España, optimista pese a las dudas sobre el tratado del Brexit en Gibraltar casi tres años después
Política Internacional
El nuevo Gobierno británico y la controversia sobre Irlanda del Norte siembran de incertidumbre en una negociación aplazada por la muerte de Isabel II
Octubre de 2022. El Brexit parece un asunto del pasado, ya resuelto, en toda Europa. ¿En toda? No. Una comarca al sur de España todavía mira con incertidumbre su futuro por culpa de la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) aquel 31 de enero de 2020 en el que arrastró, en contra de su voluntad, a los gibraltareños. Esa territorio es el Campo de Gibraltar, que sigue a la espera de conocer cómo será la relación del vecino Peñón con la UE, porque así será la suya. Para bien o para mal.
No parece que se vaya a despejar la incógnita en breve, casi tres años después. Y las dudas no son pocas. No se sabe, por ejemplo, cuánto durará la negociación. Tampoco, con que talante la afrontará el nuevo Gobierno de Liz Truss. O cómo afectarán las importantes desavenencias sobre el Protocolo de Irlanda, que amenaza con dinamitar todo el acuerdo del Brexit.
Una de los temores es que se agote la paciencia de la Unión Europea. El Gobierno de España está dispuesto a seguir sentado en la mesa frente a la delegación británica "el tiempo que haga falta" dado su "enorme interés" en llegar a un acuerdo, según fuentes cercanas a la negociación. Pero el resto de estados europeos puede llegar un momento en el que decida poner punto y final. No se sabe. Cuando se produjo el Brexit, España convenció a los miembros del Espacio Schengen de que le dejaran no aplicar sus normas en la Verja como medida provisional mientras se intentaba cerrar el tratado. Para no entorpecerlo y para no endurecer el tránsito por el paso fronterizo. La clave es que es una iniciativa que puede decaer en cualquier momento como el resto de las que tomó la Moncloa y se fueron extinguiendo con el tiempo. En realidad no depende de España, si no del conjunto de los países europeos. Que decidan que se acabó.
El pasado sábado se cumplió un año desde que los embajadores de los países de la UE aprobaron el mandato para negociar el tratado internacional que la Comisión Europea y Reino Unido tiene aún pendiente sobre las relaciones con Gibraltar tras el Brexit. Se han celebrado desde entonces ocho rondas de negociación en las que ha habido acuerdo sobre un gran número de puntos, pero los pocos que quedan son fundamentales y los más controvertidos. Hace tres semanas que iban a tratarse tras el parón veraniego, pero la muerte de la reina Isabel II de Reino Unido provocó un nuevo retraso. De momento no se sabe cuándo se producirá la novena reunión.
Tampoco se conoce el talante que mantendrá a partir de ahora la delegación británica, ya que la nueva ronda será la primera tras el cambio en el Gobierno británico con la dimisión del primer ministro, Boris Johnson, durante el verano. Su sustituta, Liz Truss, la ministra de Exteriores que negoció el Gibrexit, es una política de origen liberal criada en una familia de izquierdas, antimonárquica, que se había opuesto frontalmente a la salida de la Unión Europea hasta que, cuando hace unas semanas se le presentó la oportunidad, tuvo que endurecer su discurso para ganarse el favor del ala más dura del Partido Conservador y convencerlo de que la apoyara como una especie de nueva Thatcher. Ahora es un misterio qué Lizz Truss se encontrarán los negociadores de la CE cuando vuelvan a sentarse a hablar de Gibraltar.
Fue en diciembre de 2021 cuando la nueva primera ministra se puso al frente de la negociación del Gibrexit. Había sido ministra de Comercio Internacional hasta la remodelación del Gobierno británico en septiembre. Entonces, ya ministra de Exteriores, dijo en El País: "Nuestro objetivo es llegar a un acuerdo para finales del primer trimestre del próximo año. Las conversaciones van bien. El Reino Unido y España queremos una solución para que la gente pueda continuar con sus negocios. Y así podamos todos seguir adelante. Hemos sido muy claros sobre la protección de la soberanía de Gibraltar. No voy a entrar en los detalles de la negociación. Lo mejor es que las conversaciones sigan su curso y que continuemos trabajando en estrecha colaboración con nuestros colegas españoles, gibraltareños y la UE para lograrlo".
El pasado 6 de septiembre sustituyó a Boris Johnson. A ella la reemplazo James Cleverly como ministro de Asuntos Exteriores. Picardo dijo entonces: “Estoy encantado de que James Cleverly haya sido nombrado ministro de Asuntos Exteriores. Conozco a James desde hace algunos años y he trabajado muy bien con él durante el tiempo que fue Ministro para Europa. Es un gran amigo de Gibraltar y conoce bien los temas de actualidad que se viven en nuestra negociación. No podríamos haber deseado un mejor nombramiento y estoy deseando reunirme pronto con el nuevo ministro de Asuntos Exteriores para empezar a trabajar juntos en esta, esperemos, última etapa de la exitosa negociación de un Tratado entre el Reino Unido y la UE para regular nuestra relación con Europa”.
Además, la negociación del Gibrexit puede verse afectada por un obstáculo de un enorme calado y de difícil solución que hace ya tiempo se cierne sobre Londres y Bruselas: el Protocolo de Irlanda del Norte. Este acuerdo se estableció para evitar una frontera dura entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda tras la separación y evitar así resurgimientos del conflicto armado, pero el Gobierno británico busca acabar con algunas de sus partes, porque las considera perjudiciales, lo que ha desatado una enorme controversia con la UE (e interna en Reino Unido) que amenaza con dinamitar todo el Brexit.
"La falta de noticias no hay que interpretarla como una falta de avances”
Jesús Verdú, Profesor de Derecho Internacional de la UCA
Parece poco probable que si Reino Unido rompe el Protocolo y los Veintisiete dudan de su palabra, no llegue a afectar al acuerdo sobre Gibraltar. La CE aseguró este viernes que los equipos negociadores se reunirán "pronto" para intentar encontrar soluciones sobre el protocolo. El anuncio lo realizó el vicepresidente de la CE para Relaciones Interinstitucionales y negociador comunitario, Maros Sefcovic, tras mantener una "buena conversación" con el nuevo ministro británico de Exteriores, James Cleverly.
"Ambas partes acuerdan buscar soluciones en torno al protocolo, para llevar previsibilidad y certidumbre a la población en Irlanda del Norte. La UE está comprometida con los esfuerzos conjuntos. Los equipos (negociadores) se reunirán pronto", escribió Sefcovic en su perfil de Twitter. El político eslovaco añadió que él y Cleverly "permanecerán en contacto". Esta conversación es la primera sobre el Brexit que mantiene Sefcovic con el Gobierno británico de la primera ministra Liz Truss.
En los últimos meses, las negociaciones para lograr un acuerdo sobre el protocolo irlandés han estado paralizadas y Londres ha impulsado una ley que permitiría al Reino Unido romper de manera unilateral partes del acuerdo de salida firmado con Bruselas.
"Estamos en tiempos de incertidumbre en los que cabe cualquier escenario, pero yo creo que tenemos que ser moderadamente positivos porque la falta de noticias sobre la negociación no hay que interpretarla como una falta de avances", explica Jesús Verdú, profesor titular de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Cádiz (UCA), que entiende que es "cuando se filtran novedades sobre una negociación de este calado cuando hay un desencuentro importante", algo que no ha sucedido. Y sí hay que tener en cuenta que el tratado que se negocia tiene "un diseño innovador" que no cuenta con "precedentes" y que por tanto es de una "enorme complejidad".
De hecho, pese a tantos obstáculos, el Gobierno de España sigue siendo "optimista" y convencido de que "un acuerdo sobre Gibraltar es posible" en base al Acuerdo de Nochevieja en el que se sentaron los fundamentos políticos de la nueva relación, según fuentes cercanas a la negociación. Mientras llega la novena ronda entre la UE y Reino Unido, Madrid y Londres siguen sus conversaciones bilaterales paralelas para acordar asuntos en los que la UE no tiene competencias y que complementarían el tratado principal.
Durante su intervención hace diez días ante la 77 Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, recordó que el pasado 31 de diciembre de 2020 España y Reino Unido alcanzaron un entendimiento bilateral relativo a Gibraltar en el marco de la salida del país de la Unión Europea y en el que han trabajado ambos gobiernos "intensamente" para que dicho entendimiento sentara las bases de una futura relación del territorio británico con la UE. "Este acuerdo deberá ser respetuoso con la doctrina de la ONU sobre dicho territorio con la que España se alinea plenamente", subrayó Sánchez , quien insistió en que España desea trabajar "por el desarrollo de un área próspera social y económica que abarque todo el espacio y el Campo de Gibraltar".
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