Maximiliano Calvo transforma su historia de adicción en una gira terapéutica por centros de rehabilitación en España
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El músico argentino recorre instituciones especializadas compartiendo su experiencia de recuperación a través del arte y el diálogo directo con pacientes

Tras varios años alejado de los escenarios debido a problemas de adicción, el músico argentino Maximiliano Calvo ha iniciado una gira poco convencional por centros de rehabilitación en España. Más allá del carácter musical, la iniciativa busca tender puentes entre el arte y la salud mental, ofreciendo un espacio íntimo de diálogo, emoción y testimonio.
La gira, que abarca más de una veintena de centros de tratamiento, se presenta como una experiencia híbrida: parte concierto, parte conversación. Calvo comparte escenario con Álvaro Bermejo, terapeuta y director del centro Iddem Adicciones, con quien ha diseñado este recorrido que pone el foco en la dimensión emocional de la recuperación.
Uno de los momentos más destacados tuvo lugar en el Instituto Castelao, centro de adicciones de Málaga, donde pacientes y profesionales vivieron una jornada cargada de simbolismo. Allí, antes de interpretar Una temporada mala —tema compuesto durante su proceso de rehabilitación—, el artista expresó: “No vine a dar un show. Vine a devolver algo que me salvó la vida”.
Alejado de los grandes festivales y salas comerciales, Calvo optó por un circuito más humano e introspectivo. Según explica, cantar en estos espacios representa una forma de redención y de conexión auténtica con quienes atraviesan situaciones que él mismo conoce de cerca. La música, en este contexto, actúa como catalizador emocional, facilitando la expresión de sentimientos muchas veces reprimidos en entornos clínicos.
La propuesta ha despertado interés tanto en el ámbito terapéutico como en el artístico, no solo por el carácter poco habitual de la gira, sino también por su enfoque interdisciplinar. El repertorio de Calvo mantiene la esencia de sus raíces musicales —entre el bolero y la canción urbana—, aunque su lírica actual se vuelve más introspectiva y vinculada al proceso de sanación.
En cada parada, el mensaje parece ser el mismo: la recuperación es posible, y el arte puede ser una herramienta poderosa en ese camino. Para muchos de los asistentes, la experiencia ofrece una imagen tangible de lo que implica la resiliencia, la recaída y el renacimiento.
Más que una gira, Maximiliano Calvo ha puesto en marcha una forma alternativa de acompañar procesos terapéuticos, donde la música no es solo entretenimiento, sino también medicina.
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