La falta de personal lleva al límite el funcionamiento del Ayuntamiento de Cádiz
La ausencia de procesos de incorporación de nuevos funcionarios está llevando a la plantilla al límite y obligando a cerrar instalaciones, como ocurría este lunes con la biblioteca del barrio de la Viña
El gobierno de Bruno García asegura que está en el camino de la solución, ante las denuncias del sindicato UGT
El Ayuntamiento de Cádiz no está funcionando al 100%. Tiene un problema, un grave problema, relacionado con el personal. Y no se trata de que no cumpla con su labor el funcionariado y el personal laboral, ni mucho menos; sino de que la carga de trabajo es muy superior a las manos que hay disponibles para ejecutarlo. Así lo vienen denunciado desde hace tiempo los sindicatos y así lo reconoce también el propio gobierno local. Y esta situación afecta a prácticamente todas las dependencias y todos los servicios que presta el Ayuntamiento.
Posiblemente la cara más visible, la punta del problema, está en las instalaciones municipales deportivas, culturales y de otra índole, que de manera puntual o permanente no pueden sencillamente abrir sus puertas por falta de personal que lo haga o que atienda esos espacios una vez abiertos. En la última semana, de hecho, han sido dos los episodios relacionados con esta casuística cada vez más repetida; hace unos días fue la piscina del polideportivo Ciudad de Cádiz la que no pudo funcionar por esa falta de personal, y este lunes era la biblioteca municipal del barrio de la Viña la afectada.
El sindicato UGT era en este caso quien daba la voz de alerta anunciando que la biblioteca situada junto al Campo del Sur permanecería cerrada “sin fecha de apertura” por la falta de personal, recordando que tanto este equipamiento de la Viña como el de Santa María “carecen de personal desde su creación y aún siguen sin aparecer ni tan siquiera en el RPT”.
Pero como señala la presidenta del comité municipal, Irina Sáinz, el problema va mucho más allá de estas instalaciones que puntualmente no pueden abrirse. “Hay un montón de plazas y puestos que no se cubren porque no hay bolsas, o porque hay bolsas pero no se firman, además de peticiones de Personal que se podría contratar pero no se hace”, resume respecto a lo que define como “un problema complejo” del Consistorio con su plantilla.
Efectivamente, al Ayuntamiento se le suman varios factores que han impedido, por un lado, ampliar la plantilla y realizar incorporaciones y que, por otro, ha frenado en seco las vías antes habilitadas para cubrir bajas o prestar trabajos temporales. Apenas hay bolsas de empleo, ya que las existentes tenían una antigüedad excesiva y fueron suspendidas; y si no hay bolsas, no hay sustituciones posibles. Ha habido también un proceso de estabilización de la plantilla “que se ha alargado demasiado” y para el que se llegó a un acuerdo de no convocar concurso alguno hasta resolver esta cuestión. Y hay un rechazo extremo a volver a repetir el escenario provocado con los interinos que ahora hay que estabilizar tras tantos años sin procesos de incorporación de funcionarios.
Todo esto se viene traduciendo en instalaciones que no pueden abrir, en un servicio de recaudación ejecutiva “donde no se están tramitando determinados expedientes” y donde el propio alcalde reconocía hace unos días que se había pasado de ocho a dos trabajadores; un área de Servicios Sociales “que tienen muchas solicitudes en espera” y cuyos trámites realizan actualmente apenas media docena de auxiliares administrativos; conserjes sin vacaciones, centros sin personal subalterno, etcétera. “Ahora mismo completo solo está el área de Contratación. Es el único en todo el Ayuntamiento que funciona al 100%”, aseveran desde UGT. El problema llega al contrato de limpieza, cuya falta de inspectores impide vigilar al 100%; o al área de Urbanismo, que ve cómo el Ayuntamiento tiene que externalizar la redacción de proyectos (como el del nuevo pabellón Fernando Portillo o algunas de las promociones de viviendas que están en marcha).
¿Qué se está haciendo para dar solución a este problema?
Desde el gobierno municipal se asegura que están trabajando en reconducir esta situación heredada de los últimos gobiernos de José María González -recuerdan-. De hecho, el equipo de Bruno García insiste en que encontró al llegar hace ahora 11 meses unas 60 vacantes sin cubrir “y sin programación hecha respecto a las jubilaciones y las bajas”.
Por ello, dos son las vías a las que está recurriendo el gobierno actual. La primera es la de encontrar “soluciones de urgencia”, como se hizo la pasada semana con la piscina del Ciudad de Cádiz o la que anunció este lunes Maite González para la biblioteca de la Viña; una solución que pasa por incorporar a nuevos trabajadores a través de la figura de la Acumulación de tareas, que bajo unas premisas, unos condicionantes y un período de tiempo reducido permite una contratación exprés a la plantilla municipal. O como ha hecho Urbanismo incorporando de manera temporal dos arquitectos y dos arquitectos técnicos, tal y como anunció el viernes José Manuel Cossi.
La segunda vía, la que provocará la solución definitiva, es volver a sacar convocatorias públicas de empleo. “Es una solución permanente, pero se trata de un proceso que va a tardar años”, explican fuentes municipales en referencia a esta reactivación “de las ofertas de empleo público de años anteriores que deberían haberse sacado y no se hicieron”. “Son procesos muy garantistas y largos”, añaden, pero que terminarán dando cobertura a esas vacantes que hoy en día están dificultando -y mucho, según los sindicatos- el funcionamiento del Ayuntamiento.
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