La Policía detiene a un presunto yihadista residente en Algeciras
Operación antiterrorista
Fue arrestado en Vitoria, donde trabajaba vendiendo billetes de ferry para la Operación Paso del Estrecho
Los agentes registran su domicilio familiar y un locutorio para requisar material
Algeciras/A primera hora de la mañana de ayer la calle Emilio Burgos de Algeciras se llenaba de policías nacionales. Junto al Puerto algecireño, poco podían imaginar los vecinos de la zona que allí se desarrollaba un dispositivo contra el terrorismo islámico. Pero así era: los agentes registraban la casa familiar de Anis M. R. R., un joven marroquí que simultáneamente era detenido en Vitoria mientras trabajaba vendiendo billetes para la Operación Paso del Estrecho. Era arrestado por su presunta pertenencia a la organización terrorista Daesh, para la que supuestamente realizaba labores de captación y adoctrinamiento.
El joven de 21 años, asegura la Policía, había experimentado un cambio en sus manifestaciones, que se escoraron hacia postulados salafistas extremistas, llegando incluso a defender en las redes sociales acciones violentas perpetradas por organizaciones terroristas. No ocultaba sus opiniones; según confirman fuentes de su entorno presumía de esa defensa de Daesh abiertamente. También vestía de chilaba y usaba la característica barba. Su aspecto había llegado a asustar algunas personas al encontrarlo cerca de sus casas.
Anis M.R.R. estuvo en contacto con otro individuo, detenido a finales de 2017 en Marruecos, con el que se reunió en territorio marroquí y mantuvo contactos en redes sociales y otras plataformas virtuales, "cuyo objetivo final era cometer atentados", asegura la Policía. En el marco de la operación se ha podido acreditar que el joven detenido ha utilizado material audiovisual sobre la organización terrorista Daesh para incitar al otro individuo a cometer atentados.
Según explica la Policía, Anis M. R. R. adoptaba continuas medidas de seguridad como forma de protección, entre otras utilizar aplicaciones de mensajerías instantáneas seguras y diferentes líneas de telefonía móvil.
El supuesto terrorista residía habitualmente en Algeciras, pero temporalmente había sido enviado a Vitoria durante la OPE, donde se encargaba de vender billetes de ferry a cargo de una agencia de viajes algecireña. Allí fue detenido por la Policía, en el módulo que estas compañías suelen montar en gasolineras y sitios de paso de las principales autopistas para ir adelantando la venta de los billetes a los vehículos que realizan el habitual paso anual a Marruecos a través de los ferris del Estrecho.
Mientras la Comisaría General de Información y la Brigada Local de Información de Vitoria registraban el módulo en el que vendía sus billetes el detenido, otro equipo central y la Brigada de Algeciras hacían lo propio con la casa familiar, donde se registró también un Mercedes negro ante la vista de la familia. Tras acabar, en torno a las 11:30, se desplazaron a un locutorio en la avenida Virgen del Carmen, en el número 35, frecuentado por el detenido. De allí se llevaron otras cajas de material, presumiblemente informático, acabando la operación a las 13:00.
El último contacto (conocido) de Algeciras con el yihadismo fue indirecto: Ahmed Samsam, un danés de origen sirio, intentó comprar armas en 2017 en Algeciras. Fue condenado a ocho años de cárcel por integración en organización terrorista. En abril de 2016 fue detenida una pareja granadina cuando se disponía a tomar un ferry junto a su hijo menor de edad para viajar a Marruecos; finalmente ella fue absuelta y sí fue condenado su marido, Choukri El Hadouchi, por autoadoctrinamiento. En 2015, la detención de Ayoub el Khazzani conmovió a la barriada del Saladillo, donde había residido durante un tiempo, que se movilizó para luchar contra la imagen que se daba de la zona. En 2011, en esta ocasión en La Línea, se detenía a un marroquí, Abdellatif Aoulad, por ser administrador de una página de internet que albergaba un foro yihadista. Fue condenado a dos años por apología del terrorismo.
La cooperación entre España y Marruecos, detalló la Policía, junto con la permanente alerta de ambos países en el ámbito de la prevención, detección y neutralización de potenciales elementos terroristas, "fructifica en operaciones que permiten desactivar este tipo de amenazas a ambos lados del Estrecho".
La investigación se ha desarrollado bajo la supervisión del Juzgado Central de Instrucción Número 1 y la coordinación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.
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