Tarba Energía rescata el proyecto para buscar gas en la campiña de Tarifa
La compañía prevé realizar antes de fin de año los estudios previos a los posibles sondeos en fincas entre Tahivilla y Atlanterra
Tarifa/La compañía Tarba Energía retomará en los próximos meses un proyecto para sondear varios montes de la campiña de Tarifa, entre Tahivilla y Atlanterra, para buscar bolsas de gas en el subsuelo. Se trata del denominado como proyecto Tesorillo, amparado por una concesión estatal para la realización de investigaciones y prospecciones en varias fincas privadas del municipio que alcanza también a Barbate.
El director del proyecto, Carlos Venturini, y el director jurídico de Tarba Energía, Julio Crespo, expusieron ayer las bases de la iniciativa que se encuentra en una fase muy inicial. Unos sondeos elaborados en 1956 ya avanzaron la posibilidad de encontrar gas en Tarifa, si bien las técnicas de extracción existentes entonces lo hacían inviable.
La empresa pretende ahora reeditar los estudios de hace 62 años y valorar, a resultas de los mismos, si hay posibilidades de explotación comercial de este recurso energético. "No sabemos lo que nos vamos a encontrar. Hay estimaciones que incluso hablan de gas suficiente como para el consumo de España en un año, pero no hay certeza", reconoció Venturini. La comercialización del gas sería posible por la existencia del gaseoducto que pasa por el término municipal como vía de evacuación.
La investigación que Tarba Energía pretende acometer requiere, en una primera fase, la elaboración de estudios geológicos, medioambientales e investigaciones magnetotelúricas para afinar la zona de exploración que requerirán, según la empresa, entre tres y cuatro meses y tienen respaldo legal en la concesión del actual Ministerio para la Transición Ecológica. Venturini estimó que esta primera fase podría estar concluida a finales de año.
Tras ello, la empresa tendría que solicitar los permisos para los sondeos al Ministerio, elaborar sendas pruebas (una de ratificación) y una tercera etapa para analizar la viabilidad comercial de la posible explotación. Se trata de un proceso que puede abarcar desde meses a años, en función de los trámites. "Es cuestión de ir avanzando hacia una propuesta concreta", destacó el director del proyecto.
Los sondeos se harían sólo si el resultado de las investigaciones preliminares es positivo, remacharon desde Tarba Energía, para lo cual sería necesaria una inversión del orden de los cinco millones de euros.
Los estudios técnicos de los próximos meses serán "discretos" con apenas una decena de personas, si bien los sondeos posteriores (nunca antes de 2019) requerirían de una movilización de personal más elevada.
"De llevarse a cabo, la construcción del pozo pondrá en valor la zona y repercutirá favorablemente en la economía de Tarifa, Barbate y alrededores. Se involucrarán empresas de movimiento de tierras, camiones para transportar suministros, canteras para la compra de áridos, posible compra de agua de fincas aledañas, suministros para el personal técnico durante la perforación, alojamiento y servicios de catering, impuestos locales y autonómicos", auguraron.
La compañía descarta el 'fracking' por innecesario y antieconómico
Un mensaje preventivo para la tranquilidad. La compañía Tarba Energía remachó que, en caso de hallar gas en cantidad suficiente como para su extracción dentro del término municipal de Tarifa, nunca utilizará técnicas agresivas como el fracking (fractura hidráulica). Carlos Venturini, director del proyecto, precisó que el terreno no requiere el uso de esta metodología puesto que la composición del suelo es, mayoritariamente, de arenisca. "Se utilizaría el mismo método de explotación convencional de gas en areniscas que se emplea desde los años 60 en el Valle del Guadalquivir, sin riesgo alguno para la naturaleza ni la población", apuntó. Venturini apuntó que el fracking es una técnica para otro tipo de suelos que, además, no es aplicable por razones ambientales en Andalucía ni tampoco por motivos económicos. "Sería muchísimo más caro, además de innecesario. Para el fracking hace falta agua, que no hay en la zona, lo que obligaría a construir una desaladora y los costes se dispararían. Es inviable", tranquilizó el directivo de la compañía energética.
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