La Royal Navy provoca tres nuevos incidentes en aguas próximas a Gibraltar

Las aguas de la Bahía de Algeciras próximas al Peñón de Gibraltar han vuelto a ser esta semana el escenario de tres incidentes provocados por embarcaciones oficiales de Reino Unido, en dos de los casos, ante la presencia de barcos españoles oficiales.

Los tres episodios se han registrado entre el miércoles 2 y el viernes 4 de febrero, según la información confirmada por Europa Sur a través de fuentes oficiales españolas.

Un buque de Salvamento Marítimo y otro del Instituto Español de Oceanografía (IEO) se encuentran entre los que vieron perturbada su navegación en la zona por parte de la Royal Navy y el Gobierno de Gibraltar. En el tercero de los incidentes, un buque de la marina británica llegó a efectuar prácticas de tiro en aguas españolas sin aviso previo.

Fuentes diplomáticas españolas han declinado hacer comentarios respecto de estos tres incidentes, pero apuntaron que serían abordados por los cauces habituales.

Hostigamientos

El primero de los episodios se produjo en la mañana del pasado miércoles, 2 de febrero. La Salvamar Denébola de Salvamento Marítimo acudió a prestar auxilio al velero Spetes, en las inmediaciones de Punta Europa, tras quedarse sin gobierno en aguas circundantes al Peñón. Momentos antes se había desplazado al entorno una patrullera de Aduanas con el mismo objetivo y ya estaba prestando asistencia.

Según las fuentes oficiales consultadas, una embarcación semirrígida de Gibraltar intervino y hostigó al patrullero para dificultar las maniobras, llegando a impactar varias veces contra él pese a que estaba tratando de auxiliar el velero. Finalmente, la Salvamar Denébola logró completar el remolque del velero hasta el Puerto de Algeciras.

Unas horas después, en la tarde del mismo miércoles 2, cuatro embarcaciones del Gobierno de Gibraltar y de la Royal Navy hostigaron al buque oceanográfico español Francisco de Paula Navarro, dependiente del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

El acoso al buque español (de 30,46 metros de eslora y usado para campañas de investigación marina) se produjo más allá de las tres millas de distancia desde el Peñón, fuera de la zona de aguas en litigio que Gibraltar se atribuye como propias. El Francisco de Paula Navarro navegaba claramente hacia el Mediterráneo cuando fue sometido a dichas maniobras de acoso.

Ejercicios de tiro sin aviso

El tercero de los incidentes registrados se produjo el viernes 4. El centro de coordinación de Tarifa Tráfico de Salvamento Marítimo advirtió sobre las 11:20 que el HMS Pursuer, un buque escuela británico con base en Gibraltar, estaba haciendo ejercicios de tiro a unas cinco millas al Este de Punta Europa, en unas coordenadas de jurisdicción española y a más de tres millas de distancia de las aguas circundantes al Peñón que son objeto de la controversia entre España y Gibraltar.

La Guardia Civil activó a la patrullera del Servicio Marítimo Cartuja 21 y confirmó que el buque se encontraba en el lugar y estaba realizando algún tipo de prácticas, porque habían avistado el lanzamiento de una bengala. A la llegada de la patrullera del Instituto Armado, el HMS Pursuer puso rumbo al puerto de la colonia.

Fuentes de la Capitanía Marítima de Algeciras consultadas por este periódico explicaron que no tenían conocimiento previo de los ejercicios, puesto que no habían sido comunicados por los cauces establecidos en el capítulo 5 del convenio internacional Solas. Es decir, no se comunicó ni por Navtex ni por el tradicional aviso a los navegantes. En su lugar, el HMS Pursuer ocupó el canal 10 de VHF asignado a Tarifa Tráfico para advertir en inglés a los buques que se aproximaban a la zona.

En estas comunicaciones al margen del canal establecido, se pudo oír de fondo el uso de algún arma de fuego, sin que haya trascendido si se trataba de fuego real o fogueo. Sea como fuere, las ráfagas efectuadas fueron perfectamente audibles por el canal 10 mientras el HMS Pursuer advertía a los barcos que estaban en la zona para que se alejasen.

Esta concatenación de hostilidades coincidieron con el final, el pasado miércoles, de la quinta ronda de negociación entre la UE y Reino Unido sobre el futuro de Gibraltar tras el Brexit, cerrada sin acuerdo ni avances en las principales materias de fricción: el control policial en el puerto y el aeropuerto, la expedición de visados, la gestión medioambiental, cuestiones fiscales y el papel del Tribunal de Justicia Europeo como órgano superior.

El encallamiento de la negociación ha provocado que los próximos contactos se prevean ya en el mes de marzo, si bien todas las partes se marcaron como objetivo lograr un acuerdo antes de la Semana Santa, según fuentes diplomáticas consultadas por este periódico.

Precedentes

El 24 de septiembre de 2021 se produjo uno de los últimos episodios de hostigamiento que han trascendido en la Bahía de Algeciras. Ese día, una patrullera del Servicio Marítimo de la Guardia Civil trataba de identificar a una lancha rápida como las utilizadas para el contrabando de tabaco, en la que viajaban dos o tres personas.

En el momento en el que los agentes españoles se disponían a abarloar a la goma sospechosa, estos detectaron cómo una embarcación de la Royal Navy maniobraba bruscamente para interponerse entre la citada lancha y la patrullera de la Guardia Civil. Esto puso en evidente peligro a las tripulaciones, dada la velocidad a la que iban las embarcaciones.

Hace ahora un año, el pasado 12 de febrero, ya ocurrió otro incidente con algunos paralelismos, cuando embarcaciones de la Royal Navy hostigaron durante más de media hora a un barco de Salvamento Marítimo, el Salvamar Denébola, cuando este trataba de aproximarse al AM Ghent con la intención de frenar un vertido incontrolado de combustible a las aguas de la Bahía de Algeciras que se estaba produciendo desde ese mercante de bandera liberiana.

El incidente, ocurrido en aguas jurisdiccionales españolas que la colonia reclama como propias, tuvo lugar cuando la Salvamar Denébola intentaba acercarse al AM Ghent para controlar el vertido contaminante. Fue en ese momento cuando le salió abruptamente al paso la lancha de la Royal Navy IB22, cruzándose una y otra vez de forma temeraria en su rumbo para impedir que se aproximase al buque.