Puntadas de solidaridad desde Algeciras
Crisis del coronavirus
¿Es posible crear en un mes una industria con 100 costureras y casi mil voluntarios para confeccionar y distribuir gratis 14.000 elementos de protección?
Toñi Esteban y su hija Raquel Collell lo han logrado sin moverse de sus casas en Algeciras
Recuerde ese momento en el que se dio cuenta de que la cosa iba en serio. Que esto no era una gripe de dos días. Le pudo pillar en el trabajo, en la cocina o en el parque. Seguro que nunca olvidará ese instante. Tampoco Toñi Esteban. Fue el 19 de marzo y se encontraba en su domicilio de Algeciras, viendo las noticias en la televisión. “Ay, la que nos va a caer”, se dijo. Entonces oyó que había necesidad de mascarillas y otro material de protección. De repente se le ocurrió una idea. Podía hacerlas ella misma aprovechando su experiencia en la industria textil. El día 21 de marzo abrió un grupo en Facebook para aglutinar a las personas que quisieran ayudarla. Lo demás permanecerá para siempre en la memoria de muchos algecireños. Toñi Esteban y su hija Raquel Collell coordinan un mes después un grupo de 100 costureras y casi mil colaboradores que hasta la fecha ha elaborado y distribuido 12.830 mascarillas, 582 botas de plástico y de TNT (tejido no tejido), 593 gorros y 162 calzos.
Ojo, todas estas cifras corresponden a los productos ya entregados, en realidad han elaborado muchos más. Y siguen.
El proyecto, sin ánimo de lucro pero sí con intención de facilitar el trabajo a las personas que tienen que lidiar con el coronavirus en las calles, se llama Mascarillas Algeciras y para poner en marcha semejante producción a Toñi y Raquel les faltan horas en el día. Desde que amanece hasta la noche están colgadas del teléfono o pegadas a la máquina de coser, como las decenas de mujeres -y algún hombre- que se dedican a confeccionar el material de protección.
Toñi Esteban
"Estas mujeres están hasta las dos de la madrugada cosiendo y nunca se desaniman”
Toñi es aficionada al senderismo y empezó aquellos días a comentar en los grupos de Correcaminos y Las Corzas qué les parecía eso de hacer algunas mascarillas. Muchas personas la animaron e incluso comenzaron a ofrecerse las primeras para ponerse también manos a la obra. Cada vez más gente se iba poniendo en contacto con ella para sumarse al trabajo. Empezaron a llegar las primeras ayudas. Hoteles como el Alborán y el Reina Cristina le enviaron sábanas y toallas. También lavanderías de la ciudad. La Mercería Madrid vació su almacén. “Se quedaron sin nada”, recuerda Toñi.
Todo el día está al teléfono. Empresas y particulares le hacen donaciones nada más conocer su trabajo. A ninguna las busca, simplemente aparecen. El Ayuntamiento de Algeciras le ayuda con la distribución y el reparto. Son los voluntarios de Protección Civil los que recogen el material, que se lava siempre a 90 grados antes de que nadie lo toque, y lo llevan a cada una de las costureras. También hacen esta tarea de manera solidaria los integrantes de Radiotaxi. Luego vuelven a por las mascarillas ya hechas y las llevan a una empresa algecireña que se llama Soluciones Ecológicas. Sus responsables se ofrecieron de manera altruista a desinfectar con ozono todos los productos. Y así lo hacen. Después es cuando están listos ya para enviarse a quien lo necesite.
De momento han llegado a distintas áreas de los hospitales de Algeciras, La Línea, QuirónSalud Campo de Gibraltar y San Bernardo, en el Peñón. También las tres residencias de mayores de Algeciras, una de Los Barrios y otra de Palmones, la Policía Local y Nacional, así como Guardia Civil, Cáritas, trabajadores del Puerto, del mercado Ingeniero Torroja, empresas de limpieza, de cuidados a mayores, farmacias de varios puntos de la comarca, Bomberos, dos colegios de niños con síndrome de Down de Jerez y uno de El Puerto de Santa María, pequeños comercios, taxis, CTM, Comes, Protección Civil y muchos más, por ejemplo familias con miembros en situación de riesgo que reclaman ayuda.
“Esta es una industria solidaria en la que todos trabajamos de manera altruista”, proclama Toñi, que afirma que no hubiera llegado tan lejos sin la ayuda de su hija Raquel. “Sin ella, esto se hubiera quedado en nada”, explica. “Sin ella y sin las costureras que están desde por la mañana hasta las dos de la madrugada cosiendo y nunca se desaniman”, subraya.
Las peticiones solo se hacen por email (mascarillasalgeciras@gmail.com).
1 Comentario