Fallece un niño de once años al ser atropellado al salir del colegio

La autora del accidente es una mujer que carecía de carné de conducir. Su marido se autoinculpó en un principio pero luego, en comisaría, confesó la verdad

Exterior del colegio Santa Sofía donde se produjo el accidente mortal.
Exterior del colegio Santa Sofía donde se produjo el accidente mortal.

Mohamed Said tenía sólo 11 años y acababa de salir de su colegio, el Reina Sofía, en donde cursaba 5º de Primaria. Se había quedado, como hacen muchos críos a la salida del centro, jugando en las cercanías del colegio cuando, de forma accidental, un vehículo que conducía su propia vecina, que no tiene carné de conducir, al echar marcha atrás, le atropelló pasándole por encima.

Las heridas sufridas por el pequeño fueron tan graves -presentaba diversos traumatismos en todo lo cuerpo, incluso en cabeza y abdomen- que a pesar de su rápido traslado al hospital civil, nada pudo hacerse por salvarle la vida. Mohamed fallecía poco después en la UCI del clínico civil, a donde acudieron vecinos y familiares de su barriada, el Príncipe Alfonso.

En el momento del accidente no había vigilancia policial en la zona ya que el siniestro tuvo lugar quince minutos después de la salida escolar, a las 13:15 horas. Terminado el control que siempre se organiza a las puertas de todos los centros por parte de la Policía Local, las patrullas abandonaron el lugar, quedando, como suele ser habitual, algunos críos jugando en el entorno. Así se encontraba el menor fallecido, tal y como confirmaba ayer la Policía Local.

En un principio, el marido de la autora del atropelló manifestó ante la Policía que él era el que conducía el coche. Poco después, al ser interrogado por los agentes de Atestados entró en contradicciones varias hasta que al final confesó que quien conducía era su mujer, que no tiene carné. La Policía ya ha dado la versión de lo sucedido al juez de guardia que citará a ambos el próximo lunes en los juzgados para informarles si existe alguna imputación para ambos. La familia del pequeño es muy conocida en el barrio del Príncipe, siendo de condición bastante humilde.

El suceso provocó una conmoción tanto en la propia barriada como en el centro Reina Sofía. Buena parte de los profesores no se enteraron hasta bien entrada la tarde de lo sucedido, al tener lugar después de haberse cerrado el centro y cuando los maestros y la gran mayoría del alumnado había terminado su jornada escolar. El director del centro acudió al hospital para hablar con los familiares.

La madre del pequeño tuvo que ser atendida por la tarde por una ambulancia del 061 al sufrir una crisis de ansiedad.

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