Viesgo instalará en la térmica tecnología para la reducción del óxido de nitrógeno
La inversión de 65 millones en un nuevo reactor catalítico selectivo eliminará hasta un 60% de las emisiones La compañía prevé generar picos de 700 puestos de trabajo hasta junio
La compañía energética Viesgo instalará en la central térmica de Los Barrios una unidad de desnitrificación que reducirá en un 60% las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx). El proyecto está valorado en más de 65 millones de euros y abarca además diversas labores de mantenimiento que servirán, según la compañía, para consolidar y ampliar su posición como una de las centrales de carbón "más eficientes y respetuosas con el medio ambiente de Europa", lo que permitirá ampliar su vida útil y que siga funcionando como mínimo hasta el año 2025.
La planificación de estas obras comenzó en 2015 y ahora se afronta el montaje de la estructura metálica que permitirá la instalación del sistema de desnitrificación, consistente en un reactor catalítico selectivo (SCR) de última generación.
Viesgo subrayó que una intervención de este tipo, en un entorno tan exigente en materia de seguridad como una central térmica, requiere la aplicación de los procesos más innovadores para maniobras de gran precisión. Así, una de las vigas de mayor envergadura de esta estructura ha conllevado una difícil maniobra de izado de más de 220 toneladas. "Esta acción ha supuesto un hito en materia de ingeniería, pues se trata de una de las más complejas realizadas hasta la fecha en una instalación de estas características", destacó la compañía.
En las próximas semanas y hasta finales de junio Viesgo afrontará nuevos pasos en este proceso de modernización de la central barreña. En estas labores la compañía prevé generar unos picos de ocupación laboral de más de 700 personas trabajando simultáneamente en el proyecto.
Para el presidente de Viesgo, Miguel Antoñanzas, la actuación simboliza la apuesta por Andalucía. "Y por colocarnos a la vanguardia europea de las buenas prácticas medioambientales y lograr la mayor eficiencia en nuestras centrales", comentó. Una vez que esté terminada, la central barreña será una de las primeras de Europa en cumplir con la directiva sobre emisiones de óxidos de nitrógeno.
Esta inversión en la central, que data del año 1985, se suma a la acometida entre los años 2006 y 2009 para la instalación de una unidad de desulfuración (DGC) capaz de neutralizar en hasta un 90% el dióxido de azufre (SO2) y las partículas (-48%). En este caso, la unidad supuso una inversión de 75,3 millones de euros, por lo que la inyección económica en mejoras ambientales supera los 130 millones de euros en apenas una década.
El proyecto para la construcción de la desulfuradora fue presentado por Endesa (entonces propietaria de la instalación que luego pasó al grupo E.On, hoy Viesgo) en junio de 2006, cuatro meses antes del inicio de las obras que se prolongaron durante casi tres años entre obra civil, instalación de equipos y pruebas previas a la puesta en marcha. En su construcción fueron requeridas más de 350 personas de diferentes oficios y especialidades técnicas.
La unidad de desulfuración entró en servicio el 7 de abril de 2009 y sus beneficios sobre el medio ambiente resultaron inmediatos. Entre julio de 2009 y julio de 2010, el primer año completo de operación fuera del periodo de pruebas, la desulfuradora fue capaz evitar la emisión de 9.900 toneladas de dióxido de azufre (SO2) y otras 400 de partículas.
En caso de una operativa de la central al máximo rendimiento, el diseño del proyecto que en su día prepararon Alstom Power Italia e Initec lograba reducciones teóricas máximas en las emisiones de dióxido de azufre de hasta 16.767 toneladas mientras que en el caso de las partículas, se diseñaron para absorber unas 452 toneladas y generar yeso para la construcción como producto valorizado.
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