La Junta aplica un fitosanitario biológico para frenar la expansión de la lagarta peluda

Medio Ambiente

Los seguimientos detectan riesgo alto de expansión en Algeciras, Los Barrios, Tarifa, Jimena y Castellar

Brote de lagarta peluda en Pelayo
Un ejemplar de lagarta peluda. / Erasmo Fenoy
Redacción

13 de mayo 2021 - 20:21

La Junta de Andalucía ha comenzado a aplicar tratamientos contra la lagarta peluda (Lymantria dispar) al detectarse que podría existir alto riesgo de expansión de esta especie en algunas zonas del Campo de Gibraltar.

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible realiza cada año labores de seguimiento sobre esta especie para conocer la situación en que se encuentra su población y poder actuar de la forma más respetuosa con el entorno natural y más efectiva posible para evitar daños en el arbolado.

En la campaña de 2021 los datos de campo muestran que la inmensa mayoría de la superficie que conforma el plan de lucha integrada de la Junta frente a este insecto se encuentra en estado de equilibrio, por lo que no será necesario llevar a cabo ninguna actuación en gran parte del territorio.

En algunas zonas de la provincia de Cádiz, como Algeciras, Castellar de la Frontera, Jimena de la Frontera, Los Barrios, Tarifa y Alcalá de los Gazules, podría existir alto riesgo de dispersión de la plaga y de aparición de zonas defoliadas, por lo que, en este caso, sí se considera conveniente realizar acciones de control. El objetivo de estas técnicas, que se han iniciado este jueves, es garantizar que el arbolado no sufra daños importantes y que, por tanto, no se vea comprometido su aprovechamiento.

Para ello, la Consejería de Desarrollo Sostenible ha apostado por un fitosanitario biológico (Bacillus thuringiensis) que, aunque es más complejo de manejar que otras alternativas disponibles, permite reducir el impacto sobre otros elementos del ecosistema y es compatible, tanto con los aprovechamientos apícolas como con los requisitos de la agricultura ecológica.

En cuanto al tipo de tratamiento, la Junta ha señalado que el uso de medios aéreos se presenta como la única alternativa viable para controlar la plaga en estas áreas, dada la extensión de la zona afectada (más de 23.000 hectáreas), la escasa duración del periodo larval en el que el tratamiento es efectivo antes de que se produzcan defoliaciones intensas y, especialmente, la irregularidad del terreno.

Tratamientos previstos

Desarrollo Sostenible ha establecido una base de operaciones en Benalup desde la cual partirán dos aeronaves preparadas para la aplicación a ultrabajo volumen (tres litros/hectárea) del fitosanitario biológico seleccionado para controlar esta plaga. De esta forma, será posible realizar el tratamiento en el periodo en que la lagarta peluda es más susceptible al producto de control, ya que los vuelos permiten actuar simultáneamente en varias zonas de trabajo.

Estos tratamientos aéreos, que se enmarcan en el plan de lucha integrada de la Junta, cuentan con la necesaria aprobación del plan de aplicación en el que se recogen los condicionantes técnicos y ambientales de obligado cumplimiento para garantizar el respeto al medio ambiente y a la salud humana.

Además, estas aplicaciones cuentan con la supervisión técnica de personal especializado que controla de manera continua las condiciones de los vuelos. Desde la pista se llevan a cabo tareas de coordinación para dirigir los aviones hacia aquellos bloques con mayor prioridad y que cumplen con las condiciones ambientales adecuadas para un correcto uso del producto.

A este control se suma la aplicación 'Coplas', desarrollada por la Consejería de Desarrollo Sostenible, que permite hacer un seguimiento de los tratamientos fitosanitarios aéreos a través de unos dispositivos ubicados en las aeronaves. Estas 'cajas Coplas' registran el trayecto de los aviones y el caudal de producto que aplican durante la fase de descarga.

Una vez concluida la aplicación, el personal del Gobierno andaluz puede procesar los datos mediante un sistema de información geográfica para conocer con detalle el área tratada y comparar el porcentaje de cobertura real con la planificación inicial.

El plan de lucha integrada que marca la actuación de la Junta de Andalucía desde la década de los 90 es un sistema de manejo de plagas que se fundamenta en la recogida anual de información sobre el terreno para decidir posteriormente, en función de estos datos, si es necesario llevar a cabo alguna actuación.

Los técnicos especialistas de la Dirección General de Medio Natural, Biodiversidad y Espacios Protegidos analizan anualmente la información suministrada por los agentes de Medio Ambiente referente a la cantidad de mariposas capturadas, localización de zonas de puestas y detección de defoliaciones, entre otros aspectos.

En cualquier caso, las acciones que se ponen en práctica para luchar contra la lagarta peluda en Andalucía deben ser siempre respetuosas con el equilibrio biológico, por lo que antes de su aprobación el Gobierno autonómico valora parámetros como la efectividad, la aplicabilidad o el impacto sobre el resto de elementos del ecosistema con el fin de escoger el método de control más adecuado.

Desde la implantación del plan de lucha integrada se ha logrado racionalizar las labores de vigilancia y control de este insecto en la Comunidad Autónoma andaluza, favoreciendo la duración de los periodos de baja actividad y actuando para reducir la duración e intensidad de la fase dañina.

La lagarta peluda

La lagarta peluda (Lymantria dispar) es un insecto muy voraz que puede llegar a consumir la totalidad de las hojas del arbolado. En los casos más leves, los árboles son capaces de sobreponerse al debilitamiento que provoca la oruga pero, si se conjugan otros factores, puede llegar a provocar su muerte.

En el caso del alcornoque, la acción de este insecto reduce la calidad del corcho al provocar discontinuidades que lo hacen inadecuado para la producción de tapón natural e incluso podría llegar a impedir la saca. Por otro lado, la presencia de lagarta peluda puede provocar también la reducción del número de bellotas de los árboles, lo que condiciona la montanera.

Este insecto es capaz de incrementar su número y convertirse en plaga en un corto plazo de tiempo y las orugas pueden dispersarse con el viento, circunstancia que favorece la aparición de focos en zonas muy distantes. Por todo ello, se considera fundamental establecer un sistema de seguimiento intensivo que permita anticipar y prevenir esta situación evitando los daños al arbolado y sus aprovechamientos.

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