Cientos de feligreses dan la bienvenida a la Cruz Peregrina

Varios centenares de personas, niños y jóvenes en su mayoría recibieron en la tarde de ayer la llegada de la conocida como Cruz de los Jóvenes y el icono de María Santísima, que instauró en 1984 el Papa Juan Pablo II, el Papa viajero, como símbolos del sentimiento y fe cristiana y que desde entonces se encuentra en una incesante e itinerante ruta apostólica entregada por Juan Pablo II a los jóvenes de todo el mundo. "Queridos jóvenes, al clausurar el Año Santo os confío el signo de este Año Jubilar: ¡la Cruz de Cristo! Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad a todos que sólo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención", dijo Wojtyla en Roma el 22 de abril de 1984.

La también llamada Cruz del Jubileo o Peregrina llegó sobre las 17:00 horas hasta la Residencia de San José de las Religiosas de la Inmaculada Concepción, en cuya capilla y en el exterior aguardaban cientos de fieles creyentes. Debido al número de los mismos, el acto tuvo que ser trasladado hasta el templo mayor de San Mateo Apóstol, donde el obispo de Cádiz, Antonio Ceballos, dio la salutación a los símbolos y convidó a los feligreses a extender el mensaje de amor y paz por el mundo. Tras las palabras del obispo la cruz y el cuadro iconográfico de la Virgen fueron sacados en procesión por algunas de las principales calles del centro histórico de Tarifa. Una larga procesión de niños, jóvenes y mayores portando los símbolos cristianos para regresar una hora más tarde al templo donde se celebró una misa.