'Sufficit animus', cuando Italia sumergió la II Guerra Mundial en la Bahía de Algeciras y Gibraltar
Novedad editorial
Alfonso Escuadra convierte en libro su relato publicado en entregas semanales por Europa Sur sobre las misiones de la Decima Flotiglia MAS
El historiador linense confecciona su crónica a partir de los testimonios de aquellos hombres que dejaron fuera de combate catorce buques ingleses
Ocurrió pasada la medianoche del 7 de diciembre de 1942 en las profundas, frías y oscuras aguas de la Bahía de Algeciras. Probablemente fue la detonación de una de las cargas de profundidad arrojadas por los ingleses la que acabó con las vidas del teniente Licio Visintini y el sargento Giovanni Magro, pertenecientes a la Decima Flottiglia MAS, una unidad de comando de buzos militares de la Regia Marina italiana que hizo la guerra submarina a los ingleses en varios puntos del Mediterráneo. Ambos intentaban minar el acorazado HMS Nelson a lomos de un SLC (Siluro a Lenta Corsa), un vehículo de propulsión para el buceo conocido como Maiale. En cualquier caso, en aquel momento, en las proximidades del acceso Norte del Puerto de Gibraltar, fue cuando nacieron dos héroes italianos. La Marina Militare rindió honor al sacrificio del primero bautizando con su nombre una de sus corbetas: Licio Visintini. Cuando, 80 años después, el historiador Alfonso Escuadra decidió convertir en un libro su profunda investigación sobre la apasionante historia de aquellos hombres extraordinarios, tuvo claro como titularlo. El lema que adoptó el buque resumía a la perfección el relato: Sufficit animus, basta el espíritu.
La obra de Escuadra, que fue publicada en entregas semanales por el diario Europa Sur entre julio de 2022 y julio de 2023, será presentada es viernes 26 de abril en el Centro Cultural de los Ejércitos, en Madrid, en un acto organizado por la Fundación Don Rodrigo para el estudio de la Historia, que ha preparado un evento similar el jueves 9 de mayo en el Colón Gran Meliá Hotel de Sevilla y, en la tercera semana de mayo, en la ciudad natal del autor, La Línea.
Son las aportaciones de los testigos directos de los hechos, en especial los veteranos de la Decima Flottiglia MAS, las que dan sentido a este trabajo y al título que lo presenta. Y también las que han despertado el interés y la admiración entre historiadores, investigadores y luchadores por el legado de aquel "puñado de jóvenes italianos valerosos y decididos, lo más escogido de las escuelas de incursores y buzos de Livorno y la Spezia", que "llevaría la guerra contra la Marina inglesa hasta el mismo interior de sus bases", según escribe el propio autor en la introducción del libro.
Muchos de ellos se pusieron en contacto directamente a Alfonso Escuadra para transmitirle su encanto por las publicaciones del historiador e, incluso, compartir conocimientos comunes al respecto.
Es el caso de Gianni Bianchi, prestigioso investigador, ensayista y editor, presidente de la Associazione Culturale Sarasota, con más de una treintena de trabajos publicados sobre la Marina y la Aeronáutica italianas, es es uno de los más reconocidos especialistas en la Xª Flottiglia M.A.S., desde hace muchos años comprometido en rescatar la memoria de sus miembros y conservar el patrimonio relacionado con esta unidad. Bianchi lo tiene claro: "Acabo de ver tu libro: una obra maestra; bravo, bravísimo", escribió a Escuadra tras devorar los capítulos publicados en este periódico. "Querido Alfonso, ¡somos hermanos! lamento que nos separe una gran distancia porque si estuviésemos cerca, seguro que llevaríamos a cabo muchas iniciativas juntos para reivindicar la memoria de los incursores que operaron en el Mediterráneo", escribió en medio de un intercambio de correos electrónicos.
Pier-Luigi Crasti-Visintini es un familiar del teniente de navío Licio Visintini, Medalla de Oro al Valor Militar, héroe de la Decima, jefe táctico del Olterra y el único italiano que consiguió penetrar en dos ocasiones en el puerto militar de Gibraltar. "Me complace que haya llegado desde España una obra editorial que resalta lo que los hombres han demostrado que pueden hacer en un período tan difícil como el que involucró a pueblos y naciones en la Segunda Guerra Mundial. Licio Visintini es mi primo por parte de padre, junto con su hermano Mario y muchos otros jóvenes ofrecieron su compromiso desinteresado con los valores humanos que hoy lamentablemente no sólo están olvidados (es un leitmotiv hoy en día decirlo) sino en realidad se omiten hasta ocultarlos si no denigrarlos", relata Crasti-Visintini a Europa Sur.
"Alfonso Escuadra logró sacar a relucir las emociones y sentimientos que movían a aquellos hombres: sentimientos verdaderos, sencillos y profundos, que, si bien se expresaban en el drama de un conflicto, tenían el efecto de hacerlos capaces de amar", continúa.
"Licio perdió la vida frente a Algeciras para defender su patria. Provenía de una familia sencilla de Istria, como yo, región italiana ocupada por el Imperio de los Habsburgo que obstaculizaba por todos los medios a la población italiana, llegando incluso a ahorcar a personas como N. Sauro, G. Oberdan, Fabio Filzi y otros, porque simplemente querían expresar la propia identidad, es decir, ¡la propia italianidad! (...) Me gustaría agradeceros a los españoles la sensibilidad que habéis demostrado al publicar el proyecto editorial Sufficit Animus", concluye.
Gaetano Zirpoli, Nino, es un veterano incursore ya en el retiro de los medios de asalto naval de la Marina Militare italiana. Es autor de un buen número de podcast sobre los medios de asalto y Redactor de la Revista mensual Il maiale, órgano informativo de ANAIM, la Assoziacione Nazionale Arditi Incursori della Marina con sede en La Spezia, integrada por oficiales, suboficiales y veteranos de la Armada italiana, de la que es unos de los miembros más activos. Cuando leyó uno de los artículos de Escuadra en Europa Sur, escribió "Aprecié mucho el gesto, realizado por usted, el pasado 8 de diciembre en La Línea, para honrar la memoria de los caídos por nuestro pueblo Visintini, Magro y Leone. El suyo, un gesto hecho por una persona no italiana, adquiere para mí un valor de extraordinaria importancia y se lo agradezco". Cuando leyó la obra completa recalcó: "Gracias y felicidades por la atención que prestó a nuestra historia a través de sus obras". A través de él, los artículos llegaron también a la viuda de Giacomo Ramognino, hijo de Antonio y Conchita Ramognino, los agentes de la Inteligencia Naval italiana ocupantes de Villa Carmela y a quienes Escuadra conoció a finales de los noventa en Génova.
Romano Pinelli
Oficial perteneciente al arma submarina de la Marina Militare italiana, es coautor, junto a Gianfranco Pangiani y Stéfano Foti de un erudito proyecto de investigación sobre las acciones de la Decima Flottiglia MAS del que, desde 2020 ya han editado cuatro volúmenes. Pinelli descubrió las publicaciones a finales de 2022 mientras navegaba por internet y, desde ese momento no se perdió ninguno. "Ofrece muchos detalles e informaciones interesantes: agentes secretos locales, compañías de transportes, dónde estaba el consulado de Italia en Algeciras... Es un auténtico placer esperar su artículo semanal", explicó a este periódico. ”. "Le felicito, son verdaderamente interesantes", insistió.
La historia
"Durante la Segunda Guerra Mundial, el control del Mediterráneo constituyó un objetivo estratégico de primera importancia. En la batalla que enfrentó a italianos y británicos por el dominio de sus aguas, la Regia Marina intentó compensar su relativa debilidad frente a la Royal Navy recurriendo al empleo de unos innovadores medios de combate naval. Eran los llamados medios de asalto submarino, entre los cuales se contaban unos incipientes buceadores de combate y los llamados torpedos de marcha lenta o maiali. En realidad, más que un torpedo, se trataba de una especie de submarino en miniatura, a lomos del cual, dos aurigas intentaban penetrar en los puertos enemigos, aproximarse en inmersión a los buques de guerra y fijar una potente carga explosiva bajo su casco". Así comienza Alfonso Escuadra Sufficit animus, donde tras una investigación de años cuenta en boca de los protagonistas, con los que se entrevistó en varias ocasiones, las acciones de una flotilla que tuvo como escenario las aguas de la bahía de Algeciras y el puerto de Gibraltar; "una base naval que pasaba por ser una de las mejor defendidas y sobre la que, junto a Malta y Alejandría, se sostenían las rutas de suministro que -a través del Mediterráneo- unían Gran Bretaña con su Imperio. Era además, el fortificado hogar de la Fuerza H, la potente escuadra que permitía a los británicos ejercer su dominio sobre el Mediterráneo Occidental".
En veintidós capítulos, de forma ininterrumpida, a lo largo de cincuenta semanas, Escuadra desglosó las nueve misiones, siete con torpedos tripulados y dos con buceadores Gamma, que la Decima llevó a cabo en la Bahía de Algeciras durante la guerra. Con un coste de tres muertos y cinco prisioneros, consiguieron dejar fuera de combate catorce buques enemigos, con un total de 75.203 toneladas; casi el 40% de las pérdidas infligidas a los aliados por los medios de asalto italianos. Entre las recompensas que obtuvieron se cuentan cuatro Medallas de Oro al valor -dos de ellas a título póstumo- cuarenta y tres de Plata -una de ellas también a título póstumo-, tres de Bronce y tres Cruces de Guerra.
La obra está escrita por un español y se desarrolla en España, lo que hace especialmente relevante, y nunca abordado con tanta profundidad, el papel jugado por este país durante el conflicto. Tanto en los grandes despachos como a pie de playa, Escuadra indaga en la influencia que tuvo en el Campo de Gibraltar y en la que ejerció esta comarca en aquellos italianos y sus misiones. "Aunque en un principio, los operadores y sus torpedos eran transportados hasta la Bahía empleando un submarino, más adelante, esta forma de actuar se modificó con la incorporación del Olterra; un buque cisterna italiano refugiado en el puerto de Algeciras que fue reiteradamente utilizado como alojamiento para los buceadores, como almacén de material de guerra y como base secreta para el largado y recuperación de los maiali", subraya.
La Decima también utilizó otros enclaves campogibraltareños, "no sólo como puestos de observación, sino como parte esencial de la infraestructura de apoyo para las misiones de guerra ejecutadas en estas aguas". Ahí aparecen Villa Carmela, en Puente Mayorga, el Vicesonsulado italiano en Algeciras, el hotel Principe Alfonso en La Línea o de la finca de El Buen Retiro, en Pelayo; "escenarios todos ellos, de jugosos episodios dentro de lo que se ha venido a llamar la guerra secreta que los distintos servicios de Inteligencia sostuvieron en esta comarca". "Su estudio en detalle, no sólo es un instrumento esencial a la hora de arrojar luz sobre la decisiva participación española, sino que constituye una de las aportaciones más novedosas de este trabajo".
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