Acerinox invertirá 21 millones en la instalación de un nuevo horno

La compañía cierra el primer trimestre con 58 millones de euros de beneficios y espera un repunte en el segundo

A la expectativa ante la posible 'guerra' de aranceles

Nueva línea de recocido y decapado en la fábrica de Palmones.
Nueva línea de recocido y decapado en la fábrica de Palmones. / Jorge Del Águila
Raquel Montenegro

28 de abril 2018 - 01:37

Los barrios/Acerinox suma una nueva inversión a su listado para los próximos meses. El consejo de administración ha aprobado la instalación de un nuevo horno que tendrá un coste de 21 millones de euros con el objetivo de aumentar la eficiencia de la producción de acería. Se suma a otras dos actuaciones ya anunciadas y parcialmente en ejecución, de 10 millones para la actualización de una de sus líneas de recocido y decapado y de 6,6 millones para mejoras ambientales.

La nueva inversión aprobada por el consejo de administración supondrá según la compañía "mejorar la calidad del acero que se produce e incrementar la capacidad". También está orientada, como la inmensa mayoría, a la mejora de la eficiencia y reducción de emisiones, al permitir disminuir el consumo de materiales y suministros en los procesos y una rebaja de las emisiones de acería. Otro horno igual será instalado en la fábrica de Columbus, en Sudáfrica, aunque en este caso con un coste menor (12 millones).

Acerinox anunció ayer esta nueva inversión durante la presentación de los resultados del primer trimestre, en la que también resaltó la buena marcha de la nueva línea de recocido y decapado de su factoría de Los Barrios, en fase de pruebas desde finales de marzo después de una inversión de 140 millones de euros. El objetivo de esta línea es fabricar un producto de mayor calidad, incrementar la productividad y reducir sus costes. Y según la compañía, "las pruebas realizadas superan las expectativas tanto por la calidad del producto como por la eficacia del proceso". Con esta nueva línea también se prevé un leve aumento de la producción, que se quiere situar en el entorno de las 900.000 toneladas (el año pasado cerró con 827.108).

Tras esta renovación ya en marcha, la compañía prevé invertir diez millones de euros para la actualización de otra de las líneas de recocido y decapado para que pueda producir al mismo nivel de calidad que la nueva.

La multinacional de origen español cerró el primer trimestre con un resultado de 58 millones de euros de beneficios, que suponen un descenso respecto al trimestre anterior (76 millones) y una fuerte (y esperada) caída del 40,9% respecto al primer trimestre del pasado año, un periodo "extraordinario", en palabras del director financiero, Miguel Ferrandis, que llevó a la compañía a unos resultados excepcionales. Así se refleja también en el Ebitda, de 118 millones de euros, un 39% inferior al del primer trimestre de 2017 pero muy similar al del cuarto trimestre del año. La facturación, por su parte, aumentó hasta situarse en 1.254 millones de euros (un 12% más que en el trimestre anterior). Y la producción de acería y de laminación en frío también crecieron, hasta situarse en 668.076 y 461.565 toneladas respectivamente.

"La evolución es positiva", remarcaba ayer Ferrandis. Y la compañía prevé una mejora de los resultados en el segundo trimestre impulsada por una buena situación de demanda en todos los mercados, pero sobre todo por la fortaleza de Estados Unidos, el principal (North American Stainless supuso en 2017 el 44% de la facturación total del grupo). La subida de precios del níquel y el ferrocromo contribuirán a esa esperada evolución positiva.

Más allá de la caja negra China, siempre presente entre las incertidumbres sobre la evolución de los mercados, en este 2018 hay un nuevo elemento de duda, los efectos que el establecimiento de aranceles a los productos siderúrgicos en Estados Unidos podría tener en las importaciones de acero inoxidable. Los primeros efectos de la imposición de aranceles del 25% a las compras de determinados países ya se están dejando notar, señala la compañía. En Estados Unidos las importaciones han disminuido un 15%, pero en la UE han aumentado un 28% y están suponiendo un incremento de la presión sobre los precios. Ahora se abre la duda sobre qué ocurrirá con los productos de la UE y que medidas tomará Europa. Porque si no establece medidas proteccionistas, advierte Acerinox, el mercado europeo (abastecido desde Los Barrios) se convertiría en objetivo principal de las importaciones ante el cierre del mercado estadounidense.

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