Los alcornoques de La Almoraima tratados con el alga invasora del Estrecho ya dan bellotas

Algeciras/El tratamiento experimental para combatir la seca del alcornocal con un fertilizante basado en el alga invasora rugulopteryx okamurae no deja de dar alegrías a sus promotores. Los integrantes del proyecto De parque a parque de la Sección de Educación Permanente de Tarifa (SEP) han comprobado esta semana que dos de los seis ejemplares del experimento tratados con el fertilizante ya han comenzado a dar bellotas. Se trata de un signo inequívoco de que la vida vuelve a abrirse paso en los árboles, aquejados por la enfermedad de la seca o decaimiento.

El proyecto, desarrollado por las tarifeñas Mari Luz Caballero y Luz Pelayo, consiste en la formulación y aplicación de un fertilizante con propiedades fungicidas utilizando como base las algas -sometidas a un proceso de fermentación- para tratar de combatir el avance de la enfermedad. El tratamiento se está probando desde marzo de 2023 en la finca Los Orgazos del latifundio público estatal de La Almoraima, que colabora en la iniciativa junto con la Universidad de Córdoba.

Tras dos aplicaciones anuales del fertilizante (en las primaveras de 2023 y 2024), el equipo de la SEP ya constató que los seis ejemplares habían mejorado su foliación, según el control efectuado a principios del pasado mes de agosto. Ahora, un mes más tarde, dos de estos seis árboles ya tienen bellotas (que en esta especie aparecen entre septiembre y febrero).

"Las certezas científicas de esta mejoría no las puedo mostrar por la evidente falta de titulación académica y las propias limitaciones que marcan nuestros recursos. Pero las evidencias empíricas las comparto con el objetivo de la difusión y réplica por la persona que quiera", ha valorado Antonio Vegara, profesor de la SEP y coordinador de los grupos de trabajo.

En 2023, en la primera aplicación del fertilizante, se emplearon dos formulaciones, con algas molidas y enteras, que se repartieron entre los seis árboles. "A tenor de los resultados, las algas enteras dieron mejor resultado, por lo que en 2024 se utilizó un preparado con un 30% de algas enteras y 70% de agua de lluvia o declorada. Y a los árboles en peor estado se les aplicó también el alga que había sido usada para la fermentación en el círculo de proyección -la sombra que proyecta la copa- para llegar a todas las raíces", relataba Vegara a finales de agosto.

Para elaborar el fertilizante, Caballero y Pelayo tuvieron que recoger a mano 350 kilos de algas de la zona de La Caleta, en Tarifa, y una ingente cantidad de agua de mar en bidones de 60 litros para producir 800 litros de producto. La fermentación, de dos a cuatro meses, se llevó a cabo en la finca de Mari Luz, al igual que en 2023 con las dos primeras formulaciones. "Luego hubo que trasladar el fertilizante y las algas hasta La Almoraima y efectuar las cuatro aplicaciones con personal de apoyo. Y aquí están los resultados a falta de una nueva aplicación que haremos ya en la primavera de 2025", subraya Vegara.

La clave del preparado se encuentra en los diterpenos antibacterianos que posee el alga. El proyecto pretende probar si esta sustancia es eficaz para frenar el avance de los hongos que provocan la seca del alcornocal y, de paso, obtener un proceso para dar salida a la acumulación de las algas en la costa que supone un quebradero de cabeza para los ayuntamientos del Campo de Gibraltar, ya que la recogida del vegetal marino se cuenta por miles de toneladas cada verano.

"Vamos un poco más allá. A ver si el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul se ven influenciadas positivamente recogiendo el testigo de esta ciencia aplicada para mejorar nuestra mar y nuestro monte. Lograr un dos por uno, eliminar alga invasora asiática y a la vez frenar y mejorar el decaimiento del monte de alcornocal", resume Vegara a la vista de este nuevo y prometedor avance.