Varapalo a la economía del Campo de Gibraltar: cierra la central térmica de Los Barrios
El alcalde, Miguel Alconchel, se reunirá el lunes con los responsables de Viesgo para conocer los detalles
La planta supone el 20% de los ingresos corrientes del Ayuntamiento y tiene 80 trabajadores
La central térmica de Los Barrios cerrará finalmente sus puertas pese a que había sido señalada como una de las cinco de España que permanecería operativa más allá del 30 de junio de 2020, cuando entran en vigor los nuevos límites de emisiones establecidos por la Unión Europea dentro del proceso de descarbonización. La térmica tiene a unos 80 trabajadores en plantilla y otros tantos de empresas auxiliares.
Así lo confirmó este viernes el alcalde de la Villa, Miguel Alconchel, quien mantendrá una reunión este lunes con responsables de Viesgo, la compañía propietaria de la central, para conocer más detalles de la clausura, entre ellos, en qué fecha dejará de funcionar. En cualquier caso, el regidor entiende que será "más pronto que tarde" aunque todavía no tiene "confirmación oficial".
Alconchel informó del cierre en la mañana de este viernes a representantes de colectivos ecologistas con los que mantuvo una reunión (Agaden, Verdemar y Greenpeace) y que celebraron la noticia. También explicaron que han dado su apoyo a un proyecto para instalar un parque eólico a cargo de la empresa malagueña Torsa, que pretende instalar 24 aerogeneradores que producirán 111 MW. La nueva planta dará 50 puestos de trabajo cuando esté en funcionamiento y Ornitour, una empresa de especialistas en aves, hará el estudio de incidencia en la avifauna.
La central térmica de Los Barrios supone el 20% de los ingresos corrientes del Ayuntamiento.
A partir del 30 junio de 2020 solo podrán operar centrales adaptadas a unos determinados límites de emisiones contaminantes, lo que llevó durante el año pasado a las principales compañías a anunciar el desmantelamiento de plantas en todo el país. La de Los Barrios no iba a ser una de ellas. Viesgo incluso había hecho inversiones en la central térmica campogibraltareña, que entró en funcionamiento en 1985 y que fue una de las últimas de carbón que se construyó en España. Había invertido 80 millones de euros en una planta desulfuradora que reduce un 95% las emisiones de azufre y en una desnitrificadora que rebaja la emisión de óxido de nitrógeno (NOX) en un 60% para cumplir con los límites legales.
El pasado mes de marzo, los trabajadores manifestaron su inquietud tras haberse cumplido un año sin actividad de generación de energía eléctrica en las instalaciones. La compañía explicó entonces que llevaba inactiva ese tiempo por sus altos costes de funcionamiento sobre el conjunto del mix energético (las diferentes fórmulas de producción de electricidad). Viesgo puntualizó que las decisiones sobre producir o no energía son adoptadas por las autoridades reguladoras a diario en función de las condiciones del mercado y otros factores (como las temperaturas, precipitaciones y vientos que condicionan a otras formas de energías como las renovables), si bien la planta estaba preparada para arrancar en caso necesario.
Las grandes eléctricas españolas llevan años despidiéndose del carbón como combustible para generar electricidad. Si las inversiones que tenían que hacer para adaptarlas a la nueva normativa ambiental, que les permitiría funcionar más allá de 2020 ya desanimaron a muchas, más tarde la repercusión de los precios de las emisiones de CO2 en el de la energía que generan, está expulsándolas del mercado mayorista, pues sus precios están por encima, incluso, de los de los ciclos de gas.
El año 2019, el carbón sólo ha cubierto el 5% de la generación eléctrica, con lo que su producción ha bajado en el territorio peninsular casi un 70% respecto al año anterior. En los dos años anteriores, esta fuente de energía había aportado el 14,2% (2017) y el 17,2% (2018) de la demanda eléctrica.
Endesa ya presentó el 27 de diciembre la solicitud formal de cierre de las térmicas de carbón importado de As Pontes (A Coruña) y Litoral (Carboneras, Almería), que echarán el cierre dentro de año y medio, según se ha previsto. Ya decidió en su día hacer lo mismo con las centrales de Compostilla (León) y Andorra (Teruel), aunque en estos casos las plantas ya estaban predestinadas al cierre el 31 de junio del 2020, puesto que no se abordaron las inversiones necesarias en filtros de descontaminación para cumplir con los límites de emisiones establecidos por la UE (y que entran en vigor en la citada fecha).
Otras compañías ya decidieron hace tiempo dejar de producir electricidad con carbón. Iberdrola anunció en noviembre del 2017 que había solicitado al entonces Ministerio de Energía cerrar sus dos últimas centrales de carbón, la de Landa, en Asturias, y la de Velilla, en Palencia. Con estos anuncios, en la España peninsular sólo quedarán activas dos centrales de carbón de los principales grupos energéticos: las de Aboño y Soto de la Ribera, en Asturias (de la empresa EDP).
En octubre del año pasado, el alcalde de Los Barrios, Miguel Alconchel, participó en un encuentro en La Coruña de municipios españoles afectados por la descarbonización donde se acordó promover una mesa de trabajo y establecer líneas de trabajo conjuntas "en defensa de una transición energética justa". “En España, por normativa europea, van a cerrar las centrales térmicas", explicó entonces Alconchel, "es una cuestión delicada. Aunque estamos de acuerdo en este proceso de descarbonización y que afecte menos al cambio climático, para municipios como el nuestro es preocupante. Esta reunión ha servido para estudiar medidas para municipios como el nuestro que perderá una actividad importante tanto económica como laboralmente”.
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