Interior disuelve el OCON de la Guardia Civil tras cuatro años de combate al narcotráfico
Seguridad
El descabezamiento de los principales clanes de la droga y la necesidad de cubrir otras funciones en las comandancias llevan al ministerio a “modificar los métodos de trabajo"
Los agentes destinados a este grupo de élite, que trabajaban en comisión de servicios, vuelven a sus destinos
Nada más ponerse al frente del Ministerio del Interior en el verano de 2018, la primera tarea que emprendió Fernando Grande-Marlaska fue hacer frente a los clanes del narcotráfico del Estrecho. Desde hacía tiempo, esas redes estaban llevando a situaciones muy comprometidas a las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado, carentes en aquel entonces de medios para frenarlas, y poniendo en peligro el principio de autoridad con un grado de violencia desconocido hasta ese momento, ya fuera con armas de fuego o embistiendo a las patrullas de la Guardia Civil y la Policía Nacional con grandes todoterrenos robados.
La estrategia del ministro tuvo uno de sus puntales en el Organismo de Coordinación del Narcotráfico (OCON) Sur, un grupo de nueva creación formado por un centenar de agentes con el encargo de combatir con carácter prioritario no solo el narcotráfico -hachís, cocaína y marihuana, fundamentalmente- sino otras actividades delictivas parejas e inseparables de ese fenómeno: el blanqueo de capitales, el crimen organizado y la corrupción.
Pasados cuatro años, el balance del trabajo desarrollado es excepcional, con miles de detenidos y varias decenas de causas abiertas en los tribunales de Cádiz y del resto de provincias del litoral andaluz y Sevilla, a lo que hay que sumar una ingente cantidad de droga incautada en todas sus modalidades. Pero el OCON se disuelve ahora por decisión de Interior. "De lo que se trata ahora es de implementar una nueva forma de trabajar”, aseguran fuentes de la Benemérita, que restan toda sombra de dramatismo a la decisión de los mandos ministeriales.
Los agentes del OCON estaban destinados en comisión de servicios a esas funciones. “No salían de la nada, es evidente, y las diferentes comandancias notaban su ausencia en mayor o menor medida", apuntan las fuentes. Ahora, las plantillas de aquellas se ven reforzadas con agentes bregados en la lucha contra el narco, que aportarán a sus compañeros su experiencia. “El OCON era un plan que se renovaba cada cuatro o seis meses, sabíamos que algún día iba a terminar”, indica uno de sus miembros, que define la actual situación como un “período de transición” que servirá para hacer ajustes y repartir las investigaciones en curso.
No se trata tanto de una cuestión presupuestaria, que también, como de operatividad. Los agentes destinados en comisión de servicio en el OCON no percibían por ello un complemento salarial y su única recompensa, además de disfrutar de los éxitos cosechados, eran dietas por manutención y alojamiento, a razón algo menos de 80 euros al día sumados ambos conceptos, en el caso de aquellos guardias cuyo destino estaba en otra provincia.
Lejos de sus familias en muchos casos y con disposición 24x7 -24 horas, siete días a la semana- la suya era una labor estresante, intensa y, sobre todo, peligrosa. “Creo que, de los que empezamos, no llegamos al 30% los que hemos estado hasta el final”, indica uno de los agentes más veteranos, que se asoma ahora a la reserva activa con la añoranza de un pasado recién inaugurado: “Ya sabes, toca trabajo de oficina”. Adiós a los madrugones, a hacerse cientos de kilómetros a toda pastilla y a derribar al alba con un ariete una puerta blindada con siete cerrojos.
La nueva etapa obligará a las comandancias a asumir buena parte del trabajo que antes se desarrollaba bajo el paraguas del OCON, si bien el Centro Regional de Análisis e Inteligencia contra el Narcotráfico (Crain) seguirá activo, con sede en Sevilla, a modo de centro de inteligencia anti-narco. Sus agentes se encargarán de mantener activa la llama que prendió cuatro años atrás.
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