Rafa Ortiz, el verdugo incómodo

Dos exbalonos, uno muy reciente, Rafa Ortiz, y otro de hace ya cierto tiempo, Hugo Díaz, pueden convertirse este domingo 20 de abril (12:00) como integrantes del Linares Deportivo en los últimos verdugos del descenso de la Real Balompédica Linense, que si se concatenan una serie de resultados, dejará de ser equipo de Segunda Federación. El defensa, que vistió la camisola albinegra la segunda mitad del pasado curso, recalca que ahora se debe al equipo jiennense y que a éste no le cabe la relajación porque aún pelea por el play-off, pero asume que le corresponde ejercer un papel “incómodo”.

“Lo llevo pensando desde que acabó la jornada pasada, no es plato de buen gusto, más bien es una situación desagradable”, asume Rafa Ortiz. “Aunque yo estuve poco tiempo en el club tanto la gente de dentro como la de fuera me trataron de manera extraordinaria y siempre le voy a desear lo mejor a la Balona. Va a ser un partido emocionalmente delicado”.

“Pero hay que tener en cuenta es que nosotros, mientras haya opciones matemáticas, vamos a pelear a muerte por estar en el play-off, porque es algo muy bonito”, desliza. “Si sacamos los tres partidos con victorias y nos acompaña un poco la suerte… vaya que tenemos derecho a soñar”.

“De verdad que siento mucho esta situación por todos los balonos, pero nosotros mientras tengamos opciones de play-off vamos a ir a cuchillo a por ello, porque ha habido momentos esta temporada en los que lo hemos pasado muy mal. Gracias al cambio de entrenador revertimos esa situación y poco a poco hemos ido escalando y ahora queremos luchar a muerte por el premio gordo”, dice, haciendo hincapié en la importancia de la llegada en diciembre de Pedro Díaz (ex jugador de la casa) como relevo de José Antonio Milla.

El papel de Hugo Díaz

Junto a Rafa Ortiz llegará al Ciudad de La Línea otro exbalono, el cordobés Hugo Díaz, segundo mejor artillero del grupo IV de la Segunda Federacióncon once dianas, entre ellas, las cuatro últimas que ha anotado el conjunto azulino en competición.

“Hablamos mucho los dos de nuestro paso por La Línea y los coincidimos que es un sitio espectacular tanto en el apartado deportivo como para vivir”, detalla Rafa Ortiz.

“De él a nivel personal qué vamos a decir, es un tío espectacular”, continúa en referencia al centrodelantero. “Viene un de un descenso, lo pasó especialmente mal y gracias a que es un profesional como la copa de un pino, un gran capitán, sigue demostrando que es un killer, ahí están sus once goles y eso es esta categoría, en la que los partidos son muy cerrados, no es fácil. Es un espectáculo estar a su lado".

La exigencia de jugar en la Balona

Los dos exbalonos del Linares forman parte de una interminable relación de jugadores y técnicos que o bien no triunfan en su paso por La Línea o forman parte de proyectos deportivos que se quedan lejos de alcanzar sus objetivos y sin embargo rinden a buen nivel en los conjuntos en los que recalan posteriormente.

“Yo estoy convencido de que mi rendimiento fue bueno y de hecho yo tenía intención de seguir en el club, pero Miguel Rivera [el entrenador que comenzó la temporada al frente de la Balompédica] no contó conmigo y así me lo comunicó Mario Galán. Admito que me dio mucha pena irme, porque como decía antes, nos trataron muy bien allí”, puntualiza el zaguero, que en la presente andadura ha jugasdo 29 partidos, todos ellos como titular y ha aportado dos goles.

“Como le sucede al Linares, la Balona es un histórico, con mucho entorno, mucha exigencia y todo eso a muchos jugadores les puede pesar”, comenta. “Yo apenas he visto partidos, pero eso es un poco lo que le puede estar pasando esta temporada, hay muchos futbolistas que vienen de otras categorías, que no están acostumbrados a esa presión, a estar en esas situaciones y les puede pasar factura".

“Se me ocurre que la explicación puede ser la exigencia del club, porque en otros igual no existe la misma y el jugador se siente más liberado”, finaliza.