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No existen censos fiables sobre el número de musulmanes en el Campo de Gibraltar, pero la cifra exacta supera con toda seguridad los 10.000 fieles. Celebran este miércoles, 10 de abril, la fiesta Eid al-fitr, el fin del mes sagrado del Ramadán.
Los mayores de 14 años se han abstenido, durante este mes del calendario lunar islámico, de alimento, bebida y relaciones sexuales desde que salía el sol por la mañana hasta que se ponía. En ese periodo de tiempo también han tenido prohibido fumar. Pero lo más importante, según los musulmanes, no es la privación corporal o el sacrificio sino la lectura del Corán, las obras de caridad, la práctica de la humildad y la intensificación del trato personal con Aláh. Ahora, con el Ramadán concluido, los musulmanes piden juntos al Creador que acepte su ayuno y sus buenas obras y que les ayude a cultivar durante el resto del año la paciencia y la gratitud.
Los enfermos, personas mayores, y mujeres gestantes no han tenido que ayunar, pues el magisterio islámico les exime. Según encuestas en España, además de estos, solo un 13% de los musulmanes adultos no secunda el Ramadán. Los que, por consejo médico o enfermedad temporal o viaje, no han podido ayunar algunos días de este mes considerado sagrado habrán tenido que compensar ese día con otro de ayuno en fecha posterior al Ramadán, cuando las circunstancias que les eximían cesen, y ofreciendo una comida a alguien que lo necesite.
En países que no son de mayoría islámica los horarios laborales y escolares no facilitan la práctica del ayuno en Ramadán. Estudiantes, trabajadores y deportistas encuentran una dificultad especial para ayunar no comparable a la de sus países de origen, donde horarios laborales y comerciales, competiciones y actividad social en general se adapta a los requerimientos religiosos de este mes.
Cada año, el mes de Ramadán se adelanta aproximadamente diez días con respecto al calendario gregoriano. Sucede así al estar el calendario islámico basado en doce meses lunares, por lo que es más corto. Así, cuando el Ramadán cae en verano implica para los ayunantes un periodo de abstinencia mucho más largo que cuando cae en invierno, llegando a haber hasta diferencias de seis horas diarias de ayuno.
Cada noche de Ramadán, al ponerse el sol, las familias se reúnen en torno a la mesa para romper el ayuno. Lo hacen antes de la oración del Magreb, con dátiles y leche. Después “desayunan” con los alimentos típicos de estas fiestas: harira, cuscús, dulces de almendra y miel, cordero… Algunas mezquitas de Algeciras han ofrecido durante este mes comidas, tras la puesta de sol, para personas que viven solas, transeúntes o carentes de recursos.
Muchos años (y este 2024 no ha sido una excepción) se han producido discusiones sobre el día en que comienza y acaba el Ramadán. Al depender del avistamiento o no de la luna, los factores meteorológicos hacen que, mientras unas comunidades secunden el criterio de Rabat, otras lo hagan en función de lo que dicte alguna de las grandes federaciones islámicas de España o el Gobierno de Arabia Saudí.
La siguiente gran fiesta en el calendario islámico será la del cordero, Eid al-Adha, aproximadamente 70 días después del final de Ramadán.
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