Romerito: "Nos falta contundencia en las dos áreas, hay que dar un paso adelante"
Real Balompédica Linense - Águilas | Entrenadores
"Ya no regalo más minutos, el que no sea agresivo se caerá de la alineación", advierte el entrenador de la Balona, que califica la derrota ante el Águilas como "un palo"
(0-1) Lenta y angustiosa agonía

El entrenador de la Real Balompédica Linense, Antonio Ruiz Romerito, se mostró muy crítico con su equipo tras la derrota cosechada ante el Águilas (0-1), en encuentro de la vigésimo novena jornada del grupo IV de la Segunda Federacion. “Tenemos que ser un equipo mucho más agresivo. Entré en el vestuario con un mosqueo tremendo y les he recordado qué escudo es éste y que ésta es la Recia”, dijo en su comparecencia ante los medios.
Romerito se refirió en varias ocasiones a la “falta de contundencia” de sus hombres “en las dos áreas”. “Al final, pierdes un partido que era fundamental y más con el resultado que se había dado en San Fernando, que había perdido con Don Benito. Un triunfo nos hubiese acercado a la promoción. Dejamos pasar una oportunidad muy grande”.
El preparador sevillano exige a su escuadra que dé “un pasito adelante”. “Hay futbolistas que sí lo dieron en este partido, pero otros tienen que dar un poquito más”.
“Al final le estábamos diciendo que había que jugar más en largo, porque no estábamos generando y había gente abierta en vez de busca la segunda jugada”, detalló para señalar la falta de concentración de los locales.
“Lo he dicho en la caseta, ya voy conociendo a la plantilla y no regalo más minutos”, comentó. “El que no sea contundente, agresivo y que no aumente su rendimiento, pues irá cayendo de la once inicial”.
"En los diez primeros minutos de la primera parte no estuvimos bien, pero en los veinte o veinticinco últimos el equipo sí que generó un poquito más e incluso tuvimos alguna ocasión para marcar", analizó.
"Tras el descanso lo intentamos pero más por corazón que es por cabeza y encima nos metieron el gol en la primera ocasión que nos generaron", recordó. "Un tanto que yo creo que es evitable, porque pudimos hacer falta para cortar esa transición y que nos enseñasen la amarilla, como hacían ellos. Lo que estamos hablando de la falta de contundencia. Con el marcador en contra intentamos llegar, pero no pudimos".
"Yo desde el banquillo, no paré en los últimos quince últimos minutos de pedir que colgásemos balones, porque era la única manera en la que podíamos hacer daño", explicó el míster. "De hecho así llegamos a tener alguna ocasión, aunque a la contra también nos pudieron meter algún gol más ellos".
"Ahora sólo queda convencer a los jugadores con el trabajo durante la semana de que tenemos que dar ese pasito y tenemos que sumar los tres puntos", detalló el entrenador albinegro, que se muestra inasequible al desaliento, en referencia al compromiso del próximo domingo (18:00) frente al Xerez Deportivo. "Es que no hay otra".
"Yo creo que podemos cambiar la dinámica, hay que vencer al Xerez, ir a Villanueva a ganar y esos puntos nos podrían dar la vida", continuó, aunque asumió que la derrota ante el Águilas fue "un palo muy duro".
"Pero un palo para toda la afición, para los que están en el club y hasta para mi propio cuerpo técnico y para los jugadores, porque había un ambiente bueno y era el momento de haber sumado los tres puntos o, por lo menos, no perder", subrayó.
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