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Excursión a la cueva de Laja Alta

Los senderistas caminan rodeados de acebuches y eucaliptos hasta llegar al abrigo con arte rupestrel hoja de ruta En unas cinco horas aproximadamente los senderistas recorren 12 kilómetros por un camino de dificultad media.

Parque Natural de Los Alcornocales.
M. C. Estévez / Algeciras

09 de agosto 2011 - 01:00

Una mochila cargada con agua fresca, algo de comida, gorra para el sol e, imprescindible, una cámara de fotos. En un buen senderista nunca debe faltar una bolsa rebosante de ganas por explorar los rincones más inhóspitos y admirables. Una propuesta que gusta a muchos aventureros representa una simbiosis entre historia y naturaleza. La ruta comienza en el Área Recreativa de Los Acebuches y finaliza en la cueva de pintura rupestre de La Laja Alta en Jimena de la Frontera.

El itinerario, de aproximadamente 12 kilómetros, ida y vuelta, presenta una dificultad media. El trayecto suele tener cinco horas de duración en total, dependiendo de las paradas y la elección del camino. Familiares y grupos de amigos se animan a pasar una tarde disfrutando de la naturaleza y el deporte con el paisaje privilegiado que ofrece el Parque de Los Alcornocales.

La caminata comienza con una bajada hasta el Río Hozgarganta. Para cruzarlo existe un puente de hormigón hasta llegar al arroyo Jateadero, a la derecha puede verse una angarilla. Galerías de alcornoques y eucaliptos dan sombra a los viajeros en una ruta abundante en lentiscos y acebuches. Con suerte se pueden divisar buitres y ciervos, además de rebaños y ganado. La subida permite disfrutar de las vistas que deja el monte Jateadero e incluso se divisa al fondo el Castillo de Jimena. Una de las opciones para llegar consiste en continuar el recorrido en línea recta. Cuando los senderistas llegan a una pared de piedra les avisa de que el abrigo se encuentra muy cerca.

La cueva de la Laja Alta se ubica al norte de la Garganta de Gamero. Fue descubierta por Francisco Corbacho, vecino de la localidad en 1978 y actualmente permanece protegida por una verja. La nula señalización conduce a que algunos senderistas no logren alcanzar la cueva y deban retroceder.

Para aquellos que logran su objetivo y pueden inmortalizar una imagen junto al abrigo de arte rupestre visualizarán numerosas figuras que el paso del tiempo ha ido erosionando.

Los senderistas nunca deben olvidar el respeto por la naturaleza y los animales. Algunos viven en libertad y comprenden el estilo de vida de algunos vecinos. Todo debe quedar como estaba ala llegada de los aventureros. En verano existe la prohibición de prender fuego para evitar posibles incendios.

Envía tus convocatorias a viviraqui@europasur.com

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