Regantes de Tesorillo exigen las obras de abastecimiento

Los propietarios de las explotaciones agrícolas dependen de pozos ante el mal estado de conservación de los canales de riego pendientes de ser renovados

El agua fluye por uno de los aliviaderos sin llegar al canal.
El agua fluye por uno de los aliviaderos sin llegar al canal.
A. R. / Jimena

06 de julio 2009 - 01:00

Un grupo de regantes de San Martín del Tesorillo mostró ayer sus quejas ante este diario por el retraso que acumula la ejecución de las obras para mejorar las canalizaciones de riego que parten desde el río Guadiaro. Las obras forman parte de las actuaciones compensatorias por el trasvase entre los ríos Guadiaro y Majaceite, acordadas hace más de una década entre la Junta de Andalucía y la extinta Confederación Hidrográfica, hoy Agencia Andaluza del Agua.

Los regantes, con la llegada del calor, aseguran que deben multiplicar las horas de riego para mantener sus cultivos contando con una infraestructura totalmente obsoleta, puesto que cuentan con dos canales que datan de la época del Marqués de Larios (siglo XIX), construidos bajo el tipo medieval. Se trata de los canales Esparragal y Pacheco, uno para cada margen del río, que abastecen a más de 300 agricultores de todo el Valle del Guadiaro.

Como alternativa, más del 70% de los regantes de la zona ha excavado pozos para bombear el agua suficiente, si bien los costes del bombeo -a través de maquinaria eléctrica o con motor de explosión- ascienden sin mucha dificultad a 3.000 euros por año. Los regantes que no han podido ejecutar esta inversión emplean las canalizaciones que, según los perjudicados, se encuentran obstruidas por las raíces de los árboles, por lo que al dar presión se producen roturas o escapes muy cuantiosos en los aliviaderos.

Los perjudicados aseguran haber mantenido recientemente un encuentro de trabajo con el delegado de la Agencia Andaluza del Agua en la comarca, Tomás Grajal, para conocer los detalles del proyecto que conectaría con presión suficiente el bombeo de aguas del río que ya se emplea para abastecer a Jimena y zonas aledañas con uso agrícola. "Nos indican que el proyecto está a punto de terminarse, pero esa frase ya la hemos escuchado varias veces", destacan.

Mientras llega una solución definitiva, los cultivos -regados en las parcelas con modernas técnicas de goteo controlado por ordenador- tendrán que depender de canales con tecnología medieval y pocas garantías de un funcionamiento correcto.

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