"EEUU y China llegarán al final a un acuerdo comercial"
Algeciras/E-entre sus propuestas como candidata a la OMA figura mejorar la transparencia de la organización y su gobernanza. ¿Falta de lo uno y lo otro en la organización?
-No es tanto que falte, sino que pretendemos adaptarla a lo que existe en organizaciones modernizadas. La OMA se creó en 1952 y el sustrato de gobernanza que tiene está poco desarrollado. Eso provoca que se pueda tener la percepción de que no existen unas reglas lo bastante transparentes.
-El proceso de elección tendrá lugar en plena guerra comercial entre EEUU y China. ¿Qué papel puede jugar Europa?
-Hay que ver cómo va a funcionar la política comercial de la UE y cómo nos va a posicionar en esa, yo no diría guerra, sino provocación de EEUU en materia comercial, que ya ha tenido una respuesta por parte de China.
-China ha amenazado con fijar aranceles más duros a más de un centenar de productos por valor de 50.000 millones de dólares.
-Sí, a priori puede ser de los que hagan más daño a la economía de EEUU, pero creo que al final se llegará a una situación de acuerdo porque todas las relaciones comerciales están muy interconectadas. Y EEUU es consciente de esa interconexión.
-¿Cree que Trump dará finalmente marcha atrás?
-Desconozco cuáles serán sus intenciones. Como quede al final será un equilibro de las relaciones comerciales entre uno y otro. El que tiene un papel preponderante es China por el peso de sus exportaciones e importaciones.
-¿Europa puede verse beneficiada de ese conflicto entre gigantes? La última noticia es que EEUU excluye a la UE de esos nuevos aranceles.
-La Unión Europea está reaccionado políticamente, pero somos 28 países. Somos lentos en reaccionar porque hay que sopesar mucho las alianzas. No es como China, que tiene seleccionados 128 productos y ya puede actuar.
-Trump afirma que las guerras comerciales "son buenas y fáciles de ganar".
-No puedo valorar los elementos que maneja el presidente de EEUU. Habría que plantearse si está hablando a su electorado o al resto del mundo. Y creo que es a su electorado, que quiere oír ese tipo de cosas.
-Las consecuencias de esta guerra comercial pueden ser imprevisibles.
-Creo que está todo más medido de lo que parece. De alguna manera, Trump sabe lo que dice. ¿En Europa no nos hemos preguntado por qué todo lo que compramos está hecho en China, Tailandia o Vietnam? Lo que pasa es que la UE aplica el principio de libre mercado en positivo. Difícilmente un presidente del Consejo de la UE se podría permitir decir lo que dice el de EEUU o China.
-Krugman define a China como "un mal ciudadano" por el uso que hace de la propiedad intelectual ajena y por subvencionar industrias con sobreproducción mundial, como el acero.
-¡Krugman sabe mucho más que yo, desde luego! China tiene suscritos los acuerdos internacionales sobre protección de la propiedad intelectual y debe llevarlos a la práctica. En cuanto a la subvención de las industrias, va en contra de lo aprobado en la Organización Mundial del Comercio, de la que China forma parte. A priori, nadie debería hacer determinadas prácticas. La mayoría de los derechos antidumping de la UE son contra producciones chinas, pero eso hay que demostrarlo y siempre de acuerdo a las reglas de la OMC. En la UE, los derechos antidumping se aprueban tras una ardua investigación.
-¿A España le queda algún margen de maniobra?
-Las competencias están en manos de la UE. Lo que sí hace el Gobierno es identificar cuáles son sus intereses para que también lo sean de la UE. En 2017, EEUU abrió un procedimiento por dumping respecto a la aceituna negra de mesa y ahí el Gobierno está defendiendo nuestros intereses. En cuanto a las empresas, depende de cada sector y del músculo financiero de cada una, pero hay que buscar mercados alternativos a aquellos que impongan aranceles a partir de ahora.
-Hay muchas quejas de personas que compran productos fuera de la UE y se encuentran con que, además del IVA, deben pagar aranceles y aduanas antes de recibir el producto.
-Hay muchas facilidades para comprar un taburete de China, pero hay que informarse bien antes. Si el producto debe cruzar la frontera de la UE y es un particular, hay una exención del arancel de hasta 150 euros. Ahora bien, si te compras un teléfono móvil de 300 euros y en el papel que te han dado dice que cuesta 50, tienes un problema, porque no es real ese valor, y debes entonces hacer declaración tributaria. Ya no sale tan barato.
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