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Más de dos mil personas han marchado este jueves desde la puerta de la estación de trenes de Algeciras hasta la Plaza Alta en una manifestación pacífica para reclamar a la dirección de Acerinox que reanude la negociación del convenio colectivo de la fábrica de Palmones (Los Barrios), parada desde hace 25 días por una huelga indefinida.
A los pies de la iglesia de La Palma, los trabajadores han guardado un minuto de silencio por los compañeros fallecidos desde que comenzó la huelga indefinida. También han roto en un aplauso de agradecimiento y disculpas a todos los ciudadanos del Campo de Gibraltar que se han visto perjudicados por los últimos cortes de carretera. "No somos delincuentes y no merecíamos el trato que nos dieron el otro día cuando la carga policial, pero queremos agradecer la paciencia que la gente que se ha visto afectada ha tenido", ha afirmado José Antonio Gómez Valencia, presidente del comité de huelga, que ha insistido en que espera "una llamada de teléfono de la empresa para sentarse a negociar".
"Desde 2008, la plantilla de Acerinox tiene sus sueldos congelados. Este año y el anterior hemos sufrido dos ERTE que nos han mermado económicamente. He visto nóminas de compañeros que están a quinto turno trabajando días de fiesta, noches, tardes en verano, soportando las temperaturas que tenemos allí que ganan 1.500 euros. Aunque parezca increíble esto es así de triste", ha subrayado.
Tras los disturbios de días anteriores, el comité de huelga hizo un llamamiento a "calmar los nervios". "Después de todo lo que ha ocurrido le hemos dicho a la gente que hay que tranquilizarse. No podemos permitir que esto se convierta en una batalla campal. Hay que entender que hay muchas formas de protestar, manifestaciones como esta o ir a los ayuntamientos y al Parlamento andaluz a buscar el apoyo de los políticos. Incluso ya se nos ha nombrado en el Congreso de los Diputados en Madrid, o sea que vamos escalón a escalón, pero siempre hacia arriba", ha explicado José Antonio Gómez Valencia, presidente de un comité de huelga al que la compañía, que insiste en tener voluntad para negociar, no reconoce como interlocutor válido porque entiende que no es proporcional a la composición del comité de empresa.
En el comité de huelga hay un total de 12 integrantes, de los que seis se corresponden con el sindicato ATA (el primero de los cuatro que convocó las movilizaciones en la factoría). Ello supone una cuota del 50% para dicha central sindical, mientras que en el comité de empresa ATA tiene un 26% de representantes (6 de 23).
Gómez Valencia y sus compañeros confían en que el respaldo contundente de la plantilla haga reflexionar a la dirección. "Ver que la gente nos respalda es importantísimo. Al final vamos a dar las gracias a la empresa porque lo que ha conseguido no lo habíamos visto en cincuenta años, que nos unamos todos los trabajadores y estemos hechos una piña. Este comité lo ha elegido su plantilla. Nosotros no decimos quiénes se tienen que sentar a negociar en el lado de ellos y no nos pueden imponer el nuestro", ha recalcado.
Gómez Valencia afirma que "la participación es importante" porque avala al comité de huelga frente al rechazo de la compañía. "Además de los trabajadores y trabajadoras han venido muchos familiares, empleados de las subcontratas y portuarios. Todos nos apoyan y es un éxito, porque la único que queremos es hacernos ver y que la gente nos escuche, sobre todo la empresa, que es la que tiene que captar la idea".
Los trabajadores de Acerinox han pedido autorización para concentrarse el día 1 en La Línea, el día 4 en Los Barrios y en una fecha por determinar, en la puerta de la oficina de Acerinox en Madrid.
El comité de huelga ha agradecido todo el apoyo que recibe de partidos políticos porque afirma que hace "presión" para que Acerinox "se siente a negociar". Por lo momento las relaciones siguen rotas. "No hay comunicación ninguna, la única es cuando hay algún problema con los servicios mínimos, porque la fábrica está parada pero necesita una vigilancia por parte de algunos compañeros y entonces nos llaman. Sólo para eso".
El comité de huelga ha recurrido al Ministerio de Trabajo y a la Inspección de Trabajo para que se analice su composición con el fin de revestirse, documentación mediante, de la legitimidad que demanda la compañía y así fomentar la convocatoria de una reunión para empezar a negociar.
La empresa reitera desde hace varias semanas que para volver a la rentabilidad y a la competitividad de la factoría es "imprescindible adoptar un nuevo modelo organizativo que se adapte a la verdadera realidad del mercado del acero inoxidable". Algo que, según Acerinox, pasa por implantar pautas de flexibilidad laboral y polivalencia, mientras que la representación de la plantilla estima que no son materias propias del convenio colectivo.
Para Acerinox, la planta de Palmones "no cuenta, en estos momentos, con un modelo acorde con la situación adversa del mercado, afectado por la caída de la demanda y de los precios y el alza de los costes energéticos, por lo que necesita tomar medidas que fomenten su retorno a la rentabilidad y el incremento de la productividad, tras registrar pérdidas en tres de los últimos cuatro ejercicios".
La revisión salarial a partir del año 2023 y otras cuestiones de orden interno de la factoría forman igualmente parte de las discrepancias entre las partes.
Las posturas entre la dirección de Acerinox y el comité de empresa en torno a la negociación del convenio colectivo permanecen distantes tras casi un mes de huelga indefinida.
Estas son las propuestas que se llevaron a la última reunión de la mesa negociadora, celebrada el pasado 30 de enero.
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