El Ministerio abre la puerta al aprovechamiento del "irrefrenable" alga invasora del Estrecho

Medio ambiente

Transición Ecológica ratifica la entrada de la Rugulopterix Okamurae en la última actualización Catálogo Español de Especies Invasoras

La Memoria Técnica Justificativa, que da vía libre a los proyectos para su aprovechamiento, constata que llegó en los grandes buques y en cultivos marinos

El alga invasora, en Tarifa.
El alga invasora, en Tarifa. / Erasmo Fenoy

El alga invasora del Estrecho no tiene métodos de control conocidos y es casi imposible evitar la llegada de nuevos organismos. Esta es una de las conclusiones que se extrae de la Memoria Técnica Justificativa que el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) del Gobierno de España ha incluido en la última actualización del Catálogo Español de Especies Invasoras, donde aparece por primera vez el alga parda.

Los grandes buques trajeron hace mas de seis años en sus aguas de lastre o adosadas en sus cascos la Rugulopterix Okamurae, probablemente desde el litoral mediterráneo francés, o directamente desde las costas de Corea, Japón, China, Taiwán y Filipinas, mientras que las corrientes marinas, las artes de pesca, las embarcaciones recreativas, los equipos de buceo, los sistemas de fondeo y la basura marina se han encargado de expandirla hasta colonizar todo el Estrecho.

"La especie está produciendo importantes impactos ecológicos como alteraciones del hábitat marino, pérdidas de biodiversidad, afectación a especies y espacios protegidos incluidos en la Red Natura 2000", explican los técnicos, que añaden que provoca grandes "impactos económicos en el sector pesquero por disminuciones de capturas y deterioro de artes de pesca, así como elevados costes derivados de la gestión de los arribazones en las playas. Esta especie presenta una elevada capacidad de proliferación vegetativa y dispersión, principalmente debido a mecanismos reproductivos clónicos", se lee en el documento.

El Miteco recoge los informes elaborados por Lorena Blázquez y Francisco Petisme para la Mesa Ciudadana sobre el Alga Invasora, integrada por representantes del Ayuntamiento de Tarifa, la Cofradía de Pescadores, la Asociación de Empresarios y una portavoz del colectivo civil, que sirvieron para impulsar la catalogación como especie invasora el 30 de noviembre de 2020.

Entre las propuestas que recoge el Catálogo Español de Especies Invasoras se contempla el "aprovechamiento de la biomasa generada como medida asociada a la contención y control poblacional de la especie, con garantías de control y con fines de investigación, salud o seguridad de las personas o cualquier otro de beneficio público".

Este punto del informe abre la puerta a los proyectos puestos en marcha para dar distintos usos a las algas retiradas de las costas. Ahí se encuentran los que hacen con ellas cosméticos, plantillas para zapatos, e incluso bandejas para las verduras del puchero. También, investigadores de la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales de la Universidad de Cádiz (UCA) analiza si es factible tratarlas con métodos biológicos para generar biocombustibles y fertilizantes.

Además, el ministerio propone la elaboración de "estrategias y redes de alerta temprana en las zonas donde los modelos predictivos han mostrado condiciones ambientales altamente favorables, especialmente en los Espacios Protegidos de la Red Natura 2000, y/o que alberguen hábitats de interés prioritario de conservación, y/o especies incluidas en catálogos de especies amenazadas".

Plantea el seguimiento y la vigilancia de la distribución y abundancia de las poblaciones de la especie, sobre todo en áreas marinas protegidas, hábitats de interés y en los límites de su distribución, así como la "restauración ecológica de los ecosistemas invadidos y actuaciones de erradicación en los casos en los que ocupe un área muy pequeña y exista presupuesto que garantice el seguimiento posterior, aunque es prácticamente imposible evitar la llegada de nuevos propágulos debido a que su principal vector de dispersión son las corrientes marinas".

El alga invasora, en Algeciras.
El alga invasora, en Algeciras. / Erasmo Fenoy

Además, incluye la retirada de los arribazones, "con garantía de no alterar ni las comunidades del litoral ni la estructura y composición química del sustrato en el que se asientan", la "mejora ecológica de las comunidades nativas" y la necesidad de una coordinación entre todas las administraciones concernidas (local, autonómica y estatal) con competencias, así como con los países vecinos.

Por último propone un trabajo de "sensibilización de la sociedad con el problema de la invasión (educación ambiental) y participación de la misma en actividades de gestión (ciencia ciudadana)".

El análisis de riesgos realizado por el Miteco determina que el nivel potencial invasor de la Rugulopteryx okamurae es medio porque alcanza una puntuación de 17 puntos sobre un máximo de 19 y para que el se considere alto es imprescindible que se alcancen los 19, es decir, la máxima puntuación en todos los apartados tratados. A pesar de esto admite que todos los autores del informe consideran que debería

considerarse como alto por su llegada masiva al Estrecho, se desconoce si existen vías de entrada intencionales, los hábitats marinos españoles son adecuados para permitir su establecimiento y "podría afectar negativamente a los objetivos de conservación de una región". "Se ha detectado un importante impacto negativo sobre diferentes comunidades marinas", especialmente sobre algas fotófilas y corales como las gorgonias y. el coral estrellado Astroides calycularis, especie incluida en el Catálogo Nacional y Andaluz de Especies Amenazadas en la categoría de vulnerable.

Pero, sobre todo, porque está produciendo" importantes pérdidas económicas en el área que ocupa como invasora en el Estrecho de Gibraltar, asociadas al sector pesquero y a la gestión de los arribazones masivos en las playas" y se desconocen métodos de control efectivos que se puedan aplicar en el estado actual de la invasión.

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