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Arte prehistórico en el extremo sur peninsular: Reflexiones sobre las representaciones solares y astrales

OBSERVATORIO DE LA TROCHA – NUESTRO ARTE PREHISTÓRICO

Los motivos solares y astrales irrumpieron en el postpaleolítico de forma masiva en toda la península Ibérica

Las cuevas del Magro, del Sol y de los alemanes, lugares referentes en el Campo de Gibraltar

Representación de marcador solar, cueva del Sol (Mercedes Versaci).
Hugo Alberto Mira Perales - Experto en arte prehistórico de la Asociación Cultural La Trocha y miembro de la 2ª sección (Arqueología, Etnología, Patrimonio y Arquitectura) en el Instituto de Estudios Campogibraltareños.

03 de marzo 2023 - 02:00

El universo se ha mostrado desde el comienzo de los tiempos como algo inalcanzable, misterioso, lejano, algo perturbador para el ser humano, que siempre estuvo presente en toda su evolución. Nos centraremos en el homo sapiens, es decir nuestros antepasados directos, y en su paso por la prehistoria, en especial la relativamente reciente, pues en la península Ibérica, la entrada del homo sapiens no fue hasta aproximadamente 45.000-40.000 B.P. (antes del presente).

Pensemos en los dos momentos que conforman el día, donde aproximadamente la mitad del mismo, contaban con la luz del astro sol, y otra gran parte de ese día, en el cielo predominaba la oscuridad, donde en ese firmamento y sin saber por qué, se podían observan puntos de luz, brillando con una distribución aleatoria, para ellos y en ese momento sin un sentido lógico. Es importante pensar que el concepto, tan simple como el anochecer o el amanecer, que para nosotros esta ya tan asimilado como algo natural, para nuestros antepasados no era tan simple. Y más cuando en el caso de la noche no contaban con los avances tecnológicos de los cuales estamos tan bien dotados. Una simple bombilla, nos cambia la vida, sin entrar en otros artilugios electrónicos o eléctricos.

Hacer fuego, depender de una hoguera, una iluminación limitada, desconocimiento generalizado de los entornos, etapas de periodos climáticos extremos, todos estos factores, además de los miedos propios de los humanos, hacían que nos aferrásemos a cualquier pensamiento que nos diera esperanza o confortara nuestra existencia. El brillo de la luna, en una noche cerrada, las estrellas, como pequeños leds iluminando el cielo, el sol durante el día, daban un carácter sagrado a estos astros planetas, estrellas. Siendo posiblemente adorados por el aporte de luz en las noches cerradas, calor e iluminación durante días fríos. Esta adoración ha continuado durante miles de años, estando presente en la mitología de grandes civilizaciones, considerando al Sol como un dios, siendo venerado por pueblos como Egipto, Mesopotamia, Grecia, las culturas mexica o incaica, o bien China o Japón, etc.

Centrándonos en lo relativo al arte prehistórico y más concretamente a las representaciones rupestres solares y astrales, estas no se empezaron a representar masivamente hasta el postpaleolítico, con la pintura esquemática. Todo lo contrario había sucedido con la franja de arte que se representó en el paleolítico, donde no fueron prácticamente representadas. Algunos autores como L. Antequera y M. Rappenglück, interpretan varias representaciones en las cuevas de Altamira (España) y Lascaux (Francia), como motivos relacionados con temas astronómicos.

Lo que sí tenemos claro es que estos posibles motivos solares y astrales irrumpen en el postpaleolítico de forma masiva, en toda la península ibérica, destacando las representaciones rupestres de los enclaves de Alicante, Extremadura, sur de Castilla y en Andalucía. Pilar Acosta (1968) ya clasificó estos motivos esquemáticos según su aspecto, en esteliformes o soliformes, basándose en las definiciones que realizaron M.C. Burkitt y H. Breuil sobre estos motivos. Siendo el primero el que relacionaba estos motivos esteliformes con un posible origen humano, tratándolos como derivaciones de representaciones humanas esquemáticas, que tras conseguir la abstracción pasaron a representar “cuerpos celestes”. Incluso H. Breuil ya en su libro Rock paintings of southern Andalusia: a description of a neolithic and copper age art group, atribuye un origen humano a la representación de un soliforme en el abrigo del Piruetano, pero solo atribuible a los soliformes de cinco o seis rayos (trazos). Como es lógico esta percepción que hacen estos dos grandes investigadores no son las únicas, particularmente sobre estos motivos, es posible que exista una relación con la figura humana. En este caso y tal como ellos refieren los que cuentan con cinco o seis rayos o trazos, conformen brazos y piernas e incluso el sexo de la figura. En este caso todo es admisible, no tenemos una piedra de Rosetta, que nos pueda dilucidar que significaban estos u otros motivos.

Otros de los motivos que algunos autores relacionan directamente con simbología estelar, más concretamente con las estrellas, son los puntiformes. Esas agrupaciones de puntos sin un sentido de orden aparente, pero que para algunos investigadores plantean una posible forma de representar el mapa estelar, incluso planteándose por la dispersión de los puntos, la relación con algunas de las constelaciones conocidas. Como cueva más representativa de esta teoría, es la cueva delMagro (Los Barrios, Cádiz), donde el abate Henri Breuil ya describía en su libro “Rock painting ……” como una representación del cielo nocturno, donde divide el panel en dos partes, una que representa el cielo durante el solsticio de invierno y la otra la del solsticio de verano. Al igual que el matrimonio Topper, que describió en su libro El arte rupestre de la provincia de Cádiz, donde habla de las agrupaciones de puntos que allí se representan, describiéndolas como varias constelaciones. (Lámina 1, cueva del Magro del libro del matrimonio Topper).

Como referente de estos motivos astronómicos tenemos en el extremo sur peninsular elabrigo del sol, situado en la Sierra de la Plata (Tarifa), que, desde su descubrimiento, por Lothar Bergmann en 1994, ya relaciono estos motivos con fenómenos astronómicos, llegando a definir los motivos denominados como faciales como posibles representaciones de cometas, relacionando los trazos con la estela del cometa. Años más tarde de estas primeras referencias sobre este abrigo del Sol, el equipo de Mercedes Versaci Insúa, realizo un estudio sobre la posible relación de este abrigo con un marcador solar. Publicando en la revista de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla en enero de 2017 un artículo denominado La Cueva del Sol, un marcador solar en la Sierra de la Plata (Tarifa, Cádiz). Basándose su trabajo en la hipótesis de que dicha cueva del Sol pudo funcionar como un marcador solar del solsticio de invierno. El trabajo de investigación arroja varios resultados, principalmente la idea de que el abrigo pudo tener un uso que estaba relacionado con el control estacional de actividades agrarias. Siendo utilizado este abrigo por lo motivos representados en el, como un lugar de ritual, que controlaban los ciclos de la naturaleza. Donde el panel pintado conformado por el motivo soliforme y el motivo ramiforme (a modo de espiga) pintado, son alcanzados por los rayos de sol durante el arranque del solsticio de invierno (Lámina 2, representación cueva del Sol (Mercedes Versaci)). Consiguiendo una perpetua regeneración de la vegetación, obteniendo con esta representación una cierta seguridad ante lo desconocido. Según las conclusiones de este articulo no solo vinculan la resurrección del sol y la propia vitalidad de la tierra, si no que podría estar también relacionado con una posible resurrección de los muertos, estando estos motivos de ídolos oculados dentro de un contexto funerario.

También en el término municipal de Tarifa, tenemos otro abrigo denominado delCancho, donde entre sus pinturas se describió un posible reloj solar. Pues en esta representación durante el inicio del solsticio de invierno, la sombra que se produce por la visera del abrigo recorre todo el motivo rupestre, y curiosamente va pasando por toda la curvatura del motivo, que sea o no coincidencia, pero no se puede descartar que este motivo represente un posible reloj solar (instrumento utilizado desde la antigüedad para medir el paso del tiempo, utilizándose una superficie marcada con una escala donde se refleja la sombra del gnomon durante el movimiento diurno del astro sol).

El arte prehistórico del extremo sur peninsular cuenta con numerosos enclaves, donde podemos localizar gran cantidad de motivos solares y algunos relacionados con posibles motivos astrales. Relacionamos a continuación alguno de estos enclaves por su interés con el tema relacionado. Empezamos la relación con la cueva del Sol (Lámina 3, soliforme cueva del Sol), donde ya anteriormente hemos hablado de sus motivos, principalmente el soliforme que está compuesto de un trazo circular central del que parten doce trazos y los motivos denominados tatuajes faciales que Lothar Bergmann relaciono con un posible cometa.

Muy próximo también en la Sierra de la Plata localizamos otro enclave formado por varios abrigos, denominado de los Alemanes (Lámina 4, soliforme de la cueva de los Alemanes), localizándose en sus paredes otro motivo soliforme, en este caso formado también por una trazo circular central del que parten también doce trazos en este caso algunos curvos y algunos rectos, al igual que en la cueva del sol, este motivos solar está rodeado de diferentes tipos de antropomorfos (figuras humanas esquemáticas), la mayoría con los brazos alzados, posiblemente como una muestra de adoración hacia el astro sol, representado por el motivo soliforme.

Ya saltando al termino municipal de Los Barrios, tenemos que mencionar el abrigo de los Arrieros, donde en uno de sus paneles se representaron dos soliformes. Estos dos motivos aparecen dibujados uno encima del otro, siendo el que se sitúa en la parte superior el que cuenta con quince trazos que nacen del centro del círculo central. El que se sitúa en parte inferior cuenta con solo once trazos y con la misma composición que el superior.

Otro referente rupestre es el enclave de losMaquis (Castellar de la Frontera, Cádiz), donde en el abrigo principal denominado Maquis I, se representa un soliforme de reducidas dimensiones, conformado al igual que los anteriores, con un trazo que da forma al círculo central, del que parten trece pequeños trazos.

Para terminar, nos trasladamos al termino municipal de Benalup Casas Viejas, donde tenemos el espectacular conjunto rupestre del Tajo de las Figuras, donde también se representaron varios soliformes, destacando uno de ellos por la diferente conformación de sus trazos, no siendo solo un trazo recto si no que de esos propios trazos nacen pequeños trazos, a modo de peine.

Podríamos seguir describiendo algún que otro abrigo o cueva del extremo sur peninsular, pero con lo que se ha descrito se puede tener una idea sobre estos motivos con un posible carácter astrológico. Como siempre teniendo en cuenta que en estos casos la similitud del motivo representado con el sol, estrellas, etc., nos pueden condicionar a dar por hecho que estas representaciones son lo que vemos, y no pensar que podrían ser otra cosa que se quiso representar no relacionadas con nada astrológico.

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