de presencia en el área… vamos de casi todo. Limitaciones, mermas, que no es que se hayan precisamente corregido con los fichajes de invierno. Que ése es otro tema.
Ya saben, el atenuante es aquello de la presión, del miedo a perder. Como si la posición que ocupa en la tabla el equipo albinegro fuese consecuencia de un sorteo y no de la infinidad de deméritos que ha ido acumulando desde septiembre. Y una semana y otra y otra. Está ahí porque se lo ha ganado a pulso y es lógico que pague las consecuencias. No ha lugar a más paños calientes.
El partido fue el reflejo de dos equipos que están en la parte baja y que no tienen otra meta que evitar el descenso. El nuevo Xerez DFC de Fernández Rivadulla jugó más juntito, menos osado que lo hacía con su predecesor. Y de hecho en el primer tiempo lo hacía con orden, pero también proyectándose en ataque y por eso la tuvo Abraham en el minuto seis.
Y ya hasta el 29’. Cuando Luis Martínez le echó mano al nueve visitante y no paró hasta que le derribó dentro del área. De esos penaltis que invitan a pensar qué se le habrá pasado por la cabeza al defensor. La pena máxima la lanzó Sergio García. Mal, rematadamente mal. Y el balón lo rechazó Álex Lázaro. Pero esta Balona 2024-24 además de infinitas carencias, tiene mala fortuna. El esférico volvió al lanzador, que ya no desaprovechó la segunda opción.
El tanto visitante cortocircuito más aún a una Balona, que había repetido el dibujo de una semana antes en terreno calabazón, solo que Carlos Cano en lugar de Fran Tena, baja de última hora por lesión. El asunto de las lesiones también merece análisis aparte. Pero Fernández Rivadulla, que dejó en su paso por la Balona adeptos y detractores, pero que trabajador es como pocos, se había quedado con la copla y tendió mil trampas para incomodar a Álex Hernández. El canario, lejos de jugar con la soltura aprovechando que está medio liberado de funciones defensivas lo que hizo fue precipitarse. Una y otra y otra vez.
Así y todo llegó el empate. A nada del descanso. Casi (y sin casi) se podría decir que en la primera ocasión de los locales. Fran Carbiá fue (es) el más listo tras el saque de una falta y se la puso a João Pedro, que despistó a su par y mandó a la red.
Segundo tiempo sin nada
El segundo tiempo se hizo eterno, agónico. La Balona era incapaz de tener la pelota, entre otras cosas porque no encontraba a Álex Hernández y tampoco desbordaba. Es cierto que tenía predisposición. Tantas ganas como desacierto. O incapacidad vaya usted a saber.
Avanzaba el cronómetro y literalmente lo único que pasaban eran los minutos. Lo más parecido a fútbol lo ponía João Pedro. El brasileño fue de largo (una vez más) el mejor de los de casa. Junto a Toni Jou, que sostuvo el medio del campo con su certero trabajo.
Pasado el cuarto de hora tuvo un par de escaramuzas el bloque visitante. Sin consecuencias. Hasta el 68’ no entendió necesario Javi Moreno realizar el primer cambio. O no veía el panorama tan mal como se apreciaba desde fuera o confía entre poco y nada en su banquillo.
Pero vaya, que los que salieron no aportaron nada de nada. La afición se fue del campo sin enfadarse. Triste. La realidad es que o este equipo es capaz de dar un pasito adelante o su permanencia está más en manos de que sigan fallando los de abajo (que dado su nivel lo van a hacer) que en sus propios méritos. Qué difícil resulta de un tiempo a esta parte ser de la Balona.
Ficha técnica
Real Balompédica (1): Álex Lázaro; David Hernández, Luis Martínez, Moha Hamdoune, Fran Moreno; Toni Jou, Carlos Cano, Álex Hernández (Carlos León, 68’), João Pedro (Adri Carrasco, 87’); Fran Carbià (Alberto Fuentes, 80’) y Jack Harper (David Pecellín, 80’).
Xerez DFC (1): Matías Ramos; Beny, Antonio Oca, Antonio Salguero, Marcelo; Rafa Parejo, Espinar (Álvaro Martínez 79’), Sergio García (Ilias Charid, 56’), Jacobo (Fran Núñez, 56’); Juaniyo (Ingoma Mwanza, 61’) y Abraham (Ilias, 56’).
Árbitro: Lluis Balle Reus (Palma de Mallorca), Sobresaliente. Justo en el reparto de tarjetas. Acertó en el penalti.
Tarjetas: Amarillas a los locales Luis Martínez (29’), Toni Jou (34’) y Moha Hamdoune (43’), así como a los xerecistas Espinar (37’), Juaniyo (43’), Salguero (63’) e Ilias (80’).
Goles: 0-1, Sergio García, al aprovechar un rechace de Álex Lázaro tras un penalti lanzado por él mismo (29’). 1-1, João Pedro remata desde cerca una asistencia de Fran Carbià (43').
Incidencias: Encuentro de la vigésimo tercera jornada del grupo IV de la Segunda Federación, disputado en el Ciudad de La Línea, en tarde casi primaveral. En el los momentos previos el conjunto local brindó un afectuoso reconocimiento al flamante presidente de la Federación Andaluza, Pedro Curtido, y al responsable de dicho organismo en la provincia de Cádiz, José Antonio Neva, un acto al que se sumó el conjunto visitante.
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