Muere por sobredosis un histórico del trapicheo en Guillén Moreno

CÁDIZ/La desarticulación de un nuevo punto de venta de drogas en la ciudad ha puesto de manifiesto una práctica que lejos de abandonarse está a la orden del día. Aunque en este caso la vivienda desde la que se suministraba la droga se encontraba en la avenida José León de Carranza, zonas como Guillén Moreno o la frontera entre el Cerro del Moro y la barriada de la Paz siguen siendo las que lideran el ranking en cuanto a menudeo se refiere.

La baja de alguno de los vendedores, por los motivos que sea, es cubierta rápidamente por un nuevo proveedor. Este pasado miércoles por ejemplo la Policía Nacional tuvo que acudir a una vivienda de Guillén Moreno tras la llamada de un vecino para certificar la muerte, posiblemente por sobredosis, de un histórico del trapicheo, El Chano, conocido por los agentes tanto por dedicarse durante años al narcotráfico como también por sus coqueteos con el mundo de los atracos, lo que provocó que pasara más de una temporada en prisión.

Fuentes consultadas ayer por este diario comentaron sin embargo que no han detectado un aumento considerable en el consumo de droga, sobre todo rebujito, en los últimos tiempos, aunque la tradicional costumbre de viajar periódicamente a Sanlúcar para comprar heroína y cocaína se mantiene vigente. Ese rebujito, altamente adictivo, está provocando más de un disgusto entre algunos vecinos de estos barrios que está recayendo en sus viejas adicciones, si es que alguna vez pudieron alejarse del todo de ese caballo que durante décadas transformó en muertos vivientes a muchos jóvenes.

Por más que la Policía Nacional extrema sus vigilancias, por más que detiene periódicamente a vendedores, siempre hay alguien que quiere retomar el negocio, a pesar de los riesgos que este lleva consigo. Entre otros, el morir de sobredosis si se inyecta una heroína de mayor pureza que la que el cuerpo es capaz de soportar.