La Línea entona el "también sois nuestros abuelos"
Crisis del coronavirus
Los linenses se revuelven contra quienes trataron de frenar la llegada de los ancianos de Alcalá del Valle
La ciudad muestra su imagen más solidaria y encuentra embajadores que la defienden
La Línea es mucho más que un “grupito de indeseables y descerebrados” que trataron el pasado martes trataron de abortar la llegada de una treintena de ancianos infectados por el coronavirus desde Alcalá del Valle hasta la Residencia Tiempo Libre. No solo es que así lo exprese el alcalde linense, Juan Franco, es que la ciudad, o mejor dicho la mayor parte de la ciudad, se ha revuelto contra quienes actuaron de esa forma e incluso contra quienes participaron en una cacerolada minoritaria culpando a la primera autoridad local de esta medida de la Junta de Andalucía.
La réplica a esos lamentables hechos llegan de quienes han nacido o residen en La Línea, pero también ha aparecido una multitud de embajadores, algunos rostros muy conocidos y otros no tanto, que trasladan a la opinión pública que un lugar que es conocido por su solidaridad y capacidad de acogida no puede ver distorsionada su ya de por sí maltratada imagen por cuatro malechores y otros tantos que, posiblemente por desinformación, les aplaudieron cacerola en mano.
Muchos linenses despertaron este jueves en su interminable confinamiento con una frase que retumbó en sus oídos. La pronunció Carlos Alsina, conductor de Más de uno en Onda Cero, quien afirmó sin ambages que sintió “asco” al escuchar la grabación en la que uno de los ahora detenidos increpaba a la Policía y a quienes acompañaban a los ancianitos que llegaban desde Alcalá del Valle. Alsina subrayó que se refería al individuo, pero deslizó el nombre de La Línea. Por doloroso que resulte era el portavoz del sentir generalizado incluso de muchísimos linenses. Asco.
Pero La Línea, la verdadera no ha tardado en unirse a esa condena. La mecha la puso, precisamente en Europa Sur un linense, Enrique Mesa (gestor de Proyectos en la Universidad de Córdoba y estudiante de doctorado en sistemas de compliance en la Universidad de Burgos), con un significativo “No en mi nombre”. Una postura que encontró de inmediato el respaldo de los vecinos de a pie, que bien hubiesen podido hacer suyo el mensaje de "en el nuestro tampoco".
Como es obvio, porque las circunstancias impiden hacerlo de otra manera, las redes sociales se han convertido en la ventana por la que estos hacen llegar sus reflexiones. “La Línea es solidaria. Amo a esa tierra. No la juzgues por cuatro sinvergüenzas” reza una de las más representativas.
El sentir de la abrumadora mayoría de los linenses queda expresada en una pancarta, colocada de forma anónima a las mismas puertas de El Burgo, que es como todo el mundo le conoce aquí, que dice: “También sois nuestros abuelos. Unidos venceremos”. Ese mensaje -en el que igual no han reparado una parte de los medios que han dedicado horas a significar sobre la conducta de los malechores- sí que refleja lo que siente La Línea. Y no cuatro niñatos encapuchados.
Uno de los mensajes más emotivos procede del profesor malagueño Charles Blake, quien escribió en su portal de Facebook: “Mi familia política y mis amigos son de La Línea y como malagueño que soy, siento indignación por la enésima falta de respeto hacia un pueblo solidario que se levanta cada mañana no solo para trabajar sino para ayudar al más necesitado”.
“Hace poco la fundación Hogar Betania de ayuda a los más necesitados recibió el premio princesa de Girona por su labor con los más desfavorecidos. Saben de donde es?.... De la Línea”, siguió. “Una alumna recibió este año una beca Amancio Ortega por sus excelentes calificaciones en el instituto.... De la Línea. Un chico de tan solo 16 años logró crear el satélite más pequeño de España para dotar de acceso a internet a medio mundo y con muy bajo coste. De donde era el chico? De La Línea”, y así hasta el infinito.
El acreditadísimo periodista Joaquín Prat no dudó en paralizar la reflexión de la compañera de Cuatro que intervenía desde las puertas de la Residencia Tiempo Libre para hacerle una acotación por la que ha recibido innumerables elogios: “A ver, María López, los linenses no están divididos. Hay cuatro desgraciados insolidarios y una enorme mayoría de los linenses que lo que desean es una pronta recuperación y que entienden perfectamente que trasladen a un lugar mejor a estas personas porque saben que podrían ser su padre, su madre o sus abuelos”
Hay quien ya propone que si se produce una salida masiva de los vecinos de Alcalá del Valle desde la Residencia Tiempo Libre los linenses de bien (es decir, la mayoría) acudan para despedirles con aplausos y que ése sea el último recuerdo que se lleven de La Línea. Pero ésa es otra historia que aún está por escribirse.
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