Las actividades del doctor Erostarbe durante su estancia en Algeciras (1857-1860) (y II)

El Hospital de coléricos para los militares

Al principio de la epidemia, los primeros soldados contagiados ingresaron directamente en el Hospital Militar de Algeciras, donde compartían sala con los enfermos de otras patologías, y ante la posibilidad de que estos pudieran fácilmente contagiarse, su director el Dr. Francisco Gavidia, siguiendo las normas establecidas, decide adaptar un almacén del muelle como hospital provisional de coléricos, para el aislamiento de los contagiados.

Erostarbe en El Siglo Médico comenta que “el ejército ha tenido y tiene algunos casos”. Los 2 primeros soldados invadidos ingresaron el día 17 de septiembre y las primeras víctimas se suceden una el día 27 y la otra el día 28. Contabilizando un total de 12 invadidos y 2 fallecidos, como vemos en la tabla 3.

A partir del día 30 de septiembre quedó listo el hospital de coléricos del muelle, comenzaron los ingresos y nos facilita una nueva tabla con los datos del mes de octubre, datos “que la he sacado de los libros de entrados y de salidos”, y publicados por El Siglo Médico, como vemos en la tabla 4, hubo un total de 62 ingresos, se curaron 25, murieron 17 y quedan aún 22 soldados ingresados. Pero además nos informa de algunas víctimas importantes que murieron del cólera morbo, “como el fiscal de guerra, el brigadier don Ventura Barcaiztegui que desapareció en pocas horas, el administrador de la aduana y otros”.

Un nuevo estadillo aparece publicado en El Siglo Médico, se trata de la tabla 5, con los 8 primeros días del mes de noviembre, donde nos indica que ingresaron 75 soldados, se curaron 33 y fallecieron 19.

La tabla 6, la localizamos en El Siglo Médico, con “los movimientos y necrologías” ocurridos en el hospital, desde el día 9 al 15 de noviembre, donde ingresaron un total de 81 soldados, se curaron 48, fallecieron 21 y quedaron ingresados 12.

El Hospital civil de coléricos del sur del río

Durante la estancia de Erostarbe en Algeciras, la ciudad disponía de dos hospitales, el de la Caridad, fundado en 1748, por la Hermandad de la Santa Caridad, bajo el mandato del Obispo de Cádiz Fray Tomás del Valle, y por aquellos años en manos de la Junta Municipal de beneficencia y el Real Hospital Militar, que data del año 1726, hasta su traslado a la casa de la calle Imperial comprada en 1775, como comentan Aranda Bernal A M.a y Quiles García, F.

El ayuntamiento alquiló y corrió con los gastos de una casa al sur del río de la Miel, Los enfermos llegaban primeramente a la Caridad y el facultativo de guardia, ante la sospecha de que los síntomas que padecía el paciente fuesen los del cólera, se le trasladaban a dicho hospital.

En el Libro sexto de difuntos del Hospital de la Caridad (1857-1881), están incluidas las actas de los fallecidos en el hospital de coléricos, contabilizamos 25 partidas, de las cuales 5, llevan el diagnóstico de cólera y los 20 restantes llevan el de cólico. El primer caso registrado, es el acta del enfermero del Hospital Militar, que, al estar contagiado y por ser civil se le trasladó al hospital, donde fallece el 6 de octubre.

De los cinco fallecidos de cólera, tres fueron varones y dos mujeres, sus edades oscilan desde los 35 a los 77 años, aunque desconocemos la edad de Filomeno, apodado “el asiático” por ser de China, recopilados en la tabla 7.

El resto de los enfermos que mueren en el hospital, están diagnosticados de cólico. Este diagnóstico de muerte, podría hacer referencia a cualquier dolor abdominal, aunque el facultativo de turno parece que quería enmascarar estos fallecimientos con un diagnóstico más leve, con lo cual el número de fallecidos de cólera hubiese sido mayor.

Los estadillos oficiales del Ayuntamiento de Algeciras

En el artículo de Serrallonga nos encontramos con un estadillo del cólera morbo de los primeros días del mes de octubre, estadillo oficial dado por el ayuntamiento de Algeciras y publicado en la columna: “Boletín Sanitario de la Guerra” perteneciente a El Siglo Médico. Estadillo que acompañaba una crónica del Dr. Erostarbe, todos localizados en el Tomo VI (1859). Y que nosotros lo reproducimos en la tabla 8, representa los primeros 22 días del mes de octubre, aunque nuestro autor comenta que: “desde el día 10 del mes pasado, empezaron presentarse casos sospechosos, que en los últimos días del mes llamaron ya la atención por su número y funesta intensidad”.

En cuanto a la veracidad de los estadillos, comenta que “me lo ha facilitado el alcalde, que es amigo mío, y yo mismo he ayudado a formarlo de los datos recogidos en la secretaría del ayuntamiento”. Al pie del estadillo lleva una nota aclaratoria: “en los 22 días que comprende estos estados, han sido enterrados en el cementerio 267 cadáveres, por lo que habrán fallecido de enfermedades comunes los 86 que hay de diferencia”.

Mientras que el segundo estadillo, lo localizamos en El Siglo Médico y viene acompañado de este escrito: “Adjunto el estado sanitario de esta ciudad […] Hágase Vd. el cargo cómo estará esta población. Pero en medio de tal calamidad, ningún empleado ha dejado su puesto; los médicos. Tanto civiles como militares, están dando pruebas señaladas de abnegación y desinterés, pues no se ha señalado cantidad alguna por el ayuntamiento para abonar sus honorarios a los facultativos, y estos acuden sin dilación y prestan su socorro a todos los que los llaman sin distinción de clases”.

Estadillo que ahora reproducimos como tabla 9, en dicha tabla aparecen como fallecidos 264 individuos en todo el mes de octubre, aunque según el conserje del cementerio, han sido enterrados 382 cadáveres, existiendo una diferencia de 118. Y que Erostarbe justifica a que algunos médicos no dan parte de algunos casos o han fallecido de otras enfermedades.

El tercer estadillo reproducido en la tabla 10, lo hallamos en El Siglo Médico, con los resultados de los primeros 8 días del mes de noviembre y comenta “que, aunque aparecen 40 muertos de cólera, según los partes diarios de los facultativos, han sido enterrados en total 51 cadáveres”. Esta diferencia la vuelve a justificar con los partes de defunción emitidos por los facultativos, parece que los diagnósticos por cólera los dejaban para los casos graves, mientras que, en los casos más leves, escribían que el finado había fallecido de: colitis, diarreas coléricas o colerinas.

El cuarto y último estadillo reproducido como tabla 11, aparece en El Siglo Médico, en la columna “Gaceta de epidemias” y comprende desde el día 9 hasta el 15 de noviembre. En total han sido 314 fallecidos, repartidos entre 79 hombres, 108 mujeres y 127 niños. Y nos añade de que “han sido sepultados en el cementerio de esta ciudad desde el 1.º de octubre al 15 de noviembre ambos inclusive, 104 hombres, 139 mujeres, 185 niños y 23 militares, que suman 451; y siendo 314 las defunciones de cólera que aparecen por los partes diarios de los facultativos, existiendo una diferencia de 137”.

En la misma columna, Erostarbe nos comenta que “el cólera morbo ha ido decreciendo paulatinamente hasta poderse decir que ha desaparecido del todo. En su consecuencia el sábado 19, día de la Reina, se hará una solemne función religiosa y Te Deum, en acción de gracias por vernos libres de ese azote que ha estado posesionado de este pueblo dos meses y algunos días”.

Y para finalizar, aportamos una tabla de la columna “Gaceta de Epidemias” de El Siglo Médico, que reproducimos como tabla 12, donde están registrados todos los cadáveres que fueron sepultados en el cementerio de esta ciudad, desde el 10 de septiembre, fecha de la aparición de los primeros invadidos hasta el 15 de noviembre en que cesó la epidemia. En la primera fila, los fallecidos en el mes de septiembre: 11 hombres, 11 mujeres, 21 niños y 8 militares. En la segunda fila, los fallecidos en el mes de octubre: 78 hombres, 120 mujeres, 159 niños y 21 militares. En la tercera fila, los fallecidos en los 15 días de noviembre con: 26 hombres, 19 mujeres, 26 niños y 2 militares.

En total fueron: 115 hombres, 150 mujeres, 206 niños de ambos sexos y 31 militares, que hacen un total de 502 cadáveres.

Artículo publicado en el número 61 de Almoraima. Revista de estudios campogibraltareños (octubre 2024)