Nace 'Fortines del sur', el catálogo de obras defensivas levantadas por Franco en la Muralla del Estrecho

El Teatro Paseo de La Velada, en La Línea de la Concepción, acogerá este miércoles, 20 de marzo, a las 18:00, la presentación de Fortines del sur. Zona oriental, el primero de los dos libros que recoge las obras defensivas de hormigón levantadas por el régimen del general Franco desde el río Guadiaro hasta cabo Roche durante los años de la Segunda Guerra Mundial.

Durante aquellos tiempos convulsos en Europa, se construyeron en el entorno del Campo de Gibraltar más de medio millar de nidos de ametralladoras, casamatas para cañones (que frecuentemente también albergaban ametralladoras) y observatorios, entre otros modelos menos frecuentes. En esta primera obra se incluyen los datos esenciales de las construcciones en la zona oriental del despliegue, correspondientes a los términos municipales de La Línea, San Roque y Los Barrios.

El mundo occidental se parapetó detrás de obras de hormigón en el periodo de entreguerras y concibió los sistemas de fortines y búnqueres como la manera más adecuada de protegerse de posibles invasiones. La terrible experiencia en las trincheras de la Gran Guerra hizo imaginar que la fortificación de las fronteras sería una garantía de seguridad en la peligrosa era de los fascismos que se extendía por Europa en los años treinta.

Como se explica en esta obra coordinada por Ángel Sáez, profesor, historiador, escritor, director de la revista Almoraima y columnista de Europa Sur, la conversión en obras de fortificación permanente o de campaña en la guerra civil española de 1936 demostró que ese tipo de construcciones podía contener al enemigo en determinadas circunstancias, por lo que el régimen del general Franco se lanzó a llenar las costas españolas y la frontera de los Pirineos de defensas hormigonadas.

Origen del sistema fortificado del Estrecho

En el sur, la presencia de tropas y material bélico, tanto franceses como británicos, en el peñón de Gibraltar, se consideró una amenaza para el territorio español circundante, razón por la que se dieron órdenes para la fortificación de la zona con carácter de urgencia.

Ese es el origen del sistema fortificado del Estrecho, que ha venido en conocerse como la Muralla del Estrecho, haciendo un guiño a otros como La Línea Maginot, en Francia o el Muro Atlántico, de los alemanes. Fue impulsado por la jefatura del Ejército del Sur, radicada en Sevilla, y con participación directa del Gobierno Militar del Campo de Gibraltar, quedando desplegado desde el río Guadiaro (San Roque) a cabo Roche (Conil), con especial densidad de obras en el “cerrojo del istmo”.

En su construcción participaron unidades de zapadores del Ejército, albañiles civiles contratados al efecto y una numerosa mano de obra forzada, compuesta por soldados del vencido ejército de la República e integrados en los denominados Batallones Disciplinarios de Soldados Trabajadores.

Equipo multidisciplinar del IECG

El conocimiento, la protección, la divulgación y la necesidad de conservación de estos elementos del patrimonio histórico forman parte de una línea de trabajo desarrollada desde hace años por algunos miembros del Instituto de Estudios Campogibraltareños. Es una tarea coherente con lo que establece la Ley del Patrimonio Histórico de Andalucía de 2007, flagrantemente incumplida por buena parte de las administraciones de nuestra comunidad autónoma con competencias en este tema.

En el empeño de lograr esos objetivos siguen sus autores, siendo este libro el resultado del trabajo de un equipo multidisciplinar integrado en la Sección I del IECG (Geografía e Historia), en el que se constituyó, el 19 de abril de 2023, el Grupo de Trabajo denominado La Muralla del Estrecho con veintiún integrantes. A un grupo de ellos ha correspondido la tarea de preparar estos textos e imágenes, que debe verse continuado con una segunda entrega dedicada a la zona occidental, desde Algeciras hasta Conil de la Frontera.

Han sido los responsables de este Fortines del sur. Zona oriental los siguientes, entre quienes se encuentran miembros de la citada sección del Instituto y otros colaboradores integrados en el grupo de trabajo: José Mª Moreno Ávila, Antonio Muñoz Piñero, Jorge Pérez Fresquet , Juan Antonio Delgado López, David Gaspar Martín Ríos, Óscar Sáez Rodríguez, Sebastián Marqués Bautista, Alberto Febrer Barahona y Alfonso Escuadra Sánchez. La obra se ha completado gracias a la inestimable colaboración de la Asociación Ruta de los Búnkers, presidida por Ismael Ruiz Calvente. La tarea de coordinación de este equipo ha correspondido a Ángel J. Sáez Rodríguez.

La obra que ahora se presenta en La Línea se ha editado gracias al patrocinio de la Diputación de Cádiz, mientras que la laboriosa maquetación ha sido obra de Ildefonso Sena y la editorial Imagenta, de Tarifa.

Todas las construcciones se encuentran recogidas en un mapa de Google cuyo acceso se facilita entre sus páginas.