La Junta aprueba la ampliación de Atlanterra con mil casas, golf y hoteles

La Comisión de Urbanismo respalda el plan de urbanización de la segunda línea de la playa tarifeña tras una década de trámites · La inmobiliaria Grupo Q confirma que apostará por el macroproyecto pese al "mal momento" económico

Vista aérea del complejo turístico de Atlanterra, situado en el norte del término municipal de Tarifa, justo en la frontera con Barbate.
Vista aérea del complejo turístico de Atlanterra, situado en el norte del término municipal de Tarifa, justo en la frontera con Barbate.
Jorge Garret / Araceli Muñoz Cádiz / Algeciras

18 de diciembre 2008 - 01:00

La Comisión Provincial de Urbanismo de la Junta de Andalucía ha aprobado de forma definitiva un enorme proyecto para ampliar el complejo turístico y residencial de Atlanterra, que se extiende desde los 80 al sur de Zahara de los Atunes a base de bloques de apartamentos junto al mar. El histórico plan parcial SA-1 Cabo de Plata, amasado durante toda la década en los despachos de la Administración andaluza y del Ayuntamiento de Tarifa, reclasifica ahora suelo para construir 1.043 viviendas, 1.300 plazas hoteleras (unas 650 habitaciones) y un campo de golf en segunda línea de la playa. La iniciativa supone un incremento del 40% en la actual cifra de residencias del complejo -2.500- y de un 130% en su planta hotelera, que supera en poco las 700 camas.

Para conseguir el respaldo definitivo de la Comisión Provincial, que congeló esta ampliación por última vez en 2007, el Ayuntamiento de Tarifa ha incluido dos modificaciones decisivas en el plan: ha cambiado la distribución de las zonas residenciales para evitar que queden aisladas en la parcela -lo que encarece la inversión en equipamientos-, y ha garantizado que el nuevo complejo se abastecerá de agua del núcleo urbano en lugar de los recursos de Atlanterra, que no dan más de sí. La Agencia Andaluza del Agua ha avalado este planteamiento.

La aprobación ofrecida por el Gobierno andaluz aún tiene un último condicionante: el acceso a la nueva urbanización no podrá atravesar la carretera del poblado de Zahara, incapaz de asumir siquiera el tráfico que se genera ahora durante el verano. El Consistorio tendrá que habilitar una entrada independiente, proyecto que, según adelantó el alcalde, Miguel Manella (PSOE), ya se ha elaborado en colaboración con el vecino pueblo de Barbate.

Superada la ardua tramitación administrativa, el proyecto queda ahora bajo el liderazgo de la iniciativa privada. El sector SA-1 Cabo de Plata es propiedad de un grupo de empresas inmobiliarias entre las que se encuentran Atalaya (Grupo Q), Vallehermoso y Vacaciones Atlantik. Fuentes de la sevillana Grupo Q, que dirige esta agrupación, corroboraron ayer que "los planes empresariales siguen adelante según lo previsto", pese a la demora burocrática, pese a la crisis económica, inmobiliaria y financiera, y pese a la bajada de rentabilidad de las inversiones turísticas en la costa durante los últimos años. "Es un proyecto muy interesante que hace falta para dinamizar la zona, para tener turismo y actividad económica todo el año, para crear una gran cantidad de empleos y para reforzar Atlanterra como destino. Este contexto de crisis es algo que se superará", razonaron ayer fuentes de Grupo Q, que ha ejecutado gran cantidad de promociones en el complejo tarifeño.

Las mismas fuentes adelantaron que las inmobiliarias implicadas en la iniciativa ya han constituido una junta de compensación para afrontar la urbanización y el desarrollo del sector SA-1, aunque recalcaron que es un proceso todavía sujeto a diferentes trámites administrativos y a una ejecución que se prolongará años.

El alcalde de Tarifa, que ha defendido durante los últimos años el plan urbanístico heredado del Gobierno local TAIP/PP que presidió Juan Andrés Gil entre 1999 y 2003, expresó ayer su satisfacción por el respaldo definitivo de la Junta. "Es un proyecto que está incluido en el Plan General del 90 [el vigente] aunque por diferentes circunstancias no se ha desarrollado. Ahora ha pasado todos los filtros que tenía que pasar, y su puesta en marcha es muy necesaria para Atlanterra", apuntó.

Según el alcalde, los hoteles y el campo de golf reforzarán el carácter turístico del destino, que hoy es un complejo de residencias puramente vacacionales y un verdadero poblado fantasma durante los meses de otoño e invierno. "Los equipamientos van a dar caché y más actividad a aquella zona, que ha crecido de una manera especial por la falta de equipamientos pero que tiene proyección para ser un destino líder", opina Miguel Manella.

A esta postura del regidor socialista se ha enfrentado la de su propio socio de gobierno, Javier Mohedano, concejal único de IU en Tarifa, que rechazó la ampliación de Atlanterra en su último paso por el Pleno municipal, en mayo de este mismo año.

Mohedano reclamó entonces más inversión pública en equipamientos para cubrir el déficit que sufre el complejo turístico y criticó que el equipo de Gobierno planificara mil viviendas más "fomentando un modelo urbanístico propio de la Costa del Sol y caducado por completo".

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