Rafa Escobar afea a la Balona que desvelase datos de la negociación para su fichaje
Real Balompédica Linense | Segunda Federación
"No voy a hablar de cifras, pero es de mal gusto dar detalles de una conversación privada, define a quien lo hace", sostiene el preparador
El cordobés asume que exigía dos años más de contrato porque necesita "tener la espalda cubierta"
Rafa Escobar y las cifras de la discordia
Balona-Rafa Escobar: posturas encontradas

El exentrenador de la Real Balompédica Linense Rafa Escobar ha afeado al club que haya hecho públicos detalles de las negociaciones que mantuvieron a comienzos de la presente semana, encaminadas a que tomase las riendas del equipo de Segunda Federación, que no fructificaron. “Yo no voy a decir cifras, pero me parece mal que se hable de cantidades, creo que demuestra muy poca ética y define a quien lo hace”, señala en referencia al máximo accionista, Andrés Roldán, y al director deportivo, Mario Galán, que fueron los que comparecieron en rueda de prensa para dar la versión de la entidad sobre esta polémica. “Yo estaba hablando con un club centenario, negociando con gente profesional, y creo que eso es de mal gusto, que queda mal, dar daros de esas conversaciones”.
Este miércoles, el máximo responsable de la Balona y su mano derecha en el apartado deportivo explicaron a los medios su versión de las causas que llevaron a la ruptura de las negociaciones para la contratación de Rafa Escobar como primer entrenador del equipo de Segunda Federación, lo que acabó derivando en la contratación de Antonio Ruiz Romerito.
El club sostiene que le ofreció en su última oferta al entrenador 5.000 euros por las siete semanas que restan de competición, más una cláusula de otros 5.000 si el equipo evitaba el descenso y que sólo le garantizaba la continuidad en el banquillo si los albinegros lograban la permanencia. Roldán y Galán explicaron que el míster solicitó 10.000 euros fijos y dos años añadidos de contrato, fuese cual fuese la suerte de los albinegros esta temporada.
Escobar asegura que sólo tiene conocimiento de esta información por terceros ("me han llamado muchos amigos"), ya que no ha querido leer ni escuchar información alguna referida a este asunto.
“Me gustaría que la afición comprendiese que mi posición es totalmente distinta a la de, por ejemplo, hace siete semanas”, que fue cuando tomó las riendas del Egabrense, líder del grupo cordobés de Primera Andaluza. “Igual si la llamada se hubiese producido entonces hubiésemos llegado a un acuerdo”.
“¿Cuál es la diferencia? Pues muy sencillo: estoy en un equipo con el que todo el mundo está muy ilusionado, todo un pueblo [en referencia a Cabra (Córdoba)] está detrás y aunque existe una cláusula que me permite irme si me llamaba la Balona, en la situación actual le tendría que dar a la directiva un motivo convincente”, detalla.
“Por otro lado he abierto una empresa hace tres mes y medio, con un socio, hemos hecho una inversión y no le puedo decir me voy porque sí, sino explicándole que tengo un contrato que no puedo rechazar”, continúa. “Yo nunca le voy a decir que no a la Balona, pero me coge en un momento especial y es la primera vez que dejo el aspecto sentimental a un lado”.
Las negociaciones, paso a paso
“Mario [Galán] me llamó y la primera oferta es casi idéntica a la que yo tengo en el Egabrense”, sostiene Escobar. “Mi respuesta es que le agradecía de corazón que se hubiese acordado de mí pero que no podía aceptarlo. Él me pregunta cuáles eran mis pretensiones y les digo tanto por estos dos meses”.
“Yo no voy a dar cifras, no voy a hablar de dinero”, recalca. “Creo que en los muchos años en los que he estado en la Real Balompédica Linense me han enseñado una ética profesional: que cuando hablo con una persona un tema privado, de mi boca no va a salir detalles de esa conversación”.
“La realidad es que yo le digo para estos dos meses tanto y dos años más de contrato y Mario [Galán] ya me advierte que es complicado, aunque quedamos en que le trasladaría mi petición al presidente”, recuerda. “En la segunda llamada ya se acerca algo a lo que yo había pedido, pero sin garantizarme el contrato en caso de descender”.
“Le hice ver que yo no iba a cambiar de postura y que ya tenían mi oferta, porque en caso de ir a La Línea quería tener la espalda cubierta”, dice. “Vaya, en dos palabras, que si yo arriesgaba, también arriesgase el club, pero no hubo acuerdo y no pasa nada, asunto concluido”.
"Para salvar su imagen han querido echar agua sobre Rafael Escobar. Era el paraguas perfecto"
“A mí lo que me da la sensación es de que digamos que para salvar ellos su imagen lo que intentan es tirar agua encima de Rafael Escobar”, denuncia. “Era el paraguas perfecto para todo esto”.
“Confieso que a mí me ha sentado mal, pero mal por el club. A mí no me van a hacer daño, lo tengo claro. Tengo mi conciencia muy tranquila. Esta vez no ha podido ser, como otras veces sí ha sido y no pasa nada”, asegura. “Lo que me pregunto es qué pensará el entrenador [en referencia a Romerito] al escuchar esto. No sé si se le pasará por la cabeza que es segundo plato”.
“En mi opinión, la Balona ha manejado mal este asunto y lo que hay que hacer es darlo por zanjado y hablar de lo que hay que hablar, que es el partido con el Orihuela, que es fundamental”, sigue, en referencia al duelo del próximo domingo (18:30) de los linenses en suelo alicantino.
“El que me conoce sabe perfectamente que hubiera ido sin hablar siquiera del tema económico, pero, bueno, tengo 55 años, unas responsabilidades y para ir tendría que ir con la espalda cubierta”, insiste.
“El que quiera pensar que no quería ir está en su derecho, pero yo tengo la suficiente personalidad para habérselo dicho a Mario [Galán] desde el primer momento y, todo lo contrario, lo que le dije es que no podíamos perder tiempo para que fuese yo u otro compañero, el que llegase tuviese el mayor número de entrenamientos posible para preparar este primer partido”, se defiende.
Escobar sostiene que la abrupta ruptura de las negociaciones no le cierran la puerta para un futuro regreso (“no tiene nada que ver, esto es fútbol y todos sabemos como funciona) y a la pregunta de si entiende que haya aficionados que le llamen pesetero, replica: “Digo mismo, cada cual puede pensar lo que quiera, pero no lo soy, sólo miro por mis intereses”.
“Un mensaje final, que a nadie se le olvide que los entrenadores y los jugadores pasamos, pero los directivos también y que lo que queda es el club, esos colores blanco y negro y, lo más importante, una afición que es la que sostiene a la entidad”, finaliza.
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