Pedro Sánchez viajará a Marruecos invitado por el rey Mohamed VI tras su acercamiento por el Sáhara
Nueva etapa bilateral
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, cancela su visita para acompañar al presidente del Gobierno
La reapertura del tráfico del pasajeros en el Estrecho, pendiente de la reunión
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajará a Marruecos próximamente tras haber sido invitado hoy por el rey Mohamed VI y tras mantener una conversación con el monarca para afianzar las relaciones bilaterales entre los dos países. Esta visita ha llevado a cancelar a última hora la que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, iba a realizar a Rabat este viernes.
Según ha comunicado la Moncloa, Sánchez ha conversado con Mohamed VI sobre la nueva etapa abierta entre España y Marruecos basada en la "transparencia, el respeto mutuo y el cumplimiento de los acuerdos" toda vez que además ha sido invitado por el monarca marroquí para que visite Rabat en los próximos días.
No obstante, el Ejecutivo no ha cerrado todavía la fecha del viaje y ha incidido en que ha informado al rey Felipe VI de todos los detalles de la conversación.
La nueva etapa que se abre entre los dos países supondrá también la "abstención de toda acción unilateral para estar a la altura de la importancia de todo lo que compartimos y evitar futuras crisis entre nuestros dos países", señala el comunicado de Moncloa.
"He conversado con S.M. el rey Mohamed VI sobre las relaciones entre España y Marruecos. Lanzamos una hoja de ruta que consolida la nueva etapa entre dos países vecinos, socios estratégicos, basada en la transparencia, el respeto mutuo y el cumplimiento de los acuerdos", ha puntualizado Sánchez minutos antes en redes sociales. Una hoja de ruta que el Ejecutivo español quiere que sea "ambiciosa, a la altura de dos países vecinos y socios estratégicos".
El presidente Sánchez viajará a Rabat acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares Bueno, apunta el Ejecutivo que recalca que el Gobierno de España "asume las relaciones con Marruecos como un asunto de Estado".
En ese marco, el presidente del Gobierno ha manifestado su firme voluntad de renovar y profundizar la relación privilegiada entre España y Marruecos, con un espíritu de estrecha cooperación para afrontar juntos los desafíos comunes y garantizar la estabilidad e integridad territorial de España y la prosperidad de ambos países.
La nota difundida por Moncloa también señala que es un socio estratégico indispensable para España y para la Unión Europea en numerosos aspectos como el control de la migración, la lucha antiterrorista y las relaciones económicas y comerciales, entre otros.
Este viaje llegará tras haber dejado atrás la peor crisis entre los dos países en décadas después de que el Gobierno español haya dado su bendición al plan de autonomía para el Sáhara que planteó Rabat en 2007 y que dejaría a la antigua colonia española bajo soberanía marroquí y con algunas competencias transferidas.
La consecuencia inmediata será "la cooperación en la gestión de los flujos migratorios en el Mediterráneo y en el Atlántico, actuando siempre con un espíritu de total cooperación, y restablecer la plena normalidad en la circulación de personas y bienes, en beneficio de nuestros pueblos".
Durante su comparecencia en el Congreso el pasado 23 de marzo, el ministro adelantó que abordaría la normalización completa de las conexiones marítimas, los preparativos de la próxima operación Paso del Estrecho así como "el restablecimiento, de forma controlada, de la circulación de personas y bienes" entre los dos países.
No obstante, a la luz de lo manifestado el pasado miércoles por Sánchez en el Congreso, no parece que la reapertura fronteriza sea inmediata ya que se está preparando "un protocolo que defina el criterio de entrada en el territorio español y asegure el tráfico seguro y fluido". Además, el Ministerio del Interior ha prorrogado hasta el 30 de abril el cierre que se decretó como resultado de la pandemia.
El tráfico marítimo permanece suspendido desde marzo de 2020. Como resultado de ello, en los dos últimos años no se ha producido la Operación Paso del Estrecho pero, además, en un claro síntoma de la crisis bilateral, el Gobierno marroquí optó por autorizar la llegada de sus expatriados en ferrys especiales desde otros puertos europeos en Francia e Italia. La reanudación ahora es una medida muy esperada a ambos lados del Estrecho, dados los millones de viajeros y la mercancía que se mueve entre ambos países.
Migración
El problema migratorio ha sido sin duda determinante en el paso dado por el Gobierno, como se deduce de lo manifestado tanto en el comunicado como por sus miembros en las últimas semanas. La presión migratoria ha sido una de las herramientas empleadas por Marruecos ya en el pasado para presionar a España, algo que también ha ocurrido en esta crisis.
Primero fue en Ceuta, donde unos 10.000 inmigrantes cruzaron entre el 17 y 18 de mayo con la connivencia de las fuerzas de seguridad marroquíes, que nada hicieron durante casi 48 horas para evitarlo. A principios de marzo volvió a ocurrir, esta vez en Melilla, donde dos asaltos masivos nunca vistos en dos días consecutivos se saldaron con la entrada de más de 800 inmigrantes, si bien fueron casi 4.000 los que lo intentaron.
El Gobierno ha tratado en todo momento, salvo en estos dos momentos puntuales, de poner en valor la cooperación marroquí en materia migratoria y evita además desglosar por países de origen las llegadas que se producen, así como también informar de los vuelos de repatriación con destino al reino.
Pero lo cierto es que los datos parecen señalar lo contrario. Según los ofrecidos por Interior, las llegadas de migrantes por vía irregular a España aumentaron un 73,2% en los dos primeros meses de 2022, con 7.319 llegadas,, de las que el 75% (5.496), lo hicieron a través de Canarias. Otros 1.635 llegaron a las cosas de Baleares y la Península y 53 lo hicieron vía marítima por Ceuta y Melilla.
En el caso concreto de Canarias, según los datos de Interior, hubo un aumento del 134,8%. Estas llegadas no se han paralizado en las dos últimas semanas pese al acercamiento con Marruecos dado que este domingo fueron rescatados 116 inmigrantes cuando se encontraban en aguas próximas a Canarias, mientras que horas más tarde se rescató a otras 27 personas más.
Han sido muchas las voces que han acusado al Ejecutivo de pecar de ingenuidad con Marruecos y de haber cedido al chantaje de Rabat en esta materia, advirtiendo de que el Gobierno marroquí no dudará en volver a recurrir a esta herramienta cuando lo vea necesario para defender sus intereses.
Ceuta y Melilla
Como telón de fondo de la decisión también han estado Ceuta y Melilla. Prueba de ello es la mención específica a la voluntad de garantizar "la integridad territorial" en esta nueva etapa de la relación. Marruecos ha venido reclamando la soberanía de ambas ciudades autónomas y de hecho, su anterior primer ministro, Salahedin El Othmani, sostuvo que una vez resuelta la cuestión del Sáhara detrás irían Ceuta y Melilla.
Por el momento, Rabat no se ha pronunciado respecto a esta cuestión, que no aparece mencionada en su comunicado, de ahí el que se haya exigido al Gobierno que pida garantías por escrito de que esto será así. También aquí hay dudas de que esto ocurra. El director del Observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echevarría, no cree que Marruecos acceda a una declaración, escrita o verbal en este sentido, porque mantiene esta reivindicación encima de la mesa.
También están pendientes otras cuestiones, no menores, en la relación bilateral, como la construcción de una piscifactoría por una empresa marroquí en aguas españolas próximas a las islas Chafarinas, por las que Exteriores hizo llegar su queja a Marruecos a finales de noviembre, sin que hasta el momento se haya conocido su respuesta.
Igualmente, existe preocupación, en este caso en Canarias, por el contrato firmado por Marruecos con la empresa israelí Ratio Petroleum Energy para explorar la búsqueda de petróleo y gas en la costa saharaui cercana a Dajla, frente a las islas, así como por la delimitación de las aguas territoriales.
Marruecos procedió a principios de 2020 a aprobar dos leyes por las que delimita el mar territorial marroquí hasta 12 millas y la zona económica exclusiva (ZEE) de 200 millas desde sus costas. Dicha delimitación entraba en conflicto con la delimitación de las aguas territoriales españolas en las islas Canarias, pero el Gobierno ha asegurado que ambos países desean resolver la cuestión de mutuo acuerdo y conforme a la Convención de la ONU sobre Derecho de Mar.
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