El Hyundai Kona logra el reto: Madrid-Jerez en el día

El gran reto para el sector de los vehículos eléctricos hasta el momento había sido su autonomía. Sin embargo, el Hyundai Kona demostró el pasado lunes que es posible realizar trayectos largos en el día sin ningún problema. La prueba se realizó de Madrid a Jerez, con una única parada en la que se contrastó el tiempo de recarga del coche, mientras los ocupantes de la expedición realizaban una parada para comer. De esta forma se consiguió acabar con una de las grandes dudas acerca de los coches movidos por electricidad, al mismo tiempo que se celebraba el décimo aniversario de la apertura del concesionario de Guadalete Motor en Jerez.

Atocha fue el inicio de la ruta del Kona eléctrico. Cuatro integrantes se subieron a bordo del vehículo de hyundai para comprobar si era capaz de completar un trayecto de varias horas, a las velocidades legales, con ocupantes y, también, con peso de equipaje. Nada más verlo, este coche muestra su atractivo diseño. Las llantas, la parrilla cerrada y su bajo dan la impresión de un vehículo aerodinámico. Los faros dobles con luces ‘full LED’ están acompañados de las luces de conducción para el día. Las barras de la techumbre, que soportan hasta 80 kilogramos de peso, no sólo aportan mayor capacidad de transporte, sino que también estilizan el acabado exterior de este SUV. Tras visualizarlo por fuera, llegó el momento de guardar el equipaje en el maletero -con 332 litros de capacidad- y comenzar la marcha hacia el concesionario de Guadalete Motor.

El ruido de Madrid se metía dentro del Kona. Silencioso, su marcha por las calles de la capital española sólo se acompañaban por el sonido de los coches que circulaban a su alrededor. El contraste dentro del coche era bastante llamativo por la contraposición que suponía en un lugar contaminado acústicamente.

En la ciudad, el vehículo, que además de eléctrico era automático, respondía a las necesidades del conductor para moverse entre las colapsadas calles de Madrid. Antes de iniciar la marcha se había elegido el modo de conducción ecológico pulsando únicamente un botón. Además de este, se podían seleccionar otras dos opciones: deportivo o normal.

Los tres ocupantes que hacían la vez de pasajeros disfrutaban del espacioso coche eléctrico. Mientras tanto, había quien configuraba la pantalla táctil del salpicadero para que el silencio que aportaba el navegador pasase a ser a su vez sonido en forma de lista de reproducción de ‘Spotify’.

Los ocupantes hablaban de la buena conectividad del Kona eléctrico, mientras que también había quien pedía la entrada de ‘usb’ integrada para conectar el móvil al coche y recargar la batería del teléfono. La conexión a través de este cable permite, además, que los mensajes recibidos a través de la aplicación de mensajería instantánea de Whatsapp sean leídos por el asistente de voz del vehículo. “Necesito que me digas si la pieza finalmente fue publicada en el periódico”, se escuchaba por los altavoces tras aceptar la lectura del mensaje. Para responder, fue suficiente con pulsar uno de los botones del volante tras la pregunta del asistente. Tras pensar la respuesta, el mensaje fue contestado sin problemas a través de mensaje escrito, no por voz. A pesar de que dentro de la ciudad apenas se gasta batería, todos estos movimientos generan un recorte de kilómetros de recorrido, al igual que en un coche híbrido o impulsado por combustible.

El agarre del volante, tanto por ciudad como por carretera es suave y permite una conducción dinámica y relajada. A su vez, el acelerador permite un proyección muy suave dentro del entorno de la ciudad, mientras que en carretera es posible acelerar con una fuerza similar a la de los coches movidos por combustible.

Durante el manejo del coche, llama especialmente la atención el sistema de frenado inteligente. Tanto dentro de la ciudad como cuando sales a carreteras convencionales, autovías o autopistas, el coche disminuye la velocidad si encuentra un vehículo o un obstáculo para mantener la distancia de seguridad oportuna. Aunque pises el acelerador a fondo, si el vehículo observa a través del sistema gps que hay un elemento con el que se podría colisionar comenzará a frenar de forma progresiva hasta que estime que se dan las conducciones de seguridad oportunas para volver a tomar velocidad.

Esto se pudo comprobar varias veces durante el viaje, tanto en adelantamientos en carretera como a la llegada a Jerez. Una vez alcanzada la distancia mínima de seguridad, el Kona igualaba su velocidad a la del vehículo que se encontraba delante hasta que se realizara el cambio de carril para el adelantamiento. En ciudad se cruzó un coche a la salida de una intersección y rápidamente el Hyundai reaccionó bajando la velocidad hasta comprobar que el obstáculo había tomado una distancia segura y una velocidad normal.

La conducción autónoma es una realidad cada vez más cercana. El Kona es una demostración de ello. Además de lo anteriormente comentado, durante el trayecto reaccionó al despiste de uno de los conductores para mantener el vehículo centrado dentro del carril. El momento en el que detectó la línea, el coche se colocó nuevamente en el centro del mismo para evitar una salida de la calzada.

Con el paso del tiempo y el recorrido, la batería iba disminuyendo su tiempo de carga. El conductor podía comprobarlo a través de la pantalla de 17.8 centímetros, a la vez que comprobaba en un leve vistazo cómo su conducción influía en la autonomía del vehículo. Aunque aún se podía continuar, era el momento de parar en La Carolina para recargar, que no repostar.

Mientras los miembros de la expedición descansaban las piernas y almorzaban, el vehículo se quedaba en una estación de recarga. “¿La rápida o también la lenta?”, cuestionaba empleado. La primera se refiere a la recarga en un 80% de la batería en apenas 38 minutos; la segunda es la del 20% restante, que suma una hora más de parón. Con la autonomía al 100%, la cuestión era fácil de formular: “¿Cuánto es?” La respuesta fue “16 euros”.

El tramo final del viaje se realizó con la misma comodidad que la disfrutada desde el inicio, sin cambio en la conducción y viendo que la autonomía respetaría una llegada tranquila a Jerez. A la llegada, una copa de jerez para celebrar el reto conseguido: Madrid-Jerez en un Kona eléctrico sin problemas. Y una frase: “Esto hace un año era impensable”.