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El Castañita, a la prisión de Córdoba en régimen de máxima vigilancia

Antonio Tejón tendrá limitado el contacto con otros reclusos y un seguimiento especial

Antonio Tejón, el pasado jueves cuando era trasladado desde la comisaría de La Línea a los juzgados. / E. S.
A. R.

09 de junio 2018 - 01:38

La línea/Antonio Tejón Carrasco, alias Castañita, fue trasladado ayer por la tarde desde la prisión algecireña de Botafuegos al Centro Penitenciario de Córdoba en aplicación del protocolo específico para Internos de Especial Seguimiento. Se trata de un régimen restrictivo para reclusos por delitos graves.

Tejón, líder del clan de Los Castañitas, la red de narcotraficantes más importante de España y detenido el pasado miércoles en La Línea, sólo pasó una noche en la cárcel algecireña antes de que Instituciones Penitenciarias acordara el traslado, según explicaron a Europa Sur fuentes de la Policía y de su defensa. Tras su paso a disposición judicial, el pasado jueves, fue ingresado de manera provisional en Botafuegos.

El Castañita será en Córdoba un preso sometido a una especial vigilancia por parte de los funcionarios. En esencia, Antonio Tejón tendrá limitado el contacto con otros reclusos y contará con un régimen disciplinario más restrictivo. Cuestiones como acudir a una consulta médica o un traslado requerirán también de protocolos de seguridad específicos.

El régimen aplicable al recluso de especial seguimiento posee un apartado para los internos relacionados con casos de crimen organizado. Aunque la regulación de este sistema ha sufrido varias modificaciones -fruto de procedimientos judiciales que consideraban excesivamente restrictivas algunas de sus medidas- la normativa define el protocolo como "mayores medidas de precaución o estrategias preventivas que no comportan por sí mismas restricción de derechos, sino la aplicación de principios de separación, seguridad y ordenada convivencia conforme a las características criminológicas de los internos".

Fruto de este protocolo, un preso bajo este sistema carece del beneficio de poder estar ingresado en una prisión cercana a su domicilio habitual y siempre que sea posible ocupará una única celda. En caso de compartirla, nunca podrá ser con otro recluso que tenga esta misma consideración, ni tampoco podrán estar en recintos contiguos, además de ser cambiado periódicamente y someterse a controles rutinarios más frecuentes.

Además, los funcionarios deberán emitir un informe mensual de evaluación del recluso. Las comunicaciones con el exterior tendrán igualmente un tratamiento diferenciado y siempre serán auditadas por los funcionarios.

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