Amigos de los Alcornocales demanda que Junta y Gobierno colaboren ante la plaga de lagarta peluda
Parque Natural
La asociación sugiere que se vuelvan a usar productos químicos ante la gravedad de la situación
Los afectados por la plaga de lagarta peluda en Los Alcornocales piden el adelanto de la saca del corcho
La Asociación Forestal Andaluza Amigos de los Alcornocales solicita a la Consejería de Medio Ambiente que informe del dispositivo y medios previstos a emplear en la campaña contra la plaga de lagarta peluda que afecta a más de 45.000 de las 170.000 hectáreas del Parque Natural Los Alcornocales y que pone en peligro el descorche de esta campaña. El colectivo también insta a la Junta que solicite la colaboración y ayuda del Ministerio para la Transición Ecológica en medios y productos para frenar la expansión de la oruga y evitar la pérdida de innumerables alcornoques y sugiere el uso de productos químicos ante la "gravedad" del asunto.
La entidad destaca que el alcornocal están atravesando una situación difícil y compleja que pone en peligro su supervivencia. "A los males tradicionales como el abandono, la falta de lluvia, la seca, los incendios, el aumento sin control de cerdos asilvestrados y gamos, que se traduce en la ausencia de regeneración y en la disminución de las producciones de corcho, se une (en estas fechas está a punto de manifestarse), la plaga de Lymantria dispar. La lagarta peluda, se ha instalado en el alcornocal gaditano y cada año aumenta su zona de afección, (en la pasada campaña se superaron las 40.000 hectáreas), sin que la administración sea capaz de frenar su expansión; a día de hoy, desconocemos si está preparado el dispositivo para poder actuar con eficacia en las fechas que comience su actividad", indica.
Amigos de los Alcornocales considera que la dimensión del problema exige habilitar un tratamiento de choque con la colaboración de todas las administraciones y propietarios. "Es necesario volver a aplicar, con carácter excepcional, el tratamiento químico que se venía utilizando, Dimilin, -a lo que se oponen los ecologistas-, ya que señalan que el utilizado estos últimos años (bacilo turigensi) "no está consiguiendo frenarla, aunque nos caben duda de que su ineficacia pueda ser atribuida a los tiempos de aplicación".
"Con todo, y a modo de comparación, a un paciente de neumonía le recetan antibióticos; a este “enfermo”, dada la magnitud del problema, no es posible curarlo con inhalaciones", indica la asociación.
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