Cuidado al buscar trabajo: las ofertas falsas son más difíciles de detectar que nunca

Desde hace varios meses se viene detectando un aumento en el número de ofertas falsas que se publican en los portales de empleo en España, un fenómeno que no es exclusivo de nuestro país y que tiene su correlato en miles de portales web repartidos por todo el mundo. Especialistas en ciberseguridad han establecido una correlación entre el incremento de estas ofertas fraudulentas y la explosión de la IA a la que estamos asistiendo desde el pasado año.

En particular preocupa el uso de herramientas como ChatGPT, que son capaces de redactar ofertas de trabajo con una gramática extraordinariamente convincente en múltiples idiomas. Esto permite a estafadores en países como Rusia, Bielorrusia o Irán publicar sus ofertas falsas en España incluso sin comprender una sola palabra de castellano, y, además, se puede usar la misma herramienta para interactuar después con quienes se postulan a la oferta.

Las ofertas falsas pueden publicarse con diferentes objetivos

La compañía de seguridad digital ExpressVPN lleva tiempo analizando este tipo de ofertas falsas, y sugiere que existen diferentes motivos para publicarlas. En algunos casos, parece que las grandes empresas publican ofertas sobre puestos de trabajo inexistentes para generar una sensación de crecimiento entre sus inversores, lo que impulsaría al alza su capitalización de mercado. Pero hay otros motivos que deben preocupar más a los aplicantes.

Uno de los que destaca en los últimos años es el robo de datos. Los hackers pueden publicar ofertas falsas con la intención de recopilar un gran número de currículums, o lograr que miles de aplicantes rellenen un mismo formulario de solicitud de empleo. Entre la información que buscan los hackers destacan los números de teléfono, los correos electrónicos, la dirección de las redes sociales, la dirección postal, y la entidad bancaria de las víctimas.

Estos datos se pueden emplear después con fines maliciosos, incluyendo el hackeo de redes sociales –generalmente con la intención de usarlas para la desinformación o la propaganda–, el robo de cuentas en tiendas online, o la vulneración de las tarjetas bancarias de las víctimas. Por eso desde las empresas de seguridad digital se nos alerta sobre la necesidad de limitar la información que compartimos al postularnos a una oferta de trabajo.

La venta de datos en la dark web

Aunque en ocasiones son los propios hackers quienes tratan de vulnerar las cuentas de las víctimas, también es frecuente que opten simplemente por vender la información para que sean otros quienes intenten el hackeo. La venta de bases de datos es mucho más difícil de rastrear, lo que garantiza a los hackers un cierto grado de impunidad ante este tipo de delitos, sobre todo cuando se encuentran fuera de España.

Estas bases de datos con información robada acostumbran a distribuirse en la dark web, donde existen numerosos foros de hackers en los que se compra y vende todo tipo de datos. Las criptomonedas han facilitado enormemente estas transacciones, sobre todo en el caso de divisas como Monero, que no permiten el rastreo de las transacciones ni siquiera para los usuarios que participan de su blockchain.

Esto también dificulta todavía más la recuperación de las cuentas robadas en caso de que los hackeos tengan éxito. Rastrear a la persona que hizo pública la oferta de empleo falsa no permitirá localizar al hacker a cargo del robo de cuentas, y, además, un desempleado o desempleada puede postularse a cientos o incluso miles de ofertas cada semana, lo que imposibilita la localización de la oferta fraudulenta.

Las estafas de empleos falsos

Más fácil resulta identificar las ofertas de empleo falsas que intentan estafar de forma más rudimentaria a los aplicantes. Este tipo de ofertas son muy anteriores al auge de la inteligencia artificial, e incluso existían antes de la propia internet. Las estrategias empleadas por los estafadores en este tipo de ofertas fraudulentas han variado muy poco a lo largo de los años, así que las autoridades las conocen muy bien.

Las ofertas-estafa suelen promocionar puestos de trabajo con un sueldo muy alto, pero sin apenas requerimientos de acceso. Generalmente se trata de supuestos trabajos que se desarrollan al menos parcialmente lejos del país, con lo que los estafadores acostumbran a mencionar trabajos en la marina mercante o las empresas de hidrocarburos. Esto les permite solicitar después un pago en supuestos conceptos de formación.

Las autoridades nos recuerdan que los trabajadores o trabajadoras no deben pagar a las empresas bajo ninguna circunstancia para financiar su propia formación, que debe correr a cargo de la compañía. Y lo mismo puede decirse sobre los uniformes o cualquier otro elemento indispensable para el desempeño del trabajo. Si nos piden dinero para trabajar, debemos denunciar la oferta ante los portales de empleo para que puedan retirarla lo antes posible.