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Algeciras/La base del Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Algeciras cuenta con una nueva patrullera que aumenta considerablemente la velocidad de las embarcaciones actualmente dedicadas a perseguir el narcotráfico y el contrabando en el Estrecho de Gibraltar. Se trata de la interceptadora Río Flumen, capaz de alcanzar una velocidad de 60 nudos, superior a la que alcanzan las patrulleras hasta ahora dedicadas a estas tareas. El Instituto Armado presentará este jueves su nuevo buque insignia para el Estrecho en el Puerto de Sotogrande.
El contrato para la construcción de dos patrulleras de alta velocidad fue adjudicado en octubre de 2021 al astillero Aislamientos Térmicos de Galicia (Aister) por 4.598.000 euros (IVA incluido). La primera de ellas, la Río Flumen, acaba de entrar en servicio y la segunda lo hará a lo largo de este año. Tras esta adjudicación, la Guardia Civil ha puesto en marcha otro concurso público para comprar otras tres embarcaciones de las mismas características: entre 17 y 18,5 metros de eslora y hasta 4,5 de manga, con dos motores diésel de 1.800 cv cada uno y velocidad máxima superior a 55 nudos.
La patrullera que ya está en la base de Algeciras es de chapa de aleación aluminio, a diferencia de las que están en servicio, que fueron construidas con PRFV (poliéster reforzado con fibra de vidrio). La intención es que las patrulleras sea más resistentes en las operaciones contra el narcotráfico y tengan una mayor vida útil, superior a los 15 años.
Este nuevo diseño permite una permanencia en patrulla en la mar de 12 horas, una separación de la línea de costa de al menos 20 millas y una dotación de 4 hombres. La patrullera consta de dos motores marinos diesel de 1.800 cv cada uno, con propulsión por medio de dos hidrojets.
La Río Flumen cuenta con un equipamiento de última generación: un radar de navegación, un sistema de comunicaciones por satélite o un proyector de luz con un alcance en distancia de 1.200 metros. Como armamento, cuenta con un lanzagranadas automático de 40 mm.
Para asegurar su durabilidad y operatividad, el mantenimiento de la patrullera es fácil y de bajo coste anual, y no habrá necesidad de recorrido ni mantenimiento preventivo alguno en la mar en un máximo de cuatro días.
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