El Estrecho, una zona de tránsito muy conocida por la Armada de Rusia

La reciente amenaza de ataque lanzada por el régimen de Putin contra instalaciones militares de Reino Unido, tanto en las islas británicas como en otros puntos del planeta (caso de Gibraltar, las islas Malvinas o Sierra Leona) es el penúltimo episodio de la histórica tensión que las autoridades de Rusia mantienen con las principales fuerzas occidentales pertenecientes a la OTAN.

El Kremlin justifica su advertencia a Londres en la utilización por parte de Ucrania de armamento, proporcionado por Reino Unido, para defenderse y responder a la invasión de su territorio por Rusia. En ese escenario, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zakharova, ha indicado que el ejército de su país podría alcanzar enclaves británicos "en el territorio de Ucrania y más allá de sus fronteras", lo que incluye a la colonia británica. Esta última es, en sí misma, una gran base militar en la que tanto la RAF como la Royal Navy cuentan de forma permanente con un millar de efectivos, a los que se suman los miembros de las tripulaciones de los buques y de las aeronaves que habitualmente hacen escala en ella.

El Estrecho de Gibraltar es un espacio bien conocido para todas las potencias militares al tratarse de un enclave estratégico para la navegación por el cada año pasan más de 100.000 buques, muchos de ellos pertenecientes a diferentes armadas. En el caso de la flota rusa, su presencia tanto en el mar Negro como en el Mediterráneo es mucho más presente después de que en marzo de 2014 se anexionase por la fuerza la península de Crimea y se apoderase de la mayoría de los buques ucranianos en Sebastopol.

El recuento de los barcos rusos que han pasado por el Estrecho de Gibraltar en los últimos años deja constancia de ello, según los datos a los que ha tenido acceso Europa Sur: en 2021 navegaron por ese pasillo de 13 kilómetros de distancia en su punto más angosto un total de 37 buques, de los que 19 pertenecían a su armada; en 2022 fueron 15 (7 de la armada); en 2023, 21 (diez) y en 2024, hasta el 15 de mayo, se contabilizaron cuatro, de los que solo uno era militar.

Como se comprueba en el listado que acompaña esta información, la tipología de embarcaciones incluye submarinos, destructores, fragatas, corbetas, buques de asalto, anfibios, de desembarco, de apoyo logístico o de inteligencia. Entre los de uso civil destacan por su alta proporción el número de petroleros.

En el Peñón de Gibraltar, según el capitán de navío Ángel Liberal, cerca de Punta Europa -en el punto denominado Windmill Hill- y a una distancia relativamente corta de las rutas seguidas por todos esos barcos rusos, Reino Unido tiene la Estación de Señales (WHSS), que cuenta con equipos para Inteligencia Electrónica (ELINT) y de Comunicaciones (COMINT), servidos por militares británicos y americanos. Las instalaciones se completan con radares de exploración costera y visores electro-ópticos destinados a detectar todo lo que navega por la superficie.

Sabotajes rusos en Europa

El New York Times desveló el pasado día 29 que las autoridades de inteligencia de Estados Unidos y de varios países aliados han detectado un alza en las "operaciones de sabotaje de bajo nivel en Europa" por parte de Rusia "para socavar el apoyo a las iniciativas bélicas de Ucrania".

"La mayoría de las operaciones encubiertas han sido incendios provocados o intentos de incendio en varios lugares, como un almacén ubicado en Inglaterra, una fábrica de pinturas en Polonia, unas casas en Letonia y, lo más extraño, una tienda Ikea en Lituania", informaba el diario.

Entre los detenidos por esos hechos figuran ciudadanos de esos países captados por los servicios de inteligencia rusos para perpetrar los atentados, aunque, en otra escala, también fueron arrestadas personas acusadas de ser agentes rusos bajo los cargos de planear atentados contra bases militares estadounidenses.